Claves para cuidar el peso en verano y alejar las tentaciones

• Para hidratarse lo mejor es el agua, los alimentos ricos en agua como el gazpacho y las infusiones con hielo
• No olvides hacer ejercicio, ya sapta por hacer ejercicio en el agua que no daña las articulaciones
• Más consejos de salud en Saber Vivir en RTVE Play y en la web de Ciencia y Futuro

Las ensaladas de legumbres son muy saciantes porque tienen mucha fibra

El verano, la época del año en la que nos movemos menos y sin embargo, nos dejamos llevar y bebemos y comemos más. Claro, cómo escapar a las tentaciones cuando la vida social y el calor se intensifican. Pero como ya vimos al analizar las bebidas que más tomamos en verano, tenemos que tener cuidado porque la horchata, por ejemplo, tiene entre un 10 y 12% de azúcar, una parte procedente del almidón que se rompe en el procesado y otra parte de los azúcares añadidos; los batidos industriales, grasa procedente de la leche, en forma de nata y grasas vegetales como la colza y la nabina que, unido a los azúcares, pueden subir el colesterol en sangre. Y de las bebidas con alcohol ya sabemos que cuanto menos tomemos, mejor, ya que según la Organización Mundial de la Salud, no hay cantidad segura de alcohol para la salud.

¿Quieres mantener tu peso este verano? Toma nota de los consejos de la dietista-nutricionista Elisa Escorihuela.

Claves para controlar el peso en verano

• Bajo peso

Para aquellas personas que quieran ganar peso con salud, una opción es aumentar el consumo de cereales 100% integrales. Por ejemplo, con los bocadillos que pueden ser de mayor tamaño y pan 100% integral, que como sabes es más nutritivo y saciante que el pan blanco. Y acompañarlos de alimentos que nos aporten energía y nutrientes, como por ejemplo, una tortilla que nos aportará la proteína del huevo.

Podemos incorporar alimentos saludables como el aguacate que tiene ácidos grasos monoinstaturados especialistas en cuidar de nuestras arterias. ¿Te gustaría añadir más grasas saludables? Opta por los frutos secos en ensaladas o cremas frías.

• Peso saludable

Como hemos comentado al inicio de esta noticia, después de todo un curso manteniendo hábitos saludables nos descuidamos y terminamos bebiendo lo que no toca como los refrescos o la sangría que contienen calorías vacías que no aportan nada beneficioso.

Para hidratarse lo mejor es el agua y los alimentos ricos en agua como el gazpacho. Otra opción son las infusiones de menta o poleo, con hielo y que se pueden endulzar, en el caso de que así quieras, con un poco de estevia.

• Sobrepeso

Si partimos de malos hábitos durante el año el verano se pone cuesta arriba con todas las tentaciones. Pero también en esta época del año se puede un cambio a lo grande a la alimentación.

Por ejemplo, con ensaladas en crudo, compuestas de alimentos que sacien y nos llenen. Una opción son las ensaladas de legumbres, que tienen mucha fibra por lo tanto nos van a saciar y además, puedes optar por las que están en conserva. Abrir el bote y añadir el contenido. ¡Más fácil imposible!

Si te apetece un helado evita los industriales y opta por lo casero: con plátano y cacao en polvo puedes preparar un helado cremoso.

• Obesidad

El verano puede ser el momento de pedir cita a profesionales de la nutrición, endocrinología y psicología y trazar un plan para hacer un cambio total de hábitos.

¿Cómo podemos hidratarnos, además de con agua? Por ejemplo, con una bebida casera de sandía que tiene 0 calorías. Esta fruta tiene un 95% de agua, poca fibra y ¡nada de grasa! Si tenemos hambre hay que escoger frutas y verduras como la zanahoria: se pela fácil, tiene fibra y vitaminas.

La alimentación es importante en verano pero también el ejercicio físico así que saca las chanclas o las zapatillas y fíjate en el reloj del sol de Saber Vivir para conocer en qué horas el astro rey calienta menos y caminar media hora. Además, nos olvidamos de que el verano es un momento fantástico para hacer ejercicio en el agua, algo que viene muy bien a las personas con sobrepeso y obesidad porque no se dañan las articulaciones. ¡Toca cambiar el chándal y las mallas por el bañador!