Un tesoro natural a las puertas del Parque Nacional de Cabañeros
- Te invitamos a recorrer un jardín salvaje salpicado de cascadas, la Garganta de las Lanchas
- Los montes del Valle del Gévalo concentran decenas de carboneras, vestigios de un laborioso sistema para obtener energía
- Subir a Las Moradas implica estar a pocos metros del rastro dejado por un invertebrado hace 400 millones de años
- ¡Descubre una ruta de senderismo por la zona en '80 cm'! en RTVE Play
Esta semana Juanjo Pardo nos plantea dos rutas por los montes de Toledo: Ruta en Las Hunfrías y Ruta en Piedraescrita.
Ruta en Las Hunfrías
En Castilla-La Mancha más allá de las planicies se encuentran los Montes de Toledo y en el 80 CM hemos puesto el foco en el Valle del Gévalo.
Cerca de la pedanía de Las Hunfrías, arranca el sendero de La Garganta de Las Lanchas.Una lancha es una piedra grande, lisa y por la que fluye el agua y en esa ruta se dan todos esos elementos. La garganta es un valle boscoso que fue declarada Microrreserva en 2003 por su valiosa variedad de especies amenazadas de flora y fauna. Nada más salir de la Caseta de la Microrreserva, encontramos varias cascadas que nos llevan hasta el final del sendero señalizado.
Llegados a ese punto conviene regresar por el mismo camino, excepto en el caso de ir acompañados por un guía acreditado que conozca la zona a fondo.
En el 80 CM Juanjo Pardo se aventuró a subir hasta el Atalayón y contemplar desde allí las vistas de los alrededores, incluido el Parque Nacional de Cabañeros.
Ruta en Piedraescrita
Fuera de los contados días en que el Camino de Las Tejadillas está cerrado y debidamente señalizado para realizar batidas de caza, el pinar invita a subir hasta el Pico de Las Moradas. Se trata de una ruta muy exigente, no señalizada, que hay que evitar en los días de calor y para la que es necesario ir acompañado por un guía.
Durante la ascensión pueden verse muretes de piedra que soportan antiguas carboneras en las que muchos habitantes de la zona encontraban su modo de vida a base de pasar largos períodos de tiempo en el monte cortando leña y convirtiéndola en carbón vegetal. Obtenían el agua para sobrevivir abriendo pozos en una pedriza próxima, que en su lado norte acoge un islote de tierra en la que crecen tejos, acebos, arces de Montpellier, quejigos y encinas.Una vez alcanzada la cumbre, comprobamos que el Pico de Las Moradas se compone de un inmenso llano en el que reposar antes de iniciar el descenso hacia Piedraescrita, otra pedanía de Robledo del Mazo.
Tomamos dirección oeste y cuando empezamos a bajar, los guías del 80 CM nos dejan frente a un auténtico tesoro de período Paleozoico: una cruziana gigante o rastro que dejó en el fondo marino un trilobites, un animal invertebrado que existió hace algo más de 400 millones de años. El tamaño de su impresionante marca en la roca lo convierten en uno de los más grandes que se pueden contemplar en todo el mundo.