Alberto San Juan revisita al poeta en Nueva York
- El actor presenta la obra que reinterpreta un encuentro con el público de Lorca en Madrid
- Contó "su experiencia de vida" en la ciudad estadounidense que duró nueve meses
Nueva York en un poeta es el espectáculo protagonizado por Alberto San Juan que “reproduce un encuentro con el público que tuvo [Federico García] Lorca en el año 1930 en Madrid en el cual relató en primera persona su experiencia de vida durante nueve meses” en la ciudad estadounidense, explica el actor en Escena y cena. Un obra que se puede disfrutar en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
“Él vivió de junio del 29 a marzo del 30 [en Nueva York]. Dice que fue la experiencia más transformadora de toda su vida. En ese periodo escribe, además de su poemario Poeta en Nueva York, sus obras de teatro El público y Así que pasen cinco años. Tres obras que fueron muy rompedoras en 1930, pero que lo siguen siendo. Llenas de imágenes, algunas de una claridad radical y otras un misterio insondable lleno de puertas. Un texto muy rico y en el que además describe una realidad que tiene mucho eco en nuestro presente”.
“Él viene de una España sobre todo rural y se encuentra con la ciudad y la sociedad capitalista más avanzada del momento, que es Nueva York en 1929. De hecho, tan avanzada estaba esa sociedad capitalista que se hundió la bolsa. El famoso Crack del 29 explotó estando Lorca allí. Tal era la aceleración que tenía la mercantilización de la sociedad que explotó en ese momento. Provocó un gran impacto en Lorca encontrarse con esa sociedad industrial mercantil donde la carrera por tener más condicionada todo o por sobrevivir”.
Otro de los temas que ha destacado que se abordan en la obra es “el encuentro con la gente de piel negra de Estados Unidos”, ya denunciaban “su condición esclava, una condición subordinada”. Ha señalado que si escuchamos “al movimiento Black Lives Matter sigue siendo real, pero aparte él valora enormemente lo que considera que es un grupo de gente no tan domesticada como la población blanca por la sociedad mercantil”.
Hablante musical
“El relato en prosa en primera persona lo hago yo solo en escena, pero los poemas que van intercalando según este relato, están tratados casi como canciones habladas. Hay un lujazo que es una banda de cuatro músicos en directo. Tiene una parte casi de concierto donde no hay cantantes, sino hablante musical, que soy yo diciendo los poemas”.
Social y dramático
“Es un espectáculo en el que nos sentimos muy libres y para nosotros es muy gozoso. Aunque la narración hace alusión a cosas dramáticas, no sólo de carácter social sino de la propia vida de Lorca, de su soledad, de su problema para vivir con libertad su sexualidad. A pesar de eso, digamos que yo creo que su principal carácter es vital y lúdico. Creo que él tiene esa intención de juego precisamente para adentrarse en cuestiones complejas de lo humano, pero siempre a través del juego, de la lucha por la comunicación y porque aparezca el duende y sean noches mágicas”.