Aguas de vida en peligro: ¿Cómo está la salud de manantiales subterráneos y lagos termales?

• La Naturaleza nos proporciona aguas de vida: el agua no sólo sirve para abastecimiento humano o regadío agrícola
• La declaración de aguas mineromedicinales y termales corresponde al Instituto Geológico y Minero de España
• La composición química natural de las aguas puede verse alterada por actividades humanas
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Lago termal a 32ºC.

Poca gente sabe que el agua, nuestro auténtico elixir de vida, no sólo sirve para abastecimiento humano o regadío agrícola. La Naturaleza es sabia y nos regala manantiales subterráneos de aguas mineromedicinales, flujos de agua o ríos, saltos, cataratas y lagos termales por encima de los 30º C. Pero, ¿cómo se declaran estas aguas de utilidad pública? Y, sobre todo, ¿cuáles son los criterios de protección de estas aguas de vida, que criterios de uso son compatibles con la sostenibilidad ambiental?

La competencia de la declaración de aguas mineromedicinales y termales es del IGME, el Instituto Geológico y Minero de España. El primer paso es el análisis de las muestras susceptibles de ser declaradas “de utilidad pública”: en el Laboratorio de Aguas del IGME/CSIC, radicado en la localidad madrileña de Tres Cantos, cuentan con equipos avanzados para la realización de un amplio rango de ensayos y análisis químicos de aguas, petrográficos, geotécnicos y de proceso de minerales. Es el único laboratorio oficial que dilucida la composición de todo tipo de agua, tanto para muestras que llegan de titularidad pública como de manos privadas, tanto si se trata de un nuevo manantial de uso terapéutico como de un pozo de un particular con trazas de contaminación por vertidos químicos. La composición química natural de las aguas puede verse alterada por actividades humanas.

Tipos de aguas

Las aguas de manantial son de un extraordinario valor y nuestra legislación ambiental exige un perímetro de protección ante cualquier fuente de aguas mineromedicinales de utilidad pública. Las aguas termales son aguas de vida y función terapéutica, siempre que sumen 4ºC a la temperatura del paisaje donde se encuentran.

Laguna del Espejo RTVE

Existen diferentes tipos de aguas termales, en función de las características minerales que arrastran desde el interior de la Tierra: las ferruginosas son aguas termales indicadas para anemias y enfermedades hepáticas; las cloradas lo son para afecciones del aparato digestivo y problemas dermatológicos; las sulfurosas, para la psoriasis y problemas respiratorios; y las bicarbonatadas, con CO2 bicarbonato de sodio, calcio, cloro o azufre, que mejoran el funcionamiento del páncreas.

Monasterio de piedra y Termas Pallarés

Nuestras cámaras viajaron al paisaje indómito del Monasterio de Piedra, un vergel de agua y vegetación de ribera de propiedad privada, auténtico ejemplo de que respetar el flujo natural del agua es una apuesta decidida por la sostenibilidad. Este paisaje aragonés fue adquirido en 1843 por la familia Muntadas para, en un principio, usar el agua como recurso energético para su explotación textil. Pero la Naturaleza ganó y experimentó un cambio de uso: la actividad turística y el uso hidroterápico de los manantiales del río Piedra.

"Termas Pallarés", Alhama de Aragón rtve

Al final de nuestro viaje rodamos en Termas Pallarés,

Monasterio de Piedra rtve

El uso terapéutico en esta villa termal viene de lejos, cuando se comprobaron de manera fehaciente sus bondades para la mejora de las articulaciones, las vías respiratorias y… la salud mental. En 1860 se declararon de “utilidad pública” sus aguas sulfurosas, indicadas para la psoriasis, el aumento del flujo sanguíneo, el estrés y la ansiedad. Bañarse en el segundo lago termal en Europa, dos hectáreas a los 32 grados de temperatura a los que mana y que se renueva de forma constante, es todo un privilegio. Aguas curativas, aguas de vida.