Los ingredientes de una pizza saludable
- Harina integral 100%, aceite de oliva extra virgen y poca sal son los tres ingredientes que debe cumplir una pizza saludable y de calidad
- Cuidado con los mensajes que aluden a una técnica de cocinado tradicional. Las pizzas industriales pueden tener hasta 25 aditivos diferentes
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Seguro que una de las respuestas que más escuchamos a la pregunta “¿Qué te apetece cenar?”, sobre todo si es fin de semana, es: ¡Pizza! Es el plato preparado más consumido del mundo y es que su sencillez es clave: sus posibilidades son infinitas (verdura, fruta…) y se come con las manos.
La primera pizza nació en Grecia y era un pan de harina 100% integral que se horneaba con queso y especias. Pero entre esta primera versión y lo que encontramos en el supermercado hay enormes diferencias como nos ha explicado la dietista-nutricionista Elisa Escorihuela
“Partimos de una harina refinada, porque cuando leemos en el etiquetado que es harina de trigo sin más, lo que quiere decir es que es refinada y tiene aproximadamente un 50%. El 10% corresponde al tomate y al aceite, que en el menor de los casos es aceite de oliva y en la mayoría, de girasol.”
Como sabemos, la harina refinada, al haber perdido gran parte de los componentes del grano y buena parte de la fibra es más fácil de digerir y esto provoca que aumenten de forma rápida los niveles de glucosa en sangre.
Además, las pizzas envasadas tienen aditivos, hasta 25 distintos: gelificantes, gasificantes, estabilizantes…Conservantes que en realidad, son compuestos de sodio y por lo tanto, sal.
¿Una pizza vegetariana es más saludable? Leer el etiquetado es siempre lo más recomendable. Las verduras muchas veces aparecen al final de la lista y, como ya sabéis, los ingredientes se colocan en orden de mayor a menor cantidad, por lo que esto indicaría que los vegetales son casi decorativos.
- ¿En qué nos deberíamos fijar para elegir una pizza saludable?
Escojamos una pizza que al menos cumpla estos tres requisitos: harina integral 100%, aceite de oliva extra virgen y muy poca sal.
Si cumple estos mínimos, ya solo tenemos que añadir una proteína saludable (por ejemplo, pescado o marisco) y muchas verduras frescas: cebolla, calabacín, berenjena, champiñón. Aquí, imaginación al poder.
¿Quieres ir un paso más allá? Si quieres preparar una pizza de 10, fíjate en la masa: ¿por qué no elaborarla de brócoli o coliflor? ¿Te atreves?