Adrián, el finalista de MasterChef 10 que estuvo en la cárcel
- El aspirante cómo fue la pelea y su paso por la cárcel
- Adrián, María Lo, David y Verónica son los finalistas de esta décima edición
- Final de MasterChef 10: lunes 18 de julio a partir de las 22:00h en La 1 y RTVE Play
Adrián es uno de los 4 finalistas de esta décima e histórica edición de MasterChef 10. Es un aspirante que con el paso de las semanas, se ha ganado el cariño de sus compañeros, del público, y también de los jueces. Entrar al programa fue todo un logro para él, y ahora que ha llegado a la final, está a un paso de poder cumplir su sueño y dedicarse a la gastronomía. Un cambio radical en su vida, ya que el aspirante sigue arrastrando un pasado muy duro. Lo ha contado en numerosas ocasiones durante el programa. Estuvo en la cárcel, y aún se sigue acordando de aquella etapa oscura de su vida.
A lo largo de estas últimas semanas, hemos podido conocer la faceta más personal de Adrián. Contó cómo vivió la pérdida de su padre: “Mi infancia fue bonita hasta cierto punto. Mi padre, al que quiero con toda mi alma, se mató en un accidente de moto".
También confesó los problemas que tuvo con la ley: “Me metí en una pelea que se descontroló. Me defendí y le provoqué una serie de lesiones. Y como no tenía dinero para pagarlas, me metieron 3 meses en prisión. Y lo pasé fatal porque me vi ahí solo”.
Tuvo una pulsera de seguimiento
Al recordar estos duros momentos de su vida, ha sido complicado no emocionarse con su historia. Y ahora que echa la vista atrás, se nota que ha aprendido de sus errores, y que sólo mira hacia delante. “Me avergüenza, he pasado por cosas muy duras. Pero ahora estