Cómo mimar a las jirafas: bienestar y estimulación a través de las comidas
- La bióloga Evelyn Segura muestra en España Directo el plan de conservación de jirafas iniciado en el Zoo de Barcelona
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El bienestar animal es uno de los factores clave a la hora de cuidar y mimar a estos grandes y pequeños compañeros de vida. Ya sea en casa, en los refugios o en centros de fauna, la prioridad debe de ser la calidad de vida de estos seres. Las jirafas son uno de esos mamíferos que suelen frecuentar los zoológicos de las grandes ciudades debido a la curiosidad que suscitan su largo cuello y características corporales. Desde el Zoo de Barcelona han iniciado un plan de conservación para esta especie que se sostiene con diferentes dinámicas y ejercicios que estimulan a través de las comidas. Lo cuenta la bióloga Evelyn Segura en España Directo.
¿En qué consiste?
La idea gira en torno a la clara concepción de que cualquier momento del día debe ser estimulante para las jirafas, incluso la hora de la comida. Lo primero que hay que tener en cuenta es que este Zoo trabaja mano a mano con la naturaleza, fomentando la biodiversidad y la integración de los animales en el medio natural.
El objetivo es mantener una población de especies en peligro de extinción y conseguir que tengan “una muy buena salud y una diversidad genética óptima”.
Un programa muy rico
La alimentación es fundamental, por lo que se mima cada gramo que comen. Uno de los platos estrella es la alfalfa seca mezclada con alfalfa fresca y algo de fruta troceada, para que sea un almuerzo equilibrado. Eso sí, su mesa es de altura, porque el manjar debe ir suspenso en el aire para que no se tengan que agachar y puedan comer cómodamente.
Otro de los aspectos que destacan de este cuidado es que se les proporciona fruta y verdura cortada, pero directamente de la mano. En esa proximidad se puede observar su larga lengua y cuello kilométrico.
Además de estas técnicas de alimentación, también se emplea un elemento de enriquecimiento. Puede ser, por ejemplo, unas garrafas colgadas a su altura con unas bolas de plástico en el interior. En ellas se mezcla fruta y, a través de los agujeros de la garrafa, deben conseguir alcanzarla con la lengua. De esta forma se favorece la actividad física y cerebral. ¡Así no se aburren!
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