Todos alucinan con Patricia de MasterChef: es vampiresa, ama lo coreano, pero no le gustan los japoneses
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“Mira que yo soy vampiresa, pero casi que prefiero los ajos”, decía Patricia al ver el reto que tenían los jueces preparado para ella en la prueba de eliminación. Había que cocinar con sangre y esto sacó su lado más dark. “Siempre me ha gustado todo eso de los vampiros, Drácula, Vlad el Empalador… Mis amigos me llamaban vampiresa y la sangre tendría que dominarla. Pero, en este caso prefiero que me pongan unos ajos porque me gustan como huelen crudos y fritos”.
Patricia, la aspirante que da miedo a Jordi Cruz
El resultado fue presentar un plato bajo el título “Sangre, mucha sangre” diciendo que le recordaba a su infancia. La cara de Jordi Cruz cambió al terror más absoluto. “Es que cuando tenía cinco años me dio por decir esa expresión. Cuando vino la típica vecina a verme y soltó lo de mira que niña más mona. Mi respuesta inmediata fue: «sangre, mucha sangre». Creo que lo vería en alguna película”, explicaba la aspirante. “Yo estoy acostumbrado a ver a la persona asustada delante, no a asustarme yo. Me estás dando cierto miedito Patricia”, le decía Jordi entre risas al escuchar la curiosa historia. “No eres el único, ¿eh?”, respondía.
Patricia ama lo coreano, pero los japoneses no le gustan por tener los ojos muy redondos
Por otro lado, Patricia es una fan absoluta de Corea y todo lo que rodea a esta cultura. La aspirante lo confesó nada más pisar las cocinas para enfrentarse al último casting. “Yo hoy me he venido con mi kit de supervivencia porque no quería salir con un mosquito, con una legaña…”, comentaba dándose el último retoque de maquillaje antes de conocer a los jueces. “Tengo otro sueño también, montar un restaurante en Corea del Sur. Me gustan los platos coreanos y los chicos también porque son más elegantes, más pulcros, no mean fueran del váter, cocinan súper bien y los mitos asiáticos son mentira”, decía Patricia sin saber aún que ganaría uno de los delantales blancos. “También he estado con chicos chinos, con un vietnamita italiano, con uno de Taiwán, con un japonés… Aunque, no me gustan porque tienen los ojos muy redondos. Lo siento japoneses”, continuaba Patricia sin cortarse.
El plato que le abrió las puertas de las cocinas a Patricia recibió el nombre de “Nubes de mar” y lo define como un híbrido entre buñuelo y albóndiga de rape con carabinero. Todo un éxito. “¿Y kimchi no lleva?”, le pregunta Pepe Rodríguez asombrado. “No, me gusta la cocina asiática pero no la domino”, responde Patricia sincera.
En esta nueva edición, veremos alta cocina en estado puro, pero también asistiremos a platos fallidos. “Buscamos a un súper MasterChef esta temporada. No podemos fallar. Esto es MasterChef 10”, señala Jordi en el tráiler de la temporada. No es la primera vez que un aspirante comienza su aventura en las cocinas con el pie izquierdo y después, poco a poco, va perfilando sus habilidades. Lo que sí que está claro es que los jueces van a dar lo mejor de ellos mismos para enseñar a los nuevos aspirantes y potenciar todas sus habilidades con el fin de que uno de ellos se convierta en el sucesor de Arnau París.