Juan Rulfo, ¿qué sabes del autor de 'Pedro Páramo'?
- Fantasía y realidad se difuminan en sus obras, que retratan el pasado de México
- Pedro Páramo, El llano en llamas y El gallo de oro, sus tres libros más conocidos
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No le hizo falta una prolífera carrera para dejar huella. "Nada puede durar tanto, no existe ningún recuerdo por intenso que sea que no se apague", escribió Juan Rulfo en Pedro Páramo, su obra más conocida. Ya han pasado casi cuarenta años de su muerte, y nadie se ha olvidado de él. Consiguió llegar al mundo a través de sus historias, que todavía hoy descubrimos y releemos. En sus páginas se confunden la fantasía y la realidad, un retrato del México que él recordaba. ¿Quién era Juan Rulfo? ¿Qué le diferenciaba del resto de autores? ¿Por qué dejó de escribir?
Quienes le conocían decían de él que era una persona muy tímida y creativa. Él mismo confesó a Joaquín Soler Serrano durante una entrevista en el programa A fondo que no le gustaban las multitudes y por eso no llevaba nada bien la fama, prefería la soledad. No fue hasta los 28 años cuando empezó a escribir, primero en revistas, donde publicaba algún que otro cuento. En 1953 publicó su primera obra, El llano en llamas. Dos años después, salió a la luz Pedro Páramo. En la primera novela es un libro de cuentos en los que se refleja una sociedad injusta y desesperanzadora. En la segunda, el autor cuenta cómo el protagonista, Juan Preciado, va en busca de su padre, Pedro Páramo, hasta el pueblo mexicano de Comala, un lugar misterioso y sin vida.
Sus inicios fueron "frustrantes", los ejemplares no se vendían y era el propio Rulfo el que tenía que regalarlos para que la gente los leyera, hasta que consiguió captar la atención de los lectores. La violencia era una constante en sus historias, los restos que quedaron de la Revolución mexicana y sus recuerdos de la Guerra Cristera. El gallo de oro y Cartas a Clara son algunas de sus otras obras no tan conocidas, esta última póstuma. Se trata de una recopilación de las misivas que Juan Rulfo le escribía a su esposa, Clara Aparicio, con quien tuvo cuatro hijos. Sus otras facetas no eran tan conocidas como la de escritor: historiador, fotógrafo y guionista de cine.
El realismo mágico de Juan Rulfo
Muchos le consideran el padre del realismo mágico, un movimiento literario del siglo XX que intenta mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano o común. Juan Rulfo es considerado el autor mexicano más traducido en todo el mundo. Sus títulos Pedro Páramo y El llano en llamas se convirtieron en obras maestras.
"Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de la literatura", aseguró Jorge Luis Borges. No fue el único gran escritor que alabño su trabajo, también lo hizo el mismísimo Gabriel García Márquez: "Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa: '¡Lea esa vaina, carajo, para que aprenda!' Era Pedro Páramo. Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí la Metamorfosis de Kafka en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá había sufrido una conmoción semejante".
¿Por qué dejó de escribir?
Cuando apenas había escrito un par de obras, Juan Rulfo dejó de escribir. Todo el mundo se preguntaba el motivo y él, que no se lo tomaba nada bien, respondió: "Yo tenía un tío que se llamaba Celerino. Un borracho. Y siempre que íbamos del pueblo a su casa o de su casa al rancho que tenía él, me iba platicando historias. Y no sólo iba a titular los cuentos de El llano en llamas como los Cuentos del tío Celerino, sino que dejé de escribir el día que se murió. Por eso me preguntan mucho por qué no escribo: pues porque se me murió el tío Celerino que era el que me platicaba todo... Pero era muy mentiroso. Todo lo que me dijo eran puras mentiras, y, entonces, naturalmente, lo que escribí eran puras mentiras".
¿Existió de verdad el tío Celerino? "Eso era una broma de mi padre. El tío Celerino es México y la realidad que él vivía", asegura uno de sus hijos. Quizás aquel pariente fue real, quizás no lo era su nombre, o quizás fue el mismo Juan Rulfo quien lo mató para dejar de escribir. Hay quien dice que era demasiado perfeccionista y que esa cualidad le atormentaba. La realidad es que el autor mexicano dejó a un lado la literatura poco después de publicar la que sería su obra más popular.