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Vainas de habas baby, versátiles en el huerto y en la cocina

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Vainas de habas baby, versátiles en el huerto y en la cocina
Vainas de habas baby, versátiles en el huerto y en la cocina

¡Hola, amigos hortelanos! Las habas son uno de los cultivos más esperados y que más se hacen esperar cuando empieza la primavera. Tras 5 ó 6 largos meses desde su siembra no vemos el día de empezar a cosecharlas. Pero con las "habitas baby" váis a adelantar ese esperadísimo momento un par de semanitas. En Aquí la Tierra te contamos qué son estas habas bebés, cómo podemos cosecharlas y cómo cocinarlas para sacarle el máximo partido y obtener todos sus beneficios para la salud.

Aquí la Tierra - Vainas de habas baby, un privilegio de hortelanos

¿Qué es y cómo comerla?

Vicia Faba es una legumbre de la familia Fabaceae a la que podemos llamar súper-alimento por su extraordinario poder nutritivo. Son una gran fuente combinada de nutrientes esenciales como proteínas, hidratos de carbono, hierro y fibra.

Lo que consumimos habitualmente son los granos tiernos, ya sea en crudo o cocinados. Pero también se cosechan las llamadas “habas de verdeo” o sea, la vaina cuando el haba está en su primera fase de crecimiento, tiene la mitad de su longitud, aún está muy inmadura y no ha generado los granos o son muy incipientes. En ese momento la vaina es muy tierna y jugosa. Tiene un sabor fresco y suave y una textura crujiente. Se puede consumir cruda en ensalada o en revueltos y tortillas y por supuesto también en guisos.

Cultivo de habas en huerto

 Getty Images

Por supuesto, también podemos esperar a consumir los granos tiernos, que es su formato más habitual (especialmente en la famosísima receta de habitas con jamón). Y por último, también se comen los granos totalmente maduros y secos como hacemos con judías, lentejas o garbanzos. O sea que las habas en cocina son muy versátiles.

Un cultivo muy simple

Las habas son plantas fáciles de cultivar porque no requieren demasiadas labores. Para disfrutar de ellas durante más tiempo podemos sembrarlas en tandas empezando con la primera hacia mediados de octubre y poniendo una cada 30 días hasta mediados de febrero (excepto el lapso de tiempo que tengamos temperaturas habituales por debajo de 10º)

El cultivo se inicia por siembra directa en su ubicación definitiva con semillas de habas que pondremos en remojo la noche anterior para hidratarlas bien y facilitar su germinado.

El sustrato debe estar bien suelto para beneficiar el agarre y extensión de raíces. No requiere apenas abono aunque siempre conviene aportar materia orgánica, en este caso mejor evitando la de origen animal porque no es conveniente añadir mucho nitrógeno. Lo que sí ayuda al cultivo es un extra de potasio que podemos obtener mezclando un buen puñado de ceniza en cada golpe de siembra.

Conviene poner dos (o incluso tres) semillas para garantizar la germinación por si nos falla alguna de ellas. Las enterramos a una profundidad entre 5 y 10 cm y si la tierra no está húmeda le damos un riego con moderación de forma que el sustrato quede húmedo pero no mojado.

Se debe ya mantener una cierta humedad durante el resto del tiempo de cultivo.

Se puede cultivar en maceta de 7 litros o más por cada planta, y se requiere una temperatura es superior a 5⁰ para la germinación. En unos 10 o 12 días veremos despuntar los nuevos tallos. Aguantan bien el frío hasta 3º o 4º, pero con temperaturas más bajas conviene proteger el cultivo con manta térmica (o trasladándolo al interior si es en maceta).

  • Cuando la planta alcanza entorno a 20 cm. es mejor entutorarlo o aporcarlo para evitar que se tronche cuando crezca más y sobre todo al cosechar, ya que el tallo es bastante frágil.
Cultivo de habas en huerto

 Getty Images

Es recomendable aplicarle tratamientos naturales preventivos contra el pulgón (por ejemplo a base de jabón potásico o aceite de neem) y hongos (usando infusión de cola de caballo). Entre 90 y 180 días dependiendo de la variedad y del clima, empezaremos a cosechar las habas.

Para verdeo, como hemos dicho al principio, se cosechan las vainas antes de que formen los granos interiores. Si buscamos el grano, cosechamos a partir de unos 13 – 15 cm de largo. Cuanto más temprano cosechemos y con menos longitud de vaina, más tiernos serán los granos. Y las que queramos para seco las dejaremos crecer a su máxima longitud y o bien permanecer en la mata o almacenar hasta que los granos estén completamente secos. Por cierto que una vez terminado el cultivo, conviene incorporar las plantas a la tierra porque son un excelente abono.

Las deliciosas vainas de habitas baby son un privilegio de hortelano, porque no se suelen vender en las tiendas, así que si queréis probarlas, os va a tocar poner aunque sea una maceta. ¡Hasta la próxima, amigos!

Imagen de habas

 Getty Images

Mira todas las ideas para preparar habas en el portal de cocina de RTVE y descubre al horticultor José Manuel Sánchez en sus redes sociales.