Código Hays: la época en la que Hollywood lo censuraba todo
- Las normas marcaban lo que se podía ver y lo que no en las películas
- Algunos directores, como Alfred Hitchcock, consiguieron burlar a los censores con ingeniosas estrategias
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En ‘Saber y ganar’ nos encanta hablar de cine. En una de las preguntas de hoy se ha recordado algo que tiene mucho que ver con las películas del Hollywood clásico y que marcó, sin duda, la forma de rodar y montar las historias que luego saltaron a la gran pantalla: Hollywood clásicoel código HaysEste conjunto de normas, creadas por William H. Hays, miembro destacado de la Asociación de Productores Cinematográficos (MPPA), se establecieron en 1930 aunque no comenzaron a aplicarse hasta 1934.
El código Hays estuvo en vigor hasta 1967 y aunque nació con carácter progresista, con intención de promover el antibelicismo, la igualdad entre clases y como plataforma de denunciar contra el abuso de poder, acabó siendo una censura en toda regla que mutiló decenas de films.
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Crímenes poco detallados y personajes sobrios
El código Hays tenía unas normas principales que eran las siguientes:
- No se autorizará ningún film que pueda rebajar el nivel moral de los espectadores. Nunca se conducirá al espectador a tomar partido por el crimen, el mal, el pecado.
- Los géneros de vida descritos en la película serán correctos, teniendo en cuenta las exigencias particulares del drama y del espectáculo.
- La ley, natural o humana, no será ridiculizada y la simpatía del auditorio no irá hacia aquellos que la violentan.
Pero además, se diseñaron reglas concretas para algunas temáticas. En el caso de los asesinatos, por ejemplo, estos no debían presentarse de forma muy explícita para evitar que fuesen objeto de reproducción por parte del espectador. Además, no se podía mostrar nada relacionado con el contrabando ni con el tráfico clandestino de drogas. Los censores tenían especial fijación con no exponer el alcohol en las películas, llegando a escribir que “no se dará lugar al alcohol en la vida norteamericana”. En caso de que saliese algo, siempre debía ser con moderación.
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Religión y sexo, dos de los temas con más normas
La blasfemia estaba prohibida y los sacerdotes, pastores y hombres de Dios nunca podían asociarse a crímenes o actos impuros. Además, se exigía que Cristo fuese tratado con respeto, al igual que la Virgen. En cuanto al vocabulario permitido, los guionistas no podían incluir palabras como “mierda”, “jodido”, “dios”, “puta”, “mariquita”, “cornudo” o “Cristo”, entre otras.
Pero si hubo un tema que se llevó la palma en cuanto a restricciones, este fue la sexualidad. Sobre las escenas de pasión se explicitó que no debían ser introducidas en la trama salvo que fuesen indispensables; no sé mostrarían besos ni abrazos de una lascividad excesiva, de poses o gestos sugestivos; el tema de la pasión debería ser abordado de manera que no despertase emociones viles o groseras. Además, el matrimonio siempre debería mostrarse con su carácter sagrado y el adulterio nunca debería parecer atractivo ni provocar “curiosidad malsana” en el espectador.
Vestuario y desnudos
El código Hays marcaba que los desnudos estaban prohibidos y que los órganos genitales masculinos no podían intuirse bajo los ropajes de los actores. Una de las exigencias de la normativa decía que “las escenas de quitarse las ropas deben evitarse si no son indispensables para la trama. En lo sucesivo queda prohibido mostrar a las mujeres quitándose las medias. Nunca un hombre deberá quitar las medias a una mujer. No está permitido para los hombres quitarse el pantalón. Si el argumento lo exige, se les puede mostrar con el pantalón ya quitado a condición”.
Los bailes también tenían sus limitaciones. No se podían realizar movimientos que incitasen a la provocación o que pudieran resultar sexuales (recordemos que Elvis Presley fue catalogado de indecente por su forma de mover las caderas) y tampoco se podían mostrar los ombligos.
Hitchcock, especialista en burlar la censura
El código Hays hizo que muchas películas no pudiesen seguir su guion original y que las historias que narraban quedasen deformadas (y a veces hasta incomprensibles) en su resultado final. No obstante, el ingenio de muchos directores hizo que pudiesen burlar a la censura y producir escenas que deberían haber estado prohibidas, y Aldred Hitchcock
Famosa es la anécdota del pecho que aparece en ‘Psicosis’. En segundo plano, sí, y desenfocado, pero el mago del suspense logró colar un seno en la icónica escena de la ducha. En esa misma película también dedicó un primer plano a un retrete, el primero en la historia del cine, algo que no permitía el código Hays pero que todos los espectadores acabaron viendo en el cine.
En ‘Encadenados’ coló un beso apasionado entre Ingrid Bergman y Cary Grant y para evitar la censura, pidió a los actores que interrumpieran su beso cada tres segundos. Hitchcock convenció a los censores de que aquella escena en realidad eran muchos besos cortitos y se salió con la suya.
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