Maestros de la Costura 2022, resumen de la Semifinal: Eduardo renuncia y abandona el taller
- Sin conocer el veredicto final, el veterano aprendiz decide irse y darle la oportunidad a su compañero de estar en la final
- Lili, Borja, Lluís y Pablo, son los cuatro finalistas de la quinta edición de Maestros de la Costura
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No se podía pedir más a una semifinal. Los aprendices de Maestros de la Costura lo han dado todo por mantener su plaza en el concurso. Se queda a las puertas de la final Eduardo Navarrete. El veterano aprendiz decidió renunciar y cederle el puesto a su compañero Pablo cuando ambos estaban en la cuerda floja, convirtiéndose así en el expulsado. Pero esa solo fue la guinda del pastel de un programa de lo más emocionante que comenzó con la visita del diseñador Archie Alled-Martínez. Los aprendices tuvieron que coser unos bolsillos de plastrón en una blazer en tan solo veinte minutos. En la prueba por equipos no hubo jefes de taller y el veredicto fue individual, lo que benefició a algunos, como Lluís, el mejor valorado. Para terminar, los delantales negros tuvieron que interpretar un esmoquin femenino diseñado por Yves Saint Laurent y darle su propio toque personal para conseguir una plaza en la final y optar a alzarse con el maniquí dorado. Así te hemos contado la Semifinal.
RESUMEN DE LA SEMIFINAL DE MAESTROS DE LA COSTURA 2022
Alled-Martínez visita el taller de Maestros de la Costura
Borja, Pablo, Lluís, Eduardo y Lili, los cinco aprendices se jugaban su paso a la final de Maestros de la Costura. "Compartir la final con Lluís para mí sería genial porque es una persona a la que aprecio mucho, aunque discutamos y nos piquemos, nos tenemos mucho cariño y para mí ha sido mi gran descubrimiento" asegura ba Pablo, uno de los grandes favoritos para ganar la edición, según Borja. En esta noche tan especial, visitó el taller el diseñador Archie M. Alled-Martinez. Se trasladó a Londres cuando tenía 19 años y después a París. ¡Y notición! Será él el encargado de diseñar la próxima colección para Karl Lagerfeld. "Va a ser muy potente, una gamberrada en toda regla. Me hace mucha ilusión. Sale a la venta en junio", confesaba emocionado.
Lili tenía razón: los aprendices tuvieron que montar unos bolsillos de plastrón en una de las blazers de la mercería. "Tengo poderes, mi tercer ojo está siempre abierto, lo veo todo y veo que soy finalista", apuntaba. Para ello contaron con tan solo 20 minutos. Lorenzo Caprile se unió a ellos para demostrar que sí se puede.
La bronca de Caprile a Borja: "Es una falta de respeto"
Lorenzo se tomó la prueba con calma, mientras los aprendices se volvían locos en la mercería. Tenían que ser muy precisos para superar el reto. También muy hábiles, porque el tiempo corría en su contra. A Borja se le olvidaron los patrones, así que tuvo que arreglárselas para sacar su trabajo adelante de la mejor manera. Pablo fue un paso más allá y envivó el contorno de su chaqueta. Caprile, como no podía ser de otra manera, fue el primero en terminar. "Me hubiera gustado cortarla al bies, pero no me ha dado tiempo", reconocía.
El primero en presentar a los jueces su trabajo fue Borja. "No veo los bolsillos", señalaba Lorenzo Caprile asustado. Según las explicaciones del aprendiz, todo se debía a una confusión, ya que no escuchó bien de qué se trataba el reto. "No es de recibo en una semifinal, por respeto a todos los compañeros que se han quedado atrás", le respondían los jueces. "Yo he ido a por los vivos porque no me gustan los bolsillos de plastrón", decía Borja, que intentaba justificar de alguna manera su trabajo sin salir bien parado. "Don Creíque y Don Penséque son familia de Supertonteque", sentenciaba Caprile notablemente enfadado.
El roce de Lluís con Alled-Martínez: "Me cae mal"
Tampoco entendió bien el reto Lluís, que enseñaba a los jueces sus bolsillos de ojal. "¿Estás intentando salvarlo o no te has enterado de qué iba o sí sabías y has hecho un poquito lo que te ha dado la gana?", le preguntó Archie M. Alled-Martinez, algo que no se tomó muy bien el aprendiz. "Yo creo que aquí queda palpable que para nuestra profesión tienes que escuchar y, sobre todo, querer entender. A partir de ahí, tienes que mostrar una actitud un poco más humilde", añadía el invitado. Lluís no se quedó callado y le soltó: "Este chico no me cae bien". María Escoté le reprochó su falta de educación respecto al diseñador, que tampoco se cortó en decir lo que piensa: "Esta actitud te la puedes permitir con un resultado un pelín mejor del que presentas hoy. Ha mordido más de lo que podía masticar".
Borja se quedó con el quinto puesto, mientras Lluís ocupó el cuarto lugar. Lili acabó satisfecha entrando en el top 3, con la medalla de bronce. Eduardo se tuvo que conformar con la de plata y Pablo resultó ganador. "Este primer puesto me llena de energía para entrar en la prueba por equipos, pero sí que es verdad que lo de ser jefe de taller no me gusta, pero es una buena oportunidad para mejorar lo que hice la vez anterior", apuntaba el valenciano.
