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¿Sabías que la Estatua de la Libertad se realizó en Francia?

  • La estatua fue un regalo de Francia a Estados unidos para celebrar sus 100 años de independencia
  • Gustave Eiffel fue el encargado de diseñar la estructura interna de este emblemático monumento
  • "El condensador de fluzo": "Manos a la obra" o "Construcciones históricas" ya en RTVE Play

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El condensador de fluzo - Curiosidades históricas - La Estatua de la Libertad

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el origen de la famosa Estatua de la Libertad? Este monumento emblemático de Estados Unidos, ubicado en la Isla de la Libertad de Nueva York, se trata, en realidad, de un regalo de Francia a los Estados Unidos realizado en 1886, en una muestra de celebración de sus 100 años de independencia. Un símbolo de amistad entre países materializado a través de un monumento cuyo diseño fue encargado al escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi.

La Estatua de la Libertad representa a Libertas, la diosa romana de la libertad, aunque incorpora una curiosa variación: frente al característico gorro frigio de esta figura, presente en otras representaciones como el famoso cuadro “la Libertad guiando al pueblo” de Delacroix, Bartholdi decidió colocar sobre la cabeza de la estatua una diadema de rayos solares, incorporando con ella una referencia al dios griego Helios, o a la diosa Hécate.

Para resolver exitosamente la creación de esta estatua de imponentes dimensiones (93 metros desde el suelo hasta la antorcha), fue necesaria la participación de un ingeniero y arquitecto. Gustave Eiffel fue el encargado de diseñar la estructura interna apenas unos años antes de embarcarse en el proyecto por el que ha pasado a la historia: la Tour Eiffel. Otra reconocida figura que formó parte de la creación de la obra fue Viollet-le-Duc, conocido por sus restauraciones interpretativas y su afición por el estilo gótico, siendo el ejemplo más famoso Notre Dame, en París. Viollet, encargado originalmente de diseñar la estructura de la estatua, fue quien finalmente eligió los cobres utilizados para la construcción de la estatua. Por otro lado, gracias a la aportación económica del millonario editor Joseph Pulitzer fue posible financiar la construcción del pedestal de piedra.

Ocho años fueron necesarios para culminar la construcción de esta estatua. En 1885, fue trasladada de París a Nueva York, tras haber sido previamente desmontada en 350 piezas y embalada en más de 200 cajas. El 28 de octubre de 1886, tuvo lugar la inauguración oficial, en la que estuvieron presentes el presidente Grover Cleveland y Bartholdi, diseñador de la obra. Desde entonces, la estatua ha vivido una progresiva oxidación en su pátina externa de cobre, hasta adquirir el característico color verdoso con el que, a día de hoy, podemos verla.