MasterChef 10 | La historia que une a Adrián y a Martín Berasategui
- El chef y el aspirante comparten en MasterChef 10 sus historias personales
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A lo largo de la décima edición de MasterChef, hemos ido descubriendo los detalles de la historia de superación que Adrián tiene a sus espaldas. Pero en el noveno episodio hemos sido testigos de un momento impagable. El aspirante descubrió qué le une al chef Martín Berasategui. Dos sucesos tristes que comparten el chef y Adrián y que les hacen cada día más fuertes. Lo analizamos.
Adrián, Claudia, Luismi y Verónica llegaban a la prueba de eliminación con el delantal negro al cuello. Los cuatro lucharían por continuar una semana más en MasterChef 10. Pero por delante, tendrían un reto mayúsculo. Hacer una réplica del plato de varios de los chefs más prestigiosos de nuestro país. Además, el paso a paso de la receta se lo contaría un compañero ya salvado. A Verónica le tocó un plato de Rafa Zafra, a Claudia uno de Dani García, a Luismi uno de Iván Cerdeño y a Adrián uno de Martín Berasategui.
Antes de hacer su entrada en plató, los chefs, a través de una tablet, les dedicaron un mensaje a los aspirantes. Y en el momento en el que Adrián vio que Martín Berasategui le dedicaba unas palabras explotó de alegría. "Llevo siguiéndote todo el concurso y quiero darte ánimos para seguir. A mi tampoco me gustaba estudiar, hasta que entré en una cocina. Estoy seguro de que tu madre está muy orgullosa", le dijo Martín al aspirante.
"Tu padre y el mío nos están vigilando desde arriba"
Pero lo que unió definitivamente a Adrián y a Martín Berasategui fue una historia del pasado. El aspirante le contó al premiado chef el accidente que sufrió su padre cuando el todavía era un niño. Pero lo que no se esperaba Adrián era el gran apoyo y la empatía que mostró Martín. Y es que, según contó Pepe Rodríguez, Berasategui también perdió a su padre cuando era muy joven. Esta confesión hizo que el chef se viera un poco reflejado en Adrián. "Tu padre y el mío nos están vigilando desde arriba", aseguró el chef. Las lágrimas de emoción lo expresaban todo en la cara del aspirante: "Os habéis superado", dijo agradecido.
Todavía asimilando las emociones, Adrián confesó que trabajaría duro en el plato de Martín Berasategui para hacer una réplica de la mejor manera posible y así dedicarle el plato a su padre. Y así fue. Al probar el plato de Adrián los jueces aseguraron que se parecía bastante al del chef vasco. "Hay que ser muy puntilloso para sacar defectos a tu plato. Está muy bien", afirmó Pepe. Martín, por su parte, felicitó a Adrián y le dijo que "le había tocado la fibra". El aspirante vasco no se lo creía: "Esto me da fuerzas para hacer las cosas bien".
La confesión de Adrián
El aspirante vasco confesó hace varias semanas su paso por la cárcel: “Tuve una pelea de bar, algo que le puede pasar a cualquiera. Él estaba de permiso, estaba en la prisión, salió de permiso, quería problemas y yo lo pasé muy mal. La vida en la cárcel es muy dura, te levantas, desayunas y si tienes suerte no viene nadie a pedirte el café. Y si te lo piden les dices que no y te pegan una paliza”. Su origen humilde y su escasez económica le han impedido poder pagar y aún sigue con una pulsera telemática. “Me avergüenza, he pasado por cosas muy duras. Pero ahora estoy viviendo un sueño así que de lo otro me olvido”.
Según afirma él mismo, Adrián ya ha pasado página y ahora quiere ser feliz y dedicarse a la cocina. En MasterChef se crean momentos mágicos y en esta ocasión le ha tocado al aspirante vasco disfrutar de la magia que se vive en las cocinas del programa. Seguro que este encuentro con Martín Berasategui ya es un recuerdo imborrable para Adrián. ¡Te lo mereces, aspirante!