Las abejas no ven el color rojo pero perciben la luz ultravioleta
- Las abejas son unas de las principales polinizadoras de la naturaleza
- Algunas plantas como los girasoles han desarrollado un mecanismo para atraerlas
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Las abejas son uno de los principales polinizadores de la naturaleza y lo consiguen gracias a su extraordinaria vista. Su visión del espectro lumínico es distinta a la que detectan nuestros ojos. No captan la gama de los rojos, pero pueden percibir con toda claridad el rango ultravioleta: son capaces de ver lo que para los humanos es invisible.
En ciencia forense, la luz ultravioleta se usa para detectar rastros de sangre, orina, saliva. Los humanos solo podemos percibir este tipo de luz en oscuridad total. La reflexión de luz ultravioleta es un mecanismo que han desarrollado algunas plantas para comunicar a sus polinizadores que tienen ¡néctar y polen! a su disposición. Los girasoles tienen manchas fluorescentes, que actúan como guías de néctar. Los insectos himenópteros, como las abejas, los abejorros o las avispas, ¡sí pueden verlas a la luz del día!
¿Qué es el fenómeno de la fluorescencia?
En la naturaleza, hay distintos ejemplos de seres vivos fluorescentes. Como algunos corales de aguas profundas. Cuando se les enfoca con luz ultravioleta, emiten luz de distintos colores. Contienen moléculas capaces de absorber la luz ultravioleta y liberar luz fluorescente. Se trata de un fenómeno cuántico. La luz absorbida excita los electrones de las capas externas de los átomos, que suben de órbita. Luego se relajan y regresan a sus órbitas soltando parte de la energía absorbida, que es la radiación fluorescente que vemos.
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