La evolución de la moda hombre: de los clásicos roles de género al 'genderless'
- Humphrey Borgart puso de moda la gabardina en los años 40 y James dean, la camiseta blanca en los 50
- Ahora actores como Billy Porter o Eduardo Casanova demuestran que no hay normas a la hora de vestir
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La moda evoluciona con el paso del tiempo. Al igual que lo hace el lenguaje, el arte o el cine. Cada generación tiene unos conceptos que la definen, una forma de expresarse y de vestir. Pero a lo largo del último siglo, el ser humano ha experimentado una aceleración de cambios constantes en la sociedad. Del gentleman al malote y al hípster pasando por el metrosexual. Cada una de sus vertientes tiene sus referentes. Y es que la estética masculina se ha transformado hasta llegar al punto de "No hay reglas. Cada uno que lleve lo que le da la gana". Un cambio que ha llegado hasta las pasarelas de moda, ya que en la colección otoño/invierno 2022, Mans conecta el nuevo armario masculino con el camerino de un cabaré.
Moda hombre: del gentleman al genderless
En los años 20 el hombre tenía que ser elegante por encima de todo, al estilo de estrellas del cine mudo como Rodolfo Valentino. El traje con chaleco en tonos oscuros era el look estrella. Con 'el crack del 29' hubo que apostar por materiales más económicos sin perder la elegancia.
El cine influye, y mucho, en lo que se viste y se ve en la calle. En los años 30, Clark Gable provoca que los hombres dejen de usar la camiseta interior porque él mismo no la usaba en la película Sucedió una noche (1934). Más adelante, en la década de 1940, y gracias a Humphrey Borgart y el cine negro, la gabardina se convierte en todo un icono. Se llevan los hombres torturados por un desengaño del pasado.
Cambiamos de década, de actor y de imagen. Con James Dean y su camiseta blanca en los años 50. Complementan su look unos vaqueros, cazadora de cuero y tupé. Marlon Brando marca músculos en camiseta interior y la recupera para la moda.
En los años 60, la estética hippy se adueña de las calles. Explosión de colores, flecos, y estampados con corazones y símbolos de paz. Mientras que en la década de 1970 la música disco marca la pauta y triunfan los pantalones de campana hasta dar con la ambigüedad y la libertad total de los años 80, con David Bowie como gran referente.
La década de los 90 es la del culto al cuerpo. Los hombres acuden en masa al gimnasio para presumir de músculos y abdominales perfectos.Tanta atención al físico deja paso al llamado metrosexual, el que cuida minuciosamente su aspecto con cremas y productos estéticos. David Beckham es el rey de los metrosexuales. Pero también Brad Pitt, George Clooney o Leonardo DiCaprio, que recuperan la imagen de gentlemans.
En el otro lado de la balanza está el lumbersexual, que prefiere cuidarse de forma descuidada. El deporte es su pasión, pero no le pidas que use cremas, el término viene de la palabra "lumber" ("leñador", en castellano), y la imagen no puede ser más apropiada. El mejor ejemplo, Jason Momoa. Sin olvidarnos de los hípsters, que viven al margen de todo eso. Llevan ropa de segunda mano, gafas de pasta y barbas tupidas.
La moda y los roles de género
Entramos ya en una época, desde hace unos 10 años, en los que conviven diferentes estilos de hombre. Los cánones ya no son estrictos como nos enseña la industria de la música con el look casual y desenfadado de Justin Bieber. Mientras que en el cine actores actores como Billy Porter o Eduardo Casanova a la hora de pisar una alfombra roja.
Los límites entre lo que hasta ahora se entendía como masculino y femenino se difuminan y dejan paso a un amplio abanico de posibilidades: la moda genderless. Ahora la tendencia la marca uno mismo, en función de su personalidad y lo que le apetece llevar en cada momento. Y si no que se lo digan a Damiano David, líder de Måneskin, y del estilo glam que enloqueció el Festival de la Canción de Eurovisión en 2021.