Alejandro, hijo de Chicho Ibáñez Serrador: "Nunca ha sido un buen padre, ha sido un buen director"
- Los hijos de Chicho Ibáñez Serrador lamentan no haber pasado más tiempo con su padre
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El Imprescindibles de la 2, el hombre que prácticamente, inventó la televisión que a día de hoy conocemos en España. El documental repasa su trayectoria profesional como creador de un lenguaje televisivo permanente, pero también su faceta más íntima y familiar. Sus hijos Pepa y Alejandro siguen sus pasos en el mundo audiovisual, guardan su legado y le recuerdan con cariño. Aunque lamentan no haber pasado más tiempo con su padre durante su infancia.
“Mi padre nunca ha sido un buen padre, ha sido un buen director. Tanto para la gente con la que trabajaba con el como para la familia. Tanto era así que cuando íbamos de vacaciones no paraba de grabar y era un constante ‘Alejandro, cuenta hasta 10 y sal por la puerta de la habitación’”, recuerda su hijo menor Alejandro.
Su hija Josefina, conocida por todos como Pepa, relata que durante las vacaciones familiares, “compensaba su ausencia como padre en el día a día”. En el especial Lazos de Sangre de Chicho Ibañez, también cuenta cómo pasaban los veranos: “Nos hacíamos un viaje exótico y ese era como el mes en el que yo estaba realmente con él y hacía de padre y estábamos juntos".
Tanto Pepa como Alejandro nacieron fruto del matrimonio entre Chicho y Diana Nauta. El segundo enlace del cineasta. Se conocieron en el emblemático programa Un, dos, tres… de Televisión Española cuando ella hacía de azafata. Se casaron en 1974 y se divorciaron quince años después. El pequeño de la familia cuenta que su madre ha sido esencial para mantener a la familia unida a pesar de la separación: “Fue la mejor mujer del mundo, la que más quiso a mi padre y la que ha luchado por nosotros y por mantener esa unión lo máximo que pudieron".
A pesar de dedicarle la mayor parte de su tiempo al trabajo, Chicho Ibáñez Serrador siempre tuvo presente a su familia. Aunque no lo pareciera delante de las cámaras, él mismo se consideraba bastante tímido y no le gustaba alardear de sus virtudes, ni hablar de sus defectos. Sus hijos siempre fueron su debilidad, y así lo demostró cuando presentó a su hija Pepa en 1978 ante las cámaras del NODO cuando era tan solo un bebé. “¿Qué es lo que no puedo imaginar? Pues muy simple. No me puedo imaginar hoy un mundo sin esta señora" (señalando a su hija).