"He sufrido violencia obstétrica. Quiero denunciar"
- Conocemos cómo son los procesos judiciales cuando una víctima denuncia que ha sufrido violencia obstétrica
- Cuando los tribunales españoles no reconocen el daño, se puede poner una queja por violencia obstétrica ante la ONU
- Parir en el siglo 21. El pódcast, disponible en RTVE Play, una investigación para entender qué es la violencia obstétrica
Mariola estaba embarazada. Cuando rompió aguas, le pusieron oxitocina y empezó con los dolores. “Tenía que empujar, porque el niño tenía que salir, pero el niño no salía”, relata ella misma al explica su caso en el capítulo 3 del pódcast Parir en el siglo 21, ya disponible en RTVE Play Radio. Un episodio dedicado a entender cómo son los procesos judiciales cuando una víctima decide denunciar que ha sufrido violencia obstétrica.
“Cogió una banqueta, se subió encima de mi barriga... Hizo de todo”. Así relata Mariola el momento en el que el matrón, se subió a una banqueta y dejó caer todo el peso sobre su barriga, presionando para acelerar la salida del bebé. Este tipo de práctica se conoce como maniobra de Kristeller. Una maniobra desaconsejada por guías clínicas y protocolos de todo el mundo, que cuando se realiza no se refleja en la documentación de los partos.
¿Por qué no se revisó el canal del parto?
Finalmente el niño salió, aunque hubo que hacer una episiotomía y Mariolá sufrió, según su historia clínica, un desgarro de grado 1. A los nueve días recibió el alta y se fue a casa feliz con su hijo, pero ella no se encontraba bien. “Se lo comenté a la matrona y le dije que yo seguía estando mal, que no me encontraba bien, que no podía salir de casa. Que yo estornudaba, hacía algún esfuerzo y yo me lo hacía encima. Entonces, me subió al potro y lo primero que hizo fue echarse las manos a la cabeza y decirme que estaba totalmente abierta. Que me había quedado totalmente abierta y que estaba haciendo todo por el mismo sitio”, recuerda.
Mariola es operada de urgencia y en esta intervención se revela, por primera vez, que estaba roto el esfínter. Una operación que tendrían que haberle realizado en el postparto inmediato.
“Yo no quiero que otra persona tenga esto. Porque esto de por vida es muy duro. Muy, muy duro”, subraya Mariola, que al investigar en internet otros casos como el suyo, quiso hacer algo para que nadie pase por la misma situación. Por eso, decidió ir a juicio.
¿Quién es responsable de los daños sufridos?
En noviembre de 2021, comenzó el juicio en el Juzgado contencioso-administrativo de Mérida. Durante este proceso, se detalló la actuación del matrón y de la ginecóloga. Pero realmente, la denuncia no va contra ninguno de ellos. Mariola reclama al Servicio Extremeño de Salud que repare el daño sufrido. Pero esta administración se niega a asumir ninguna responsabilidad y hasta su abogado, llega incluso a plantear durante el juicio que el desgarro de Mariola podría ser culpa de ella.
El perito reconoce que no hay constancia en la historia clínica de que se explorase a Mariola después de la episiotomía para revisar el canal del parto. “Esa señora marchó con un desgarro de tercer, cuarto grado, de alta”, declaró el perito. Si el matrón hubiera explorado a la Mariola se hubiera dado cuenta de la entidad real del desgarro.
“¿Cómo afecta a la calidad de vida de una mujer este tipo de situaciones?”, preguntó la abogada de Mariola, Francisca Fernández, especialista en derecho sanitario. “Pues yo creo que es fácil de imaginar. Una persona que no contiene las heces, su vida laboral es un tormento. Social, personalmente y laboralmente es un auténtico desastre. Una agonía terrorífica”, contestó el perito.
¿Por qué denunciar la violencia obstétrica?
Asegura la abogada, Francisca Fernández, que detrás de la denuncia que hacen muchísimas mujeres hay una necesidad moral de decir lo que te ha ocurrido y buscar justicia. “Antes, las mujeres nos callábamos ante estas situaciones. De hecho, aún sigue siendo difícil. Especialmente, en casos como este, de incontinencia, en el que la vergüenza se suma a este mensaje que recibimos de: «Tú déjalo, tú cállate». Muchas veces se demanda solamente para salir de ahí, de esa oscuridad. Por tu dignidad. Tú quieres que tu caso sea examinado".
“la violencia obstétrica no es una idea. No es una ocurrencia. Es un problema“
El proceso judicial para esta abogada ya implica un camino valioso en sí mismo al margen de que se gane o no. Mariola está pendiente de la decisión de este juez. Si no le da la razón, tendrá que decidir si recurre ante instancias cada vez superiores: La Audiencia Provincial, el Tribunal Supremo, el Constitucional… Un recorrido que puede llevar años.
Llegar hasta el final
En el pódcast Parir en el siglo 21, la abogada relata cómo entre 2010 y 2012 llegaron a su despacho cuatro mujeres que habían sufrido distintas situaciones que les parecían intolerables desde el punto de vista de su dignidad y de su salud.
En ocasiones, la lucha judicial, tras fracasar en todas las instituciones españolas, ha proseguido presentando una queja por violencia obstétrica ante Naciones Unidas, donde hay 9 comités que supervisan la aplicación de los principales tratados internacionales de derechos humanos. Uno de estos Comités es el CEDAW, por sus siglas en inglés, que trabaja para la Eliminación de la discriminación contra la mujer.
Como experta, la abogada Francisca Fernández, reclama una reeducación dentro del sistema de salud, para que todos estén informadas de cómo se deben respetar los derechos de las mujeres que están en una circunstancia de parto. "Entender cómo el sesgo de género perjudica, opera y perjudica a las mujeres. Es imprescindible”, recuerda, subrayando que “la violencia obstétrica no es una idea. No es una ocurrencia. Es un problema”.
*Todos los capítulos del pódcast Parir en el siglo 21 están disponibles en RTVE Play radio.