José Martín, artista outsider de Tazacorte y precursor del arte queer y pos-humanista, en Metrópolis
- José Martín (1922-1996) fue un prolífico pintor autodidacta que vivió al margen de la sociedad y solo accedió a exponer su trabajo en muy contadas ocasiones
- La gran exposición retrospectiva dedicada al artista por el CAAM en 2021 descubrió al mundo del arte la obra sumamente visionaria de un personaje muy singular
- José Martín, se emite el jueves 30 de junio, a la 01.10h en La 2
Con este monográfico dedicado a José Martín en el centenario de su nacimiento, Metrópolis retoma su serie sobre artistas outsiders, iniciada en 2005 para dar a conocer experiencias artísticas desarrolladas al margen del sistema del arte. El término “arte outsider” engloba prácticas autodidactas, visionarias y terapéuticas que, basadas en la intuición y el proceso, producen un arte sumamente pulsional y sincero.
El programa se compone de un recorrido por la exposición en el Centro Atlántico de Arte Moderno - CAAM, fragmentos de documental biográfico realizado por encargo del Centro, y entrevistas con varios de los responsables del proyecto.
José Martín, el personaje
José Martín (1922, Tazacorte – 1996, Santa Cruz de La Palma) se distinguió, desde joven, por su carácter retraído. Empezó a pintar en su etapa escolar apoyado por su padre que le enseñó perspectiva y dibujo; más tarde se valió de libros de pintura para aprender a pintar acuarelas. Con 12 años, finalizada la escolarización obligatoria, empezó a trabajar con su padre en la construcción y aprendió el oficio de albañil, pero a su vuelta del servicio militar se mudó a un almacén abandonado para dedicarse a la que veía como su auténtica profesión, la pintura.
Su espíritu inconformista le acarreó problemas con la policía que lo detuvo en varias ocasiones por alteración del orden público. Por haber falsificado billetes de cien pesetas en acuarela fue condenado a 12 años de cárcel; cuando, gracias a un indulto, quedó en libertad dos años después, se había convertido en una persona extremadamente desconfiada, a la vez que definitivamente marginada. Entre labores de albañilería y encargos de cuadros logró asegurarse un humilde sustento vital.
A mediados de los años 60 se mudó a una casa-cueva en el Barranco de Tenisca, donde vivió hasta su muerte. En los años 70 empezó a pintar al óleo, y en 1979 aparece, por primera vez, en el panorama del arte canario con una exposición en la Sala Conca de La Laguna, cuyo director Gonzalo Díaz había conocido a José Martín por intermediación del artista Cándido Camacho. A esta exposición le siguieron otras seis, tanto individuales como colectivas, en diversas salas de Tenerife y La Palma, y una exposición póstuma en Tazacorte en 1996.
José Martín, la exposición
En 2021, el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas rescató del olvido la figura de José Martín con una exposición retrospectiva comisariada por el historiador tinerfeño Celestino Celso Hernández y precedida por varios años de investigación, localización, catalogación y restauración. De las 230 obras encontradas hasta la fecha de la inauguración, se expusieron 107 cuadros fechados entre 1950 y 1995, que, en su conjunto, dan cuenta de la maestría técnica y la desbordante imaginación del artista. Pintó los volcanes y otros parajes naturales de su entorno, lo mismo que paisajes inventados; entre sus bodegones se percibe cierta fascinación con las peceras que da paso a grandes acuarios y paisajes submarinos en otros trabajos; y pocos de sus retratos se detienen en la mera representación del personaje. Él mismo distinguió siempre entre los cuadros realizados por encargo, aptos para cualquier salón de Tazacorte, y sus “pinturas raras” en las que plasmó sus miedos y sus traumas, pero también sus sueños y sus deseos.
Con un lenguaje que combina elementos de la pintura naíf, el simbolismo, el surrealismo, el expresionismo, el muralismo mexicano o de la obra de Frida Kahlo, retrata el amor, el pecado, la muerte, la guerra, lo irracional, lo mágico y lo onírico. Pero lo más llamativo de su obra son, sobre todo por el momento y contexto de su producción, la presencia de un gran número de mujeres fuertes, insumisas y autosuficientes; la ambigüedad sexual y la ambivalencia de género de muchos de sus personajes; y el enfoque de la relación, y a veces también la hibridación, entre seres humanos y animales.
José Martín, el documental
Ante la escasa documentación que existe sobre la vida de José Martín, el CAAM encargó la realización de un documental de investigación sobre su persona. Partiendo prácticamente de cero, el cineasta tinerfeño Miguel G. Morales fue, poco a poco, adentrándose en el mundo y la personalidad del artista. Consiguió localizar a varias de las pocas personas que lo conocieron de cerca, entre ellas la poeta Elica Ramos, joven musa y amiga íntima del pintor, cuyo testimonio se convirtió en hilo conductor de un ensayo sumamente poético y de gran valor documental, que arroja un poco más de luz sobre esa figura solitaria que logró vencer las adversidades de la vida gracias a la pintura.