La película de Daniel Guzmán con un empresario muy canalla
- Canallas, protagonizada por Guzmán, Luis Tosar y Joaquín González, llega a la gran pantalla el 1 de abril
- En febrero de 2016, el cineasta recibió el premio Goya a la mejor dirección novel por 'A cambio de nada', su primera ópera prima
En algún momento de la vida, cualquiera ha creado una realidad paralela para soportar la realidad. Lo que le sucede a uno de los principales protagonistas de la nueva película de Daniel Guzmán, Canallas. Joaquin González, que comparte nombre con su intérprete, es un empresario de éxito y se reencuentra con sus dos amigos Brujo y Luismi, interpretados por el propio cineasta y el gallego Luis Tosar, que siguen sin dar un palo al agua. Aunque la vida de González no es lo que parece. Sigue viviendo en casa de su madre Esther junto a su hermano Chema, soldado de wing-chung, y su hija Brenda, campeona de yo-yo.
"Joaquín sigue siendo igual que cuando lo dejamos. Lo que pasa es que se ha construído una realidad paralela. ¿Para qué? Me parece que además genera mucha comedia para sobrevivir. Esa gente que día a día se crean historias paralelas para soportar su realidad. Es un personaje único", cuenta Daniel a Pepa Fernández en De pe a pa.
Después de siete años, la cinta llega a la gran pantalla el próximo viernes 1 de abril. "Con los nervios y con la ilusión de que ya después de siete años la película, al final, va a ser del público y tengo muchas ganas de compartirla", dice entusiasmado el director de A cambio de nada, la ópera prima por la que consiguió el Goya a mejor director novel. Un momento que cualquier fanático de una de las galas del cine español tiene grabado en la retina cuando dice que "su abuela es su estrella".
El peso cae sobre Joaquín
En un principio esta comedia iba a tener otro nombre, un tanto conocido. Daniel Guzmán explica que iba a llamarla Parásitos pero "vio una película coreana y dijo 'a ver si lo mismo no la conoce tanta gente' y vaya que suerte tuvo". Luego pasó a ser Joaquín González aunque es muy coral. "Tiene tres generaciones. Tiene tres canallas, tres niños de 50 años que están desfasados y siguen haciendo de las mismas locuras. Luego tiene a una niña y a un hermano que hace artes marciales, pero siempre aparece con la cara como un mapa. Entonces entre eso y una tercera generación que es su madre que se enamora".
Y justamente el acotr se llama igual que su personaje. Joaquín González interpreta a Joaquín González, algo en lo que desaparece el límite entre la ficción y la realidad. "Llega un momento en que esa línea es indivisible para conectar al público, para crear esa comunión o esa veracidad, autenticidad. Tiene mucho que ver con el personaje real, igual que hay parte de la película que tienen que ver con la vida, que tiene que ver con otros personajes, incluso conmigo mismo. Ese mundo canalla y ese mundo sobre el humor que llevo toda la vida es paralelo a ello".
Para el espectador o espectadora será muy difícil saber díonde acaba la persona y empeiza el personaje puesto que el propio intérprete no es actor profesional. Muy parecido al personaje de la abuela de Dani que convirtió en toda una actriz, Antonia Guzmán, en A cambio de nada. "Me pasó un poco como con mi abuela. Llegó un momento cuando ya estaba escribiendo veía que sólo podía hacerlo él o sólo podía hacerlo ella. Y de hecho probé a muchos actores profesionales y a Joaquín le hice como 18 pruebas y estuve dos meses ensayando con él. Pero esa verdad y esa autenticidad y esa comicidad. Al final me decantó porque fuera todo la familia real".
Una familia auténtica
El resto de personajes también son auténticos. Esther (la madre), Chema (el hermano) y Brenda (su hija) son su familia en la realidad. En esta última, Joaquín proyecta sus sueños de niño. Siempre le dice que "deje de estudiar, que no sirve para nada y debe de ir a la televisión, lo que importa es ser famosa". Siendo una visión que "algunos padres proyecta en sus hijos por la frustación de no haber sido futbolístas o cosas así". Algo que veremos acompañano de la canción "Hablame de ti" de los Pecos.
Aunque el personaje más sensato es la madre. Esther se enamora de Jacinto, su novio motero experto en hurones. "Tengo cierta debilidad por la gente que tiene más experiencia, como llamo a la tercera edad a partir de los 60, 70 años. Siempre me gusta tener en el equipo técnico y artístico un porcentaje muy alto de personas que son de esa generación porque aprende mucho de ellos y porque equilibran mucho el rodaje. Tienen mucho que contar todavía en este mundo, en esta socieidad que parece que a partir de los 50 estás excluído del mundo laboral".
En esta película, Daniel Guzmán cree que la madre de González da cordura y experencia, además de generar empatía, humanidad y también comedia. "Hablo del sexo y del amor a través de ellos. Me apetecía mucho y la verdad es que ellos también son no profesionales y cuando tienen esos momentos de verdad y de autenticidad son únicos".