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La Noche D

El alegato feminista de Ana Obregón e Isabel Gemio en La Noche D

  • Las populares presentadoras reflexionan junto a Eva Soriano sobre el machismo en la televisión de los 80 y la actual
  • Ana Obregón recuerda cómo se la tachaba de frívola pese a su formación universitaria y carrera internacional

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Isabel Gemio y Ana Obregón denuncian el machismo de la televisión

En el programa de La Noche D dedicado a los súper shows, Ana Obregón ha compartido sofá con Isabel Gemio, donde ambas han comentado sus dilatadas carreras y han recordado la primera vez que aparecieron juntas en un programa. Corría el año 1990 y fue precisamente en esta casa, en TVE, en un espacio llamado 3x4 en el que Gemio entrevistó a una Obregón cuya carrera estaba entonces en pleno crecimiento.

En aquella conversación, la periodista le preguntaba a la polifacética Ana por la imagen de frivolidad que podía proyectar en aquella época: “Si meterte a los 16 años a estudiar una carrera universitaria y sacar el número dos de la promoción es ser frívola, pues vale. Si hacer cine, trabajar, ir a Estados Unido a prepararte, hacer un máster en dirección de empresas es frívolo, pues de acuerdo”.

Si ser la número dos de tu promoción, hacer cine, trabajar en EE.UU. y hacer un máster es ser frívola, pues de acuerdo.

Unos prejuicios sobre la mujer exitosa que, en opinión de ambas, se debe al machismo de la época: “En cuanto una chica tenía más o menos éxito, ya era frívola. Había muchísimo machismo en televisión y en la sociedad”. Y, pese a que ambas afirman que la situación ha mejorado y la sociedad ha evolucionado, tanto Gemio como Obregón comparten que todavía persiste una parte de ese machismo: “¿Veis en televisión a un chico con canas presentando un informativo o un programa? Sí. ¿Y a una chica?”, cuestiona Isabel Gemio.

¿A qué se agarra Ana Obregón para seguir adelante?

A modo de continuación de aquella primera entrevista realizada en 1990, en La Noche D hemos dado a Isabel Gemio la oportunidad de volver a preguntar a la Ana Obregón actual. Y la periodista ha querido saber a qué se aferra Obregón para seguir adelante después de dos años enormemente difíciles para ella.

“Casi prefiero ni contestar a esa pregunta”, reconoce Ana, “es muy difícil. Cuando te ocurre una tragedia tan grande en tu vida, que no hay nada peor, no te agarras a nada. A intentar respirar y vivir, nada más”, sentencia Obregón.

Y es que el de mayo es, con toda seguridad, un mes fatídico para Ana Obregón. En apenas una semana de margen, se han cumplido uno y dos años respectivamente de los fallecimientos de dos de las personas más importantes de su vida: su madre Ana, fallecida a los 95 años el 21 de mayo de 2021, y su hijo Álex, que murió a los 27 años, el 13 de mayo de 2020, a causa de un cáncer.

El truco íntimo que aprendió Obregón en ¿Qué apostamos?

El próximo año se cumplirán cuatro décadas del estreno de Ana Obregón en televisión. Como no podía ser de otra manera, Ana debutó en TVE, en el especial de fin de año Viva 84, del que recuerda una divertida y comprometida anécdota. “Fueron siete horas de directo, empezamos a las 11 de la noche y ya todo en directo. Había cantantes que tenían que salir a cantar, pero claro, triquitrún triquitrán, y allí no salía ni dios”.

Uno de los mayores éxitos de la carrera de Obregón en televisión, probablemente el mayor, fue el mítico ¿Qué apostamos?, que presentaba junto a Ramón García. Y uno de los momentos más icónicos de aquel formato era la famosa ducha: “Hacíamos seis millones y medio de audiencia y en el momento ducha subíamos a ocho millones. El problema es que el agua estaba helada, yo cantando el qué apostamos y haciendo caritas y muerta de frío”.

Viaje al centro de la tele - Míticos de la tele: 'Qué apostamos'

Sin embargo, el histórico programa sirvió para que Ana Obregón aprendiese un curioso truco para aliviar sus necesidades fisiológicas. Durante las cuatro horas de grabación, “en una carpa donde no había baño”, Ana tuvo que buscar una solución: “Había siete minutos de pausa y en esos siete minutos aprendí a hacerlo en una botella”.

Concursos, series, películas… ¡hasta las campanadas! Ana Obregón ha hecho de todo a lo largo de estas cuatro décadas de trayectoria, pero tiene un lema para mantener los pies en la tierra: “Tanto el éxito como el fracaso me han parecido toda la vida unos impostores, no hay que tomárselos en serio nunca”.