Utrecht y el encanto de la vida neerlandesa
- Las calles peatonales adoquinadas, el tintineo de las bicicletas y los canales con dos alturas son parte de su paisaje
- En primavera y verano, los utrechtenses disfrutan de planes al aire libre ya sea a pie, en bicicleta, en kayak o sentados, viendo la vida pasar en una terraza junto a un canal
- En El gallo que no cesa viajamos para conocer el significado de la palabra gezellig
"Gezellig" significa acogedor y es una palabra que define muy bien a Utrecht, una ciudad ideal para disfrutar de la vida cotidiana neerlandesa.
En El gallo que no cesa, hemos visitado Utrecht siguiendo las recomendaciones de tres de sus vecinos y como unos utrechtenses más nos hemos sentado en las terrazas a orillas del canal, hemos paseado de noche ecuchando el tintineo de las bicis sobre los adoquines del centro histórico y hemos subido a un kayak para remar viendo las casas históricas desde el agua.
El apacible encanto de Utrecht
Lejos del barullo de Ámsterdam, más pequeña y menos turística, Utrecht es la escapada perfecta para quienes quieran conocer el lado más auténtico de los Países Bajos.
Tan solo hace falta un trayecto de veinte minutos en tren para sucumbir a su magia. La escritora Belén C. Díaz, autora de Tiempo de Breitne, la describe así: "Es una ciudad de cuento pero donde viven personas porque tú te paseas por el centro y en las casitas holandesas que parecen dibujas vive gente. Eso sí, parece que estás en una película”.
En ella viven más de 300.000 personas (600.000 en el área metropolitana) pero a pesar de su tamaño, la ilustradora Lotte Dijkstra, una de las embajadoras jóvenes de la ciudad, destaca su familiaridad. "A veces Utrecht parece un pueblo pequeño. Es genial porque todo está cerca y porque hay mucho que hacer, para la gente joven, para los mayores (...) para todo el mundo hay algo que hacer".
Las distancias son cortas así que para movernos por la ciudad podemos caminar o si nos queremos meter de lleno en la auténtica vida neerlandesa coger la bici. “Es un modo de transporte, la cojo cada día cuatro veces más o menos y si vienes a visitar Utrecht o por ejemplo si haces un máster aquí sí o sí necesitas la bicicleta” apunta Remy Bindels otro de sus vecinos.
Los canales de Utrecht
Empezamos la visita por el centro. Hay poco tráfico, muchas calles peatonales adoquinadas, con casas estrechas de grandes ventanales y por supuesto los característicos canales. Para descubrir la ciudad lo mejor es dejarse llevar o como recomienda Lotte "caminar y dejarnos sorprender con lo que nos encontramos".
Y si por el día es bonita, por la noche, su belleza se multiplica. "Por la noche es mágica, porque tienes la luz de todas las farolillas reflejadas en el canal y lo único que escuchas es tu bicicleta en el adoquinado (...) es una sensación brutal”, describe Belén.
En el centro hay muchos museos, plazas con encanto y edificios históricos, aunque la palma se la lleva la torre Dom, la plaza Domplein y la catedral de San Martín. Ahora la torre está con andamios y desluce un poco así Belén nos lleva a conocer los canales utrechtenses, únicos por sus dos niveles, "el nivel donde está la ciudad y hay un nivel a ras de agua. Allí estaban los muelles para descargar los materiales a los almacenes de las tiendas”.
Esos almacenes se han convertido en cafeterías y restaurantes, “ahora puedes sentarte en uno de esos muelles al sol a ver la vida pasar por el canal mientras disfrutas de un espacio único”.
Los canales más famosos son el canal nuevo y el canal antiguo que atraviesan el centro histórico. Recientemente han recuperado también el Stegen, un canal que rodeaba la ciudad y que había desaparecido en los años 70. Una buena manera de visitarlos es hacerlo navegando, "en barco turístico, alquilando una embarcación privada o en kayak".
La vida en los mercados
Otra fórmula infalible para adentrarse en la vida neerlandesa es visitar sus mercados. Son ideales para ver sus productos y cómo es su día a día.
Uno de los más vistosos es el de flores que se celebra cada sábado. También el sábado es el día grande del mercado que hay junto a la estación Central: "hay muchos puestos de quesos, de pan… aquí se come pan todo el rato y luego hay puestos de pescado” y Belén recomienda probar el "haring", el típico bocadillo de arenques crudos que se sirve en pan de perrito.
Planes para verano
En los Países Bajos, la vida cambia totalmente con el buen tiempo. En cuanto empieza el calor, los neerlandeses salen a la calle. "Cuando sale el sol todo Utrecht quiere coger estos rayos y absorberlos… en ese momento Utrecht se puede disfrutar muy bien”, explica Remy que enumera algunos planes que se pueden hacer en los alrededores como ir a bañarse a un lago, acercarse a comer pannenkoeken a Rhijnauwen mientras se disfruta de la naturaleza o planificar una excursión a Ámsterdam.
Sobran motivos para acercarse a recorrer Utrecht, una ciudad acogedora para sus vecinos, como Lotte, y para quienes pasan por ella. "Hay una palabra que la describe que es gezellig. Significa acogedor, pero también feliz, disfrutar en compañía... creo que esa palabra define muy bien a Utrecht".