Jesús Carmona y su baile para mirar a la cara a las bestias
- El espectáculo Baile de bestias del bailaor ha sido galardonado con dos Premios Max 2022
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El bailaor Jesús Carmona reconoce que se encuentra entre “pletórico”, “muy feliz”, “un poco todavía incrédulo” y que “no lo he asimilado del todo” por el doblete en los Premios Max 2022 por Baile de bestias como Mejor intérprete masculino de danza y Mejor espectáculo de danza. En Tarde lo que tarde ha contado que “estoy ahí poquito a poco procesando, atendiendo a todos los amigos, familiares, compañeros que me están escribiendo, mandando cariño y deseos, pero sobre todo muy feliz y muy orgulloso del equipo con el que hemos creado” esta función.
Sobre el galardón de Mejor intérprete masculino ha señalado que no te lo esperas, pero “dices, a ver si este año cae de repente, tengo la suerte de que se fijen en mi trabajo y me den esa manzana tan codiciada”. Pero sobre el de Mejor espectáculo ha explicado que le “pilló 100% desprevenido. Las cosas de los artistas, no somos así, nuestras inseguridades [...]. No me lo esperaba para nada. Yo soy buen bailarín, buen actor creo que no y fue una reacción superespontánea y supersincera, pero supercontento y superorgulloso de mi equipo. Esta manzana va para ellos 100%”.
El ‘sí’ es de agradecer
Carmona cuenta que no sabe muy lo que significan este tipo de Premios, “pero sí que sé que es un reconocimiento de la cultura y de nuestra profesión, que eso siempre es agradable [...]. Nos han escrito de dos o tres festivales interesándose por 'Baile de bestias'. Es superpositivo. Para mí lo más bonito es que estos reconocimientos vengan de nosotros mismos, de nuestra profesión y que nos ayudemos y nos apoyemos en este proceso creativo, como dije en mi discurso tenemos muchos 'no' en nuestro camino y de repente que caiga algún 'sí' siempre es de agradecer”.
“Quería dejar de empujar”
Con el nombre Baile de bestias de este espectáculo ha explicado que se refiere a “todos esos sentimientos, emociones, vivencias, incluso todas esas personas que de repente de una forma u otra nos hacen cuestionarnos, nos hacen sufrir”. “A veces empujamos para abajo para poder seguir con nuestro día a día. Tomé la decisión de que quería dejar de empujar y que quería darle luz y ver qué es lo que pasaba”.
“Lo que ha pasado es que aprendí a bailar con ellas, que he aprendido de mí mismo, me han hecho mejor persona, me han hecho mejor artista, creo que también me han hecho mejor creador, porque los miedos siguen estando ahí, pero al menos ahora lo miro a la cara y hablo con ellos e incluso les escucho. Por eso creo que este espectáculo está funcionando también, porque son sentimientos universales. Hay muchos sentimientos y muchos momentos que son muy personales, pero al final son sentimientos y emociones muy universales que cualquier espectador conecta con ellas”.
Flamenco, butoh o rap
Describe el espetáculo como el “más sincero a nivel artístico que he hecho, con menos prejuicios y menos imágenes estipuladas de lo que debe de ser un bailarín, un bailaor o alguien que trabaje en el flamenco o en danzas españolas”. En cuanto a la mezcolanza de estilos señala que “ha salido de una forma muy natural” donde se une el flamenco, la danza española o un proceso creativo surgido de la danza japonesa llamado “butoh”. Esta variedad también se da en la música que “defiende solo encima del escenario” Manu Masaedo: “Hay flamenco, trap, rap, músicas de todo tipo y eso acerca a todos los públicos”.