Aprende a entallar un vestido, los trucos de Maestros de la Costura

• Diseña y confecciona tu propio corsé en casa
• Saber entallar un vestido te puede permitir volver a lucir esa prenda que se te ha quedado grande
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Así se entalla un vestido de punto

Los vestidos ceñidos o entallados nunca pasan de moda. Son unos de los grandes protagonistas de las alfombras rojas y los lucen aquellas celebrities que buscan marcar y estilizar la figura. Sin embargo, es muy importante que el modista o la modista los ajuste perfectamente al cuerpo de la persona que lo lucirá, pues de lo contrario se corre el riesgo de llegar al efecto bolsa, que se produce cuando sobra demasiado tejido en algún punto en concreto. Como ha comentado María Escoté en Maestros de la Costura, estos vestidos tienen que sentar como un guante.

Los aprendices se han enfrentado al reto de entallar un vestido de punto en tan solo 30 minutos de acuerdo a las medidas de sus maniquís. ¿Quieres intentar hacer esta prueba en casa? Te explicamos dos maneras muy sencillas de hacerlo.

1. Reduce el contorno que sobra por los costados

Para estrechar el contorno del cuerpo, primero marcamos simétricamente lo que necesitamos eliminar de cada lado. A continuación cosemos un pespunte para confeccionar los nuevos costados y, para terminar, recortamos la tela que sobra.

2. Confecciona unas pinzas con la medida sobrante

Si optas por esta técnica, tienes que repartir los centímetros sobrantes entre cuatro pinzas: dos en el delantero y dos en la espalda. Puedes hacer las pinzas rectas u oblicuas.

El entallado perfecto de Lili

El entallado perfecto de Lili

“Oye, qué buena pinta tiene ese entallado de primeras”, ha comentado Palomo nada más llegar al puesto de costura de Lili. La aprendiz ha optado por no hacer pinzas y ha reducido el contorno cogiendo toda la tela sobrante por uno de los costados. “He venido esta semana con más confianza, creyendo un poco más en mí, dejando atrás un poco los amuletos y centrándome en lo que yo soy capaz de hacer al margen de tener suerte o no”. La aprendiz ha superado esta prueba con mucho éxito y se ha convertido en la mejor de la prueba, algo que no había conseguido hasta el momento. A diferencia de Lili, otros aprendices han cometido algunos fallos que han deslucido sus creaciones. Por ejemplo, se han olvidado de estrechar la sisa o han cogido más tela sobrante de un lado que de otro.

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