Amaya Valdemoro fue al psicólogo para superar sus supersticiones
- Amaya Valdemoro confiesa que cuando era joven estaba tan obsesionada por sus manías que necesito ayuda psicológica
- Aunque la exjugadora del baloncesto era muy supersticiosa, jugaba con el número 13
- Goyo Jiménez busca el humor en el deporte en 'Un país para reírlo', disponible en RTVE Play
Dicen que los deportistas son muy supersticiosos y que tienen muchas manías antes de empezar un partido o una carrera. Amaya Valdemoro, exjugadora de baloncesto, tiene fama de ser mega supersticiosa. “Fui”, puntualiza la deportista madrileña a Goyo Jiménez en ‘Un país para reírlo’.
Valdemoro explica que desde muy joven empezó a ir al psicólogo deportivo, algo que en aquellos tiempos no era muy común. “En mi época, no me querían renovar cuando fui al psicólogo”. Tuvo que acudir a un profesional de la salud mental porque era tan supersticiosa que se obsesionó con sus manías: entrar con el pie derecho a la pista, llevar los mismos calcetines, ropa interior y coletero, peinarse el moño de una manera concreta, hacer unos gestos para evitar lesiones, etc. “Llegó un punto en el que estaba más preocupada de todas las cosas que tenía que hacer antes, que en pensar en el partido”, afirma.
¿Mala suerte?
La exjugadora tenía muchas supersticiones. Sin embargo, jugaba con el número 13 ¿Cómo se explica esto? “No lo quería nadie y siempre me ha parecido un número con muchísima personalidad. ”
Mala suerte no le dio llevar el 13 en su último partido antes de retirarse en 2013. ¡Fue campeona de Europa con la selección española y ganó a las francesas en Francia! Súmale que, además, se rompió las dos muñecas meses antes y pensaba que no podría volver a jugar en su vida: “Me dijeron que no iba a volver a jugar, que si jugaba sería en nueve meses, y a los cuatro meses y una semana estaba jugando.” No poder retirarse en la cancha es lo que más le hubiese dolido. Afortunadamente, “todo se arregló.” y ¡se fue por todo lo alto!