Enlaces accesibilidad

¿Cómo se hace ciencia y tecnología en medio del desierto?

  • El gobierno saudí ha creado un centro de investigación científica y tecnológica atípico para los estándares internacionales
  • La universidad KAUST ha logrado situarse como un polo de atracción de talento en poco más de una década
  • La financiación económica holgada es clave para contratar a investigadores internacionales
  • El cazador de cerebros: los lunes a las 20:00 en La 2 | Puedes ver todos los programas en RTVE Play

Por
El cazador de cerebros - Ciencia y tecnología en el desierto

Europa, Estados Unidos y China concentran la mayor parte de la producción científica del mundo. Aun así, no son los únicos países capaces de investigar al más alto nivel. Mario Lanza, científico español amigo de Pere Estupinyà, asegura que ha encontrado en pleno Oriente Medio la mejor oportunidad para desarrollar su carrera y que su universidad se ha transformado en un polo de atracción de talento internacional. Debido a su entusiasmo, quisimos conocer cómo se hace ciencia y tecnología en el desierto de Arabia Saudí, a la orilla del Mar Rojo.

Conscientes de que el petróleo como fuente de riquezas ilimitadas tiene los días contados, el gobierno del país árabe decidió apostar fuerte en ciencia y tecnología con la mira puesta en un futuro económico alternativo a los hidrocarburos. Así, la universidad KAUST (del inglés King Abdullah University of Science and Technology) fue creada de la nada hace poco más de una década para buscar soluciones a los grandes retos energéticos, ambientales y tecnológicos de la actualidad y, según el ranking de la revista Nature, ya se sitúa entre las seis mejores universidades del mundo fundadas hace menos de 50 años.

Pere Estupinyà recorre este centro de investigación aplicada en El cazador de cerebros para conocer cómo funciona una universidad tan atípica y qué tipo de investigaciones se realiza allí. Desde ciencias biológicas, computacionales e ingenierías diversas, KAUST reúne líderes y expertos en su campo de todo el mundo que, gracias a la gran financiación que recibe el centro, pueden desarrollar su especialidad ampliamente.

Ciencia y tecnología en el desierto

La universidad KAUST ha logrado situarse como un polo de atracción de talento en poco más de una década. RTVE

Un espacio ideal para la innovación

La primera parada de nuestro recorrido es en el invernadero del catedrático de Cambrigde, Mark Tester, experto en botánica. Él y su equipo están desarrollando cultivos que pueden soportar condiciones de estrés salino, para así poder crear variedades capaces de crecer en zonas cálidas y con escasez de agua dulce como el norte de África, Asia occidental, el Oriente Medio y Asia meridional.

Ciencia y tecnología en el desierto

La comunidad de científicos que investigan en KAUST es internacional y muchos de ellos son españoles. RTVE

En otro ámbito tecnológico, el ingeniero aeroespacial Matteo Parsani y su equipo trabajan con algoritmos de gran precisión que les permiten simular la interacción de los objetos con los fluidos. Estos algoritmos pueden servir para mejorar la aerodinámica de un coche de Fórmula 1, construir aerogeneradores más eficientes e incluso ser aplicados en bioingeniería para saber cómo un fármaco detecta una célula cancerígena.

Otra de las causas por la cuales destaca el KAUST es su equipamiento puntero. Para que los docentes e investigadores puedan llevar a cabo su trabajo sin impedimentos, los laboratorios centrales de la universidad tienen 265 empleados destinados a dar soporte a todas las áreas de investigación que se realizan en la institución. Entre los equipos más llamativos, destacan los 6 microscopios capaces de observar átomos.

Ciencia y tecnología en el desierto

Pere Estupinyà aprende cómo se trabaja en una sala blanca, uno de los lugares más limpios del planeta. RTVE

Centros multidisciplinares en lugar de facultades

A diferencia de lo que estamos acostumbrados en Europa, KAUST no se organiza en facultades sino en centros de investigación centrados en desarrollar tecnologías enfocadas a dar soluciones a distintos tipos de retos: transición energética, agricultura en tiempos de cambio climático, energías renovables, medioambiente… Otro aspecto que marca una diferencia con las universidades occidentales es cómo ha sido diseñada la universidad saudí: para su creación, los fundadores congregaron investigadores de universidades punteras, premios Nobel y empresarios locales a los que se les pidió que aportaran ideas para construir el centro.

El reto energético, más difícil de lo propuesto

Otro de los aspectos que están en el punto de mira de la ciencia y la tecnología es la transición energética. Como nos cuenta Carlos Santamarina, experto en geoingeniería energética, actualmente el 85% de la energía de todo el mundo se basa en combustibles fósiles. Para el año 2050, el 70% aún será de origen fósil, ya que mientras aumentan los recursos de origen renovable, también aumenta dramáticamente la demanda energética debido al gran aumento de población y de la calidad de vida. Por ello, el centro de ingeniería del petróleo de dirige Santamarina en KAUST tiene como meta reducir al máximo la huella climática de la explotación de los hidrocarburos.

Ciencia y tecnología en el desierto

El ingeniero en nanoelectrónica Mario Lanza insistió a Pere Estupinyà para que conozca este centro de ciencia y tecnología atípico en Arabia Saudí. RTVE

Para conocer qué otros retos se plantean hoy en día y qué otros cerebros nos cuentan su conocimiento, no te pierdas el nuevo capítulo de El cazador de cerebros que se emite a las 20 h por La 2. Un ejemplo de cómo los mejores científicos junto con una alta financiación son capaces de desarrollar ciencia y tecnología que, en pocos años, puede estar a la altura de los centros pioneros mundiales.