Valladolid, paso a paso, piedra a piedra y bocado a bocado

• La plaza Mayor, la más antigua de España y una de las más grandes del país, ha sido el punto de partido de la ruta que hemos hecho en El gallo que no cesa
• La torre de la catedral nos asoma a la ciudad y nos permite observar todo su esplendor
• Tapas y pinchos de calidad acompañados por vinos de cinco Demonimaciones de Origen son la combinación perfecta para disfrutar de la gastronomía pucelana

De la Plaza Mayor nacen diez calles y callejones

A Valladolid hay que acercarse con energía, con los ojos abiertos y con ansias de conocimiento para disfrutar de su animación, su vida cultural y descubrir las historias que salen a cada paso.

En cada calle y plaza, detrás de cada templo y en cada edificio nos encontramos con el pasado y el presente de la antigua (y breve) capital de España.

En El gallo que no cesa, nos hemos ido de ruta a Pucela.

El gallo que no cesa - Tierra sin límites: Valladolid, historia en cada fachada

Una plaza inspiradora

Con unos 300.000 habitantes, Valladolid es la ciudad más poblada de Castilla y León, un lugar donde siempre hay algo que hacer, con una vida cultural enorme y mucha historia."Es una ciudad antigua y una ciudad moderna. Hay una ciudad más tradicional y otra más cosmopolita y las dos conviven perfectamente", explica Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo.

A pesar de sus dimensiones, el centro se recorre muy bien a pie y así, caminando nos familiarizamos con el ambiente de sus calles, parques y plazas.

Flores al final del verano en la plaza de la iglesia gótica de Santa María la Antigua GETTY

Arrancamos la ruta en la plaza Mayor, una plaza roja con soportales que alberga el edificio del ayuntamiento, terminado a comienzos del siglo XX y que ha servido de inspiración a otras plazas posteriores españolas y latinoamericanas.

Ya en la Edad Media, antes de que se construyese la actual, aquí se celebraba el mercado, hoy acoge ferias, conciertos o festivales.

Una catedral por acabar

Desde la plaza Mayor, nos dirigimos rumbo a la catedral. Está a cinco minutos caminando por calles principales. Merece la pena visitarla por su singularidad y, sobre todo, por las vistas que hay desde su campanario. Nos acompaña a su interior la informadora turística Isabel Sánchez: “La maqueta representa el proyecto original de Juan de Herrera. De lo que vemos, tenemos una pequeña parte”. Por problemas monetarios tan solo se levantó un 45% y de ahí su sobrenombre, la inconclusa.

Vista de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción GETTY

Desde lo alto de su única torre se ve todo Valladolid y los alrededores: se aprecian los barrios, los museos, lugares como el Teatro Calderón, sede de la SEMINCI, la plaza Zorrilla, la plaza España… y muchas de las iglesias de Valladolid, entre otras las de Santa María de la Antigua, "el icono de Valladolid" o la magnífica iglesia de San Pablo. En uno de sus laterales, en el colegio de San Gregorio, se halla el Museo Nacional de Escultura que alberga una magnífica colección.

Este museo atrapa aunque hay que reservar tiempo para visitar el museo Patio Herreriano con su colección de arte contemporáneo en uno de los claustros del antiguo monasterio de San Benito, el Viejo Coso, la primera plaza de Toros de Valladolid o el pasaje Gutiérrez, un lugar "muy modernista, muy sorprendente donde el bullicio de las tiendas se mezcla con el de algunos bares más emblemáticos".

Bonito atardecer en la Universidad de Valladolid GETTY

La historia de la ciudad no estaría completa sin mencionar a personajes como Colón (que falleció en Valladolid), Cervantes o Zorrilla. Sus casas-museo los recuerdan, al igual que otros lugares como la plaza Zorrilla o el Campo Grande, uno de los muchos parques con los que cuenta la ciudad como explica la guía Judith Fernández: "Valladolid es una de las ciudades con más zonas verdes y más historia en zonas verdes porque ya en el siglo XIX se creó el jardín de Campo Grande y se empezó a apostar por zonas de ocio verdes para los ciudadanos de Valladolid". Hay muchas más, como la Rosaleda, las orillas del Pisuerga con su playa Las Moreras o el Pinar de Antequera.

De tapas por Pucela

Para comer, en Valladolid, lo mejor es irse de tapas, unos platos de calidad y con nombre propio que, en muchas ocasiones, han ganado el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas o el Mundial de Tapas que se celebran, como no podía ser de otra manera, en Valladolid.

Uno de los premiados recurrentes de estos concursos es el chef Emilio Martín, del restaurante Suite 22 que nos habla de la gastronomía pucelana, "una ciudad con una oferta enorme de producto, el kilómetro cero es nuestro día a día y Castilla y León es la mayor despensa de Europa”.

Tapa de tortilla acompañado de un café GETTY

Con este producto se elaboran pequeñas obras de arte que, acompañadas de un vino de alguna de las 5 denominaciones de origen de la ciudad, dejan muy buen sabor de boca.

Y con las tapas de Valladolid pasa lo mismo que con la ciudad que una vez que pruebas una quieres ir a por más.