España fea: la tierra del urbanismo fallido
Noticia Página Dos
- El periodista escoge alguna de las «barbaridades» contra el paisaje cometidas en las últimas cinco décadas
- ¿Por qué no existe en España una institución que proteja la costa, como el Conservatorio del Litoral francés?
- Página Dos pregunta a Rubio por los culpables: políticos inconscientes, promotores corruptos, arquitectos indiferentes
Si le pido que piense en el paisaje de su niñez, seguramente no le vendrá a la cabeza un bloque de pisos, una rotonda o un paso a nivel. Recordará una montaña, un río, el perfil despejado de una costa. El científico Richard Forman define así una de las circunstancias de este tiempo que nos ha tocado vivir: todos atesoramos en la memoria imágenes de lugares que ya no existen, o que se han deteriorado hasta resultar irreconocibles. Parece algo normal, pero no lo es. Eso —y otras cosas— denuncia el periodista Andrés Rubio en España Fea (Debate), y lo hace sin miedo, denunciando el papel que han tenido en ello gobernantes, administradores, burócratas, promotores, constructores y también los arquitectos.
¿Por qué se ha permitido la desaparición de aquellos paisajes? ¿Está España aquejada de ese mal que el historiador Salvatore Settis definió como «el pésimo hábito de legitimar por ley la violación de la ley»?
No todo es negatividad (justificadísima) en el libro de Rubio. También analiza algunos ejemplos de barrios y ciudades bien estructuradas, como Barcelona, Santiago de Compostela, Albarracín o Vejer de la Frontera. El periodista desgrana con sensibilidad y datos rigurosos los disparates de todo el litoral, pasando por la España vaciada y el desastre urbanístico de Madrid. Los medios también recibimos nuestra reprimenda: los intereses de políticos y promotores han encontrado muchas veces el silencio cómplice, la indiferencia o el desconocimiento del mundo intelectual y los medios de comunicación.
Rubio no es, por suerte, el primero en denunciar esta desviación de un urbanismo sensato, estético y práctico a un urbanismo “toma el dinero y corre”. Tres amigos ingenieros y un arquitecto crearon en 2013 Nación Rotonda, una web con el lema Ante todo esto era campo, y un escaparate de los desmanes urbanísticos e irreversibles del país. También publicaron un libro en el que imágenes de Google Earth sirven para entender de un plumazo cómo paisajes que ya eran no solo perfectos sino necesarios pasaron a ser una obra espantosa dejada a medias por falta de dinero.
Otros libros que abordan el asunto de la ciudad juiciosa son La ciudad bien temperada (Jonathan F. P. Rose), Mujeres, casas y ciudades (Zaida Muxí), Teorías e historia de la ciudad contemporánea (Carlos García Vázquez), El lenguaje de las ciudades (Deyan Sudjic) o el fundacional —debería leerse y debatirse en las escuelas— Muerte y vida de las grandes ciudades, de Jane Jacobs.
En el año 2080, el 80% de la población mundial vivirá en ciudades. El panorama no anima a ser optimista: desigualdades, cambio climático, agotamiento de los recursos, crecimiento demográfico, migración masiva… España fea, a medio camino entre la crónica, el ensayo y el libro de viajes, nos hace reflexionar sobre el respeto a lo público, el papel de las instituciones y los ciudadanos, la ordenación del territorio, el bien común. «Se ha apartado a los sabios del pensamiento de ciudad», denuncia Rubio, «y prolifera el mal gusto, la falta de un criterio unificado, el desbarajuste.»