Luz Casal nunca olvida este consejo que le dio su madre
- La cantante reflexiona sobre el aprendizaje vital que le ha dado pasar por dos cánceres y los días de pandemia
- Admite que las subidas y bajadas de la vida son necesarias para sentirse completa
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‘Las tres Puertas’, el programa de entrevistas presentado por María Casado los miércoles en La1, llega a su fin con cuatro invitados de excepción: la cantante Malú, la humorista Paz Padilla, el actor MalúPaz PadillaAntonio Resines Esta última, además de avanzar algunos detalles de su nuevo trabajo discográfico, echa la vista atrás en su trayectoria de vida para recordar cómo fueron sus inicios, qué ha aprendido a lo largo de estos años y cómo se manejó cuando el cáncer la sorprendió no una, sino dos veces.
Una luchadora sin miedo
Luz Casal fue uno de los primeros personajes conocidos en hablar del cáncer de forma abierta y exponer públicamente que lo padecía. El primero de ellos apareció en 2007 mientras que el segundo llegó tres años después, en 2010. Sobre la enfermedad, la artista admite que “una de las cosas que me ha dado el haber pasado por los episodios del cáncer es una evidencia de que la gente que sufre sabe que yo les entiendo, que el haber pasado por una experiencia similar te da como un conocimiento”. De hecho, reconoce que “tengo una comunicación más amplia que antes de los episodios de la enfermedad, con lo cual de alguna manera he sacado provecho de esas experiencias”, otorgándole a aquella experiencia negativa un sentido posterior.
Y es que Luz Casal es una mujer con fuerza que nunca ha dejado que el miedo pudiera con ella. “Yo no me considero una persona miedosa, me parece que el miedo coarta demasiado mis ganas de ser libre y de actuar y de ilusionarme y de vivir, entonces yo creo que miedo… hombre algún momento de bajón gordo no niego que lo tuviera. Si no serías una roca”, le revela a María Casado para luego compartir con ella algo que siempre tuvo en mente mientras duró aquella batalla: las palabras de su madre. “Siempre he tenido presente ciertas cosas como por ejemplo que mi madre repetía muchas veces cuando yo me quejaba, que no me quejo mucho, me decía ‘no se puede tener todo’”.
La artista, que saltó a la palestra en la década de los 80 y desde entonces se ha mantenido como una de las cantantes más destacadas de nuestro país, admite que durante esa etapa dura intentó mantener el equilibrio pensando que “tengo una vida muy atractiva, he tenido mucha suerte en la vida, esto es como una especie de pago”. Luz Casal reconoce que “la vida siempre ha sido como un sube y baja, no me interesa por otro lado tener esa sensación de que vivo de manera muy plana, yo necesito para mi propio trabajo, mi propia necesidad, como individuo, como mujer, tener experiencias, salir de un hoyo fortalecida”.
Atención telefónica durante la pandemia
Durante los meses de confinamiento debido a la pandemia, la gallega se dedicó a charlar por teléfono con personas que estaban pasando una situación difícil y que necesitaban una voz amiga que las escuchara. En sus palabras, “aquello fue una gran lección de fortaleza, de preocupación, de comunicación que tuve 60 días a través del teléfono cuando hablaba con la gente, prácticamente la gran mayoría era gente desconocida y en algunos casos gente que no sabía quién era yo”.
Lejos de querer que le regalen los oídos, Luz Casal admite que aquello nació de la necesidad de escuchar y ser escuchados. “Yo no considero que lo que hice sea algo extraordinario, era algo necesario. Cuando hay dificultades tú tienes que aportar, eso es vivir en comunidad, tener sentido de lo que hay a tu alrededor, estábamos todos aislados pero al mismo tiempo había unas necesidades de comunicación, es lo que hice, comunicarme con la gente y saber que había otras realidades y que si servía un comentario mío o una estupidez que dijera para alegrarles algunos segundos, eso era la mayor satisfacción”, explica antes de concluir con que aquello “es una de las cosas más importantes que he hecho”.