Isabel Gemio: "Me quedé sin trabajo a los 56 años, pero bueno, esta profesión es así"
- La periodista se abre en canal para Corazón y habla de la enfermedad de su hijo Gustavo
- "He pedido ayuda psicológica y psiquiátrica. No siempre eres capaz de gestionar todo", confiesa
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"Soy como aquella chica que comenzó a trabajar a los dieciséis años, solo que ahora ha madurado. ¿Que he cometido errores? Por supuesto", es Isabel Gemio la que habla. A sus 61 años ha tenido que enfrentarse a muchos obstáculos que ha ido sorteando de la mejor manera. Empezó en TVE en 1984 con el programa Los sabios. Ahora es la presidenta de la fundación que lleva su nombre. "Yo me quedé sin trabajo a los 56 años, pero bueno, esta profesión es así. Lo que yo no me voy a convertir es en una persona triste, resentida o amargada, porque si la profesión no me da el hueco, yo tengo mucho hueco en mi casa", asegura.
"Estoy muy tonta en los últimos tiempos y muy emotiva porque hemos pasado un mes y medio difícil", reconoce. Isabel Gemio se abre en canal para Corazón en una entrevista muy emotiva en la que conocemos más a fondo su relación con su hijo Gustavo.
La enfermedad de su hijo Gustavo
Dos de las grandes alegrías de su vida son sus hijos, Gustavo y Diego. En 1996, junto a su pareja, que entonces era Nilo Manrique, decidieron adoptar. Así llegó a sus Gustavo, con nueve meses. Parecía un camino de rosas, hasta que en un control rutinario le encontraron unos marcadores anómalos. En un principio, los médicos le diagnosticaron un problema en el hígado. En realidad, lo que el pequeño tenía era distrofia muscular de Duchenne. Era el 22 de septiembre de 1998, Gustavo tenía 21 meses e Isabel ya estaba embarazada de su otro hijo.
"Su cuerpo le falla, pero su cabecita está estupenda", asegura orgullosa su madre, Isabel Gemio, a quien todavía le cuesta despegarse de él. "Estoy con un '¡Ay!' cada vez que sale. El otro día salen al cine con la novia, lloviendo... y yo hasta que no llegó a casa con un ¡'Ay!'", cuenta. No ha sido nada fácil para ella ver cómo su hijo va perdiendo cada vez más independencia. A los 11 años ya necesitaba una silla de ruedas. "¿De dónde sacas esta fuerza?", le pregunta la entrevistadora Rosa Villacastín. "Pues de él, Rosa... de él.. .", contesta Isabel.
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Ahora Gustavo tiene 25 años. Diego, su hermano pequeño, también ha tenido que lidiar con la enfermedad. "No es fácil que tu hermano es diferente, que tu hermano no puede jugar contigo, que con tu hermano no puedes compartir muchas cosas. Quizá no sé si lo he hecho bien del todo", lamenta la periodista. "Al final todos queremos una vida lo más normal posible, aunque tengas a una persona enferma en casa", añade.
Isabel Gemio buscó ayuda psicológica
Ahora más que nunca está presente en la sociedad la importancia de salvaguardar nuestra salud mental. Poco a poco, y afortunadamente, ha ido dejando de ser un tema tabú. Cada vez más personas buscan ayuda para intentar sobrellevar sus problemas de la mejor manera, sin que eso afecta a su vida. Isabel Gemio no tiene reparo a la hora de reconcer que, cuando más lo necesitaba, ha pedido recurrido a especialistas: "He pedido ayuda psicológica y psiquiátrica. No siempre eres capaz de gestionar todo lo que te pasa y todo lo que sientes, ¿no?".
Las sombras de su vida las ha transformado en lecciones. Isabel Gemio convirtió su peor momento en aprendizaje. En 2018 publicó un libro titulado Mi hijo, mi maestro, en el que narra todo lo que estas dos últimas décadas le han enseñado. Todo gracias a Gustavo. Es presidenta de la fundación Isabel Gemio, una fundación para la investigación de Enfermedades Neuromusculares, Distrofias Musculares y otras Enfermedades Raras. Anoche organizaba una cena benéfica para recaudar fondos destinados a la investigación.