La dictadura de Lluís en la última prueba por equipos
Para su sorpresa, los equipos ya estaban formados. Los dos mejores de la prueba, Eduardo y Pablo, tuvieron que trabajar juntos, mientras que el resto, Lili, Lluís y Borja, formaron otro grupo. Por haber sido el mejor, Pablo tuvo la oportunidad de robar un aprendiz al equipo contrario y se quedó con Lili. No hubo jefes de taller y el veredicto era individual. "Queremos que haya cinco líderes", les adviertía seriamente Lorenzo Caprile antes del inicio de la prueba. "No me da miedo, pero es verdad que me tengo que hacer escuchar", reconocía Lili. Antes de ponerse manos a la obra, los aprendices recibieron la visita de los creadores de The 2nd Skin Co, Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández. El reto consistía en recrear dos impresionantes looks de la marca, un vestido y un dos piezas, ambas muy complejas. Para ello contaron con 130 minutos y ¡una sola máquina para coser!
Solo un integrante de cada equipo podía escoger los tejidos. Pablo fue el encargado de elegir las telas para el verde, mientras que en el naranja empezaban a aflorar los problemas. Lluís y Borja no fueron capaces de decidir quién de los dos llevará a cabo la tarea, una de las más importantes de la prueba. "Voy a ir yo", le dicía el catalán a su compañero de equipo. El bilbaíno se quejaba, pero al final acabó cediendo. "Esto, como si fuese una dictadura, aquí se dictan las normas. No voy a entrar en otro consenso para que quede en desastre como las últimas veces. Los tejidos los elijo yo", sentenciaba Lluís.
Al equipo verde se le olvidó coger la tela que necesitan para bordar las flores. "Pensábamos que eran apliques", lamentaba Pablo. Sin embargo, el equipo naranja parecía que empezaban con buen pie. Lluís y Borja se encargaron cada uno de una pieza. "Con Borja pierdo la paciencia. No se entera de nada, te dice cosas sin sentido, hace lo que le dice que no haga. Dios me salve que son dos piezas y cada uno se puede responsabilizar de una. Si hubíéramos escogido el vestido verde, me desmayo", aseguraba el catalán. A pesar de los rocecillos, consiguieron organizarse a la perfección y la paz reinó en su taller.
¡Aprendiz busca esposa!
El equipo naranja tuvo tiempo hasta para un poco de cháchara. Borja no perdió la oportundiad de hacer un llamamiento: "Necesito una novia que sepa coser". Química, atracción sexual, amor por el metal y por la costura, esos son los requisitos mínimos que pedía el aprendiz a la hora de encontrar pareja. Un ambiente muy distendido, que se cortó cuando uno de los diseñadores apareció por el taller para echar por tierra el trabajo de Borja. Al otro lado del taller, Eduardo Navarrete seguá trabajando a su bola, desmarcándose del trabajo de sus compañeros, Lili y Pablo.
Pablo rompe a llorar al ver el vestido
A la hora de las valoraciones, Pablo no pudo evitar romper a llorar al ver el resultado de su trabajo. No estaba conforme con la pieza que presentó su equipo. El primer tirón de orejas fue para Eduardo. "¿Por qué has abordado esta prueba con ese bajón?", le preguntaba decepcionada María Escoté. "No lo he hecho mal a propósito", aseguraba el aprendiz, que prometía darlo todo en la prueba de expulsión. En cambio, Pablo y Lili se llevaron los halagos de los jueces por su acitud, pero la elección de telas le jugó una mala pasada al aprendiz, que al igual que Borja se quedó con el delantal negro. Lluís fue el mejor valorado y consiguió salvarse.
Alba Melendo visita el taller de Maestros de la Costura
Eduardo, Borja o Pablo, entre ellos estaba el expulsado. La prueba final estuvo dedicada a Yves Saint Laurent, uno de los grandes genios de la alta costura. Los concursantes tuvieron que interpretar un esmoquin femenino diseñado por el maestro de la moda y darle su propio toque personal para conseguir una plaza en la final y optar a alzarse con el maniquí dorado. Acompañando a los aprendices estuvo la estilista Alba Melendo.
"¡A las armas!", gritaba Borja al empezar el reto. El aprendiz apostó por crear un vestido palabra de honor con detalles en terciopelo. Raquel Sänchez Silva no dejó de recordarle la promesa que hizo en el programa anterior: si llegaba a la final, se tenía que cortar la melena. Pablo, que era el único que todavía podía pedir el imperdible, le pidió ayuda a su querido Lluís. "Voy superretrasado", confesaba Eduardo, que sufría la falta de tiempo y los problemas que no dejaban de surgir.
Eduardo Navarrete renuncia y le cede el puesto a Pablo
Borja se convirtiño en el tercer finalista gracias a su elegante vestido palabra de honor, que acabó luciendo la mismísima Raquel Sánchez Silva. No se olvidaron de su promesa y los jueces fueron los encargados de cortarle el pelo.
El expulsado estaba entre Eduardo y Pablo. Justo antes de que Lorenzo Caprile dijera el nombre del aprendiz que abandonaba el taller, Navarrete le interrumpía. Reconocía que está muy nervioso: "Estoy muy feliz y agradecido de haber vuelto, habéis hecho que me reencuentre con la costura, pero gracias a vosotros y a mucho trabajo he conseguido hacerme un hueco en esta industria. Yo quiero dejarle esta oportunidad a mi compañero, a Pablo. No sé quién iba a ser el expulsado de los dos, pero yo quiero que te quedes tú. Yo ya me voy".
Raquel Sánchez Silva intentó hacerle cambiar de idea. "¿Estás seguro?", le preguntaba incrédula María Escoté, pero el aprendiz lo tenía claro. Un gesto muy bonito que el jurado aplaudió y que Pablo le agradeció. Eduardo Navarrete abandonó el taller de Maestros de la Costura, ¡y ya tenemos los cuatro finalistas! Lili, Pablo, Lluís y Borja, entre ellos está el próximo ganador del programa. Habrá que esperar una semana para descubrir quién será.