Marilyn Monroe, la sex symbol que nunca se sintió amada

• Nació el 1 de junio de 1926 en California bajo el nombre de Norma Jeane
• Tuvo una infancia dura marcada por el abandono de su padre y la enfermedad de su madre
• Buena parte de sus vivencias las recogía en apuntes en cuadernos que dejaba en cualquier parte

Marilyn Monroe, un icono en la historia del cine

Es un icono sexual, una sex symbol del siglo XX que se ha extendido hasta nuestros días. Pensar en ella es ver aquella imagen con un vestido blanco sobre una rejilla del metro o su famoso Happy birthday mister president que le cantó a John Fitzgerald Kennedy. Marilyn Monroe se convirtió en la rubia tonta de Hollywood por sus papeles en Los caballeros las prefieren rubias o El príncipe y la corista. Aunque en realidad no tenía un pelo de ello.

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Norma Jeane (su nombre antes de ser Marilyn) vino al mundo el 1 de junio de 1926 en la localidad de Los Ángeles. Y con tan solo 36 años murió por una sobredosis de barbitúricos en su casa, en circunstancias que nunca se esclarecieron. La hipótesis más conocida fue el suicido, pero nunca se llegó a corroborar. ¿Cómo una sex symbol llegó a ese desenlace? Lo descubrimos a través de los audios del archivo de RNE.

Primeros años

La actriz estadounidense nació en el seno de una familia desestructurada. Su padre la abandonó a ella y a su madre poco antes de nacer por lo que nunca lo conoció. Ya de mayor le gustaba inventarse un padre. “A veces decía que era Abraham Lincoln, otras que era Clark Gable, junto al que hizo su última película, Vidas rebeldes”.

La Revista - Reportaje sobre la vida de Marilyn Monroe - Escuchar ahora

Su infancia fue feliz pero desde que a su progenitora sufrió un colapso mental y fue ingresada, Monroe pasó a ser una pupila del estado, pasó por familias de acogida y conocidos de su madre y un orfanato donde se sintió abandonada.

“Uno de los grandes temores que la atormentaban era parecer la enfermedad de su madre, esquizofrenia paranoide, especialmente durante sus frecuentes ingresos motivados por las depresiones”, explican en el programa Mujeres malditas de Radio 5.

En ese mismo espacio el historiador y crítico de cine Miguel Ángel Barroso explicó las similitudes de la artista con la vida de su abuela: “Tuvo varios matrimonios, aunque siempre la dejaban. Tenía crisis nerviosas y acabó recluida en un manicomio donde murió. Su madre heredó un poco esa fragilidad mental y acabó internada en Los Ángeles. Marilyn siempre dijo que se sentía una niña diferente a los demás por una razón, porque ella nunca tenía besos y abrazos, estaba sola y que muchas veces deseaba morir sola”.

Primer matrimonio

Durante su adolescencia sufrió abusos sexuales y su única vía de escape fue el matrimonio. A los 16 años se casó con James Dougherty,  cuatro años mayor que ella. “Con la boda había llegado el momento de dejar el instituto para convertirse en una ama de casa tradicional. Su esposo se enroló en la marina para luchar en la Segunda Guerra Mundial”, comentan en El almanaque de Radio 5.

En ese momento Marilyn estaba trabajando en una fábrica y tuvo la oportunidad de ser fotografiada para la revista Yan de Army Weekly. Donde se le abrió la puerta del mundo de la interpretación. “Cuando un fotógrafo me descubrió empecé a cotizar como modelo. Pero a James no le gustaba. Me puso entre la espada y la pared. O continuaba siendo una buena ama de casa o emprendía el camino hacia la fama lejos de él. Se imaginarán cuál fue la respuesta”, lee María Arizala en la piel de la actriz en La noche en vela.

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Tras el divorcio, en 1946, llegó un nuevo nombre y los contratos en el mundo del cine. ¿Pero por qué Marilyn Monroe? El nombre lo escogió por la actriz Marilyn Miller y Monroe porque era el apellido de soltera de su madre.

Joe DiMaggio, el que más la amó

Después de varias películas, a mediados de los 50 se casó con el jugador de béisbol Joe DiMaggio. Una historia llena de inseguridades, de celos y sonados desencuentros, pero con un amor lleno de locuras y desenfreno que duró toda la vida. “La vida prometía amar y honrar y alimentar a Joe pero no podía obedecerle. La provocativa imagen que yo proyectaba no le gustaba”.

La famosa imagen sobre la rejilla del metro donde Marilyn se intentaba aguantar aquel vestido blanco para que no se le viese nada no ayudó. Su matrimonio acabó durando nueve meses, aunque el jugador permaneció a su lado hasta el resto de su vida. ¿Cómo? El día de la muerte de la estadounidense, este reclamó el cadáver, ya que si no lo hubiera hecho habría quedado en el depósito para experimentos de los estudiantes de medicina.

No es un día cualquiera - Marilyn Monroe - Escuchar

“Nunca dejó de amarla, fue probablemente el que más la cuidó y más la quiso. Se encargó de los funerales y del entierro de la actriz. Como él se había quedado con un nicho en el Westwood Memorial Park se lo cede a Marilyn y acaba enterrada ahí”, expone Nieves Concostrina en No es un día cualquiera. Enterrarla allí causa un revuelo que la persona del nicho de arriba pidió antes de morir enterrarse bocabajo para estar cara a cara con la actriz.

Relación más sonada

Marilyn siempre decía que ella pertenecía al público que era su única familia. Para Hollywood era “una caja registradora con una manivela que hacía dinero”. “En ella vieron el dinero a espuertas y nunca la consideraron persona. La consideraban como una caja y ella lo llevaba muy mal”. Incluso llegó a plantarles cara diciendo “yo estoy cobrando una miseria y os estoy reportando una fortuna”, cuenta José Cabrera, autor del libro CSI: Marilyn (Caso abierto) en los Reportajes de Radio 5.

Toda la fama la llevó a codearse con grandes estrellas y personas muy importantes en Estados Unidos. Se habló de que tuvo una noche de pasión con Elvis Presley. Aunque, lo que nunca se llegó a confirmar fue su relación con los hermanos Kennedy: Robert Francis y John Fitzgerald. “En plena Guerra Fría, la relación entre Monroe y el presidente Kennedy es la vida por todo. Pero se hace patente con el sonado cumpleaños feliz que cantó sólo a un mes de su muerte”.

Su pasión por la escritura

Además de ser artista, a Marilyn le gustaba mucho escribir. Recogía gran parte de sus vivencias en apuntes que dejaba en cuadernos en cualquier parte. Todo ese material se compiló en Fragmentos, un libro traducido por Ramón Buenaventura.

El ojo crítico - Los 'Fragmentos' más personales de Marilyn Monroe - Escuchar ahora

“Uno escribe para que lo lea alguien y creo que Marilyn también ha escrito para que lo lea alguien. Estaba pidiendo socorro todo el tiempo y más que socorro está pidiendo reconocimiento”, argumenta Buenaventura en El ojo crítico.

En sus poemas se veía que la actriz era una mujer un poco de dos caras. Por un lado era brillo de focos y en otra, predominaba esa ausencia, esa carencia que le acompañó toda su infancia. “Cuando una persona tiene una sola cara es porque nosotros al mirarla estamos eliminando las demás. Que es lo que hemos hecho con Marilyn desde los comienzos, hemos visto a la actriz, a la sex symbol que fue en su momento”.

Sus versos: Vida, soy de tus dos direcciones. De algún modo permaneciendo colgada hacia abajo. Casi siempre. Pero fuerte como una telaraña al viento. Existo más con la escarcha fría. Resplandeciente. Pero mis rayos con abalorios son el color que he visto en un cuadro. Ah vida, te he engañado.