Enlaces accesibilidad
Orgullo LGTBIQ+

Aaron Lee, el violinista que salva vidas con 'Yo soy el que soy': "Evitamos un suicidio"

Noticia Atención Obras 
  • Con 17 años, el músico Aaron Lee dio el paso de decirle a sus padres que era gay
  • Le hicieron sentir vergüenza, miedo al rechazo e incomprensión. Todo aquello quedó plasmado en Yo soy el que soy
  • Una autobiografía que habla de la superación llevada al teatro y que ahora puede verse en RTVE Play

Por

Aaron Lee lleva su historia de superación a la televisión en 'La 2 es teatro'

Hace un año, cuando Aaron Lee llevó a los escenarios la historia personal que plasmó en la autobiografía Yo soy el que soy (Letrame, 2020), descubrió cómo la verdad puede salvar vidas. “Salía del teatro y la gente seguía llorando aún, tratando de recuperarse a lágrima viva”, cuenta el musico madrileño de origen surcoreano del publico que acaba de conocer con esta obra a aquel Aaron de 17 años que se enfrentó al rechazo, la soledad y la crueldad con la que su familia respondió a saber que era gay.

“Me acuerdo de todas las salidas de armario que hubo tras ver esta obra, tanto de chicos jóvenes como de mayores, que o no se atrevieron en su día o necesitaban la confianza que da un desconocido para contar algo tan íntimo”, confiesa Lee.

Compartir su historia desde el plano público del arte, contando aquel relato con la vulnerabilidad de la narración en primera persona, atravesado por el dolor, pero haciendo tremendamente empoderado y desde la verdad, hizo que Aaron recibiese el conmovedor mensaje de un adolescente que, tras conocer su historia, saco de su mente la idea de la muerte. "Evitamos directamente que aquella persona se suicidase", dice el músico, habla en plural, porque este camino hacia la luz no lo ha hecho solo.

'Yo soy el que soy', de Aaron Lee, se adapta a la televisión en 'La 2 es teatro'

'Yo soy el que soy', de Aaron Lee, se adapta a la televisión en 'La 2 es teatro'

Honestidad, dolor, arte y orgullo

Cargado con su verdad, acompañado al piano por Miguel Ángel Castro y por la actriz María Romero, que se mete en su piel, Aaron tocó el corazón de hijos y padres. “Uno de los recuerdos más emotivos fue cuando unos padres me vinieron llorando, pidiéndome perdón y no sabía por qué. Me explicaron que eran como mi padre, que estaban en esa situación difícil de no entender a su hijo, pero que mi obra les había abierto los ojos y, al menos, ahora sabían lo que no tenían que hacer”, recuerda. “Para mí eso es misión cumplida. No me importa si el teatro está lleno o vacío, para mí salvar una vida o el que un padre pueda abrazar a su hijo sin importar su orientación sexual, ese es el éxito de verdad”.

Su familia le hizo sentir vergüenza. Miedo al rechazo, a la incomprensión. Lo encerraron y maltrataron en una Iglesia de una isla cerca de Corea, donde pretendian que se curase de su enfermedad. Fue tal el sufrimiemento que para sobrevivir se autoimpuso la norma del silencio. “Aquí no ha pasado nada. Todo tiene que volver a la normalidad”. Así ocurrió durante años, hasta que en hace dos años decidió contar su historia. Primero a través de la palabra, más tarde sobre los escenrios, ahora en televisión.

Un viaje hacia la verdad

En Yo soy el que soy se plasma un viaje de resituación en el que el dolor da paso al orgullo, la tortura a la sanación, las sombras a la luz. Después de ponerle palabras en su libro y tras subirse a las tablas del antiguo Teatro Pavón Kamikaze, ahora, este relato de superación, resiliencia y lleno de verdad alcanza un grado más para extenderse en el espacio público.

El próximo 29 de junio, coincidiendo con las celebraciones del Orgullo LGTBIQ+ en RTVE, el programa La 2 es teatro estrena la adaptación de Yo soy el que soy. Una nueva versión enriquecida con una puesta en escena que mezcla pantallas audiovisuales y una actuación sorpresa que podrá verse en abierto por La 2 y en RTVE Play.

Acompañado por su violín, Yo soy el que soy saca a escena el infierno personal de Lee a través de la actuación de María Romero, encargada de meterse en la piel de Aaron Lee. “Estaba muy pensado el hecho de que fuese una mujer la que me diese voz, el hecho de que sea una chica universaliza la historia”, cuenta Lee.

Aaron Lee, la directora Sara Pérez, el pianista Miguel Ángel Castro y la actriz María Romero

Aaron Lee, la directora Sara Pérez, el pianista Miguel Ángel Castro y la actriz María Romero

Verdad en tiempos de odio

La actriz se adentró en esta historia personal con muchísimo respeto, algo de lo que tuvo que deshacerse para poder entrar plenamente en la interpretación. “La responsabilidad era muy grande, pero me parecía tan bonito el mensaje y tan necesario que en cuanto me lo propusieron dije que sí”, cuenta la interprete. “Desgraciadamente, a día de hoy continuamos con muchísima violencia, por parte de personas que todavía no entienden cómo gestionar según qué situaciones y no permiten a otros vivir la vida que quieran, sin pisoteando a nadie”.

Para Lee también era importante que la dirección corriese a cargo de una mujer, en este caso de la dramaturga Sara Pérez. “Hemos trabajado la historia desde el foco de una familia, en la que todos puedan sentirse identificados, una familia que es víctima, todos. No hemos buscado culpables, todos son víctimas de situaciones sociales o trabas sociales que nos impiden amar de una manera sana”, cuenta la directora.

Del libro al escenario y del escenario a la televisión. La adaptación de Yo soy el que soy con su emisión en La 2 es una oportunidad para que su mensaje y el efecto salvador de la verdad pueda alcanzar a un mayor número de personas. Porque como dice el propio Lee, “cuanto más te abres y muestras lo vulnerable que eres, más fuerte puedes hacerte y actualmente, cuando suenan tambores de odio continuamente, es necesario, más que nunca, un poco de luz, empatía, sensibilidad y de verdad”.

Aaron Lee fue instruido para ser un virtuoso del violín. Y lo es. Pero es mucho más que un músico extraordinario: es una persona extraordinaria. Afable y cercano como pocos, pasar un rato con Aaron es toda una lección de optimismo y de maneras de afrontar la vida.