El Templo de Debod: ¿Cómo llegó un templo egipcio hasta Madrid?
- Este templo fue un regalo de Egipto a España en agradecimiento por su apoyo en la Campaña de Nubia
- El Templo de Debod llegó a España en 1970, tras haber sido desmontado en bloques
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Desde tiempos inmemoriales, el río Nilo ha sido crucial para Egipto, en un paradigma de río alóctono que proporcionaba regadío a zonas altamente áridas. Pero el impacto económico provocado por sus desbordamientos e inundaciones se había convertido en un problema que requería de solución urgente. En 1956, Gamal Abdel Nasser, el entonces presidente de Egipto, tuvo una idea. La proyección de la Presa Alta de Asuán en 1956, y la posterior construcción de esta estructura de casi cuatro kilómetros de largo y más de cien metros de alto, supuso un reto faraónico para Egipto. En 1970, su construcción llegó a su fin, logrando con contener el caudal del río Nilo y generando un gran motor de producción de energía eléctrica. Pero no todo fueron ventajas.
La construcción de la Presa Alta de Asuán originó la formación del Lago Nasser, una masa artificial de agua de más de 500 kilómetros de largo, cuyo enorme impacto medioambiental provocó la destrucción de los asentamientos de gran parte de la comunidad nubia de Egipto, con más de 100.000 desplazados. Aquella no fue la única consecuencia: el valioso patrimonio cultural del imperio egipcio se vio amenazado por posibles inundaciones. La construcción de la presa implicaba sumergir de manera parcial o total lugares de gran valor patrimonial, entre los que destacaban principales: Dendur, Debod, Taffa, File, y los enormes templos de Abu Simbel. La posibilidad de que estos emblemáticos templos vivieran un desastre de tal calibre provocó una movilización a nivel mundial.
En 1959, la UNESCO atendió a la llamada de ayuda de Egipto y Sudán para salvar los monumentos y templos de más de 3000 años de antigüedad de la antigua Nubia. La Campaña Nubia, una movilización internacional sin precedentes, contó con la participación de más de 50 países para salvar más de 20 grandes templos. Equipos de todo el mundo se desplazaron hasta Egipto para trasladar y poner a salvo el mayor número de monumentos posibles, logrando con éxito llevar a cabo operaciones de extrema complejidad, entre las que destacan el desmontaje y reconstrucción íntegra de los templos de Abu Simbel.
Cuatro países, cuatro templos
Tras el éxito de la mayor campaña de salvamento del patrimonio llevada a cabo hasta la fecha, Egipto decidió regalar cuatro de los templos rescatados a cuatro países, en una muestra de agradecimiento por su ayuda. Nueva York, Países Bajos, Italia y España fueron obsequiados, respectivamente, con los templos de Dendur, Taffa, Ellesiya y Debod.
El templo de Debod, dedicado a Amón, tiene una antigüedad de más de 2200 años. Tras ser regalado por Egipto a España, en 1961 fue trasladado piedra a piedra a la isla de Elefantina, en una operación dirigida por el Servicio de Antigüedades de Egipto. En abril de 1968, se certificó la adjudicación a España del templo, y dos años después, sus bloques fueron transportados hasta Madrid, pasando anteriormente por el puerto de Alejandría y por Valencia, ciudad desde la cual fueron trasladados por carretera.
La reconstrucción del templo no fue una tarea fácil: el equipo se vio obligado a reinterpretar el plano, tratando de corregir algunos errores como referencias topográficas compartidas o la pérdida de numeración de más de cien bloques. Gracias a su esfuerzo, desde 1972 se puede disfrutar en Madrid de esta joya arquitectónica de tradición histórica milenaria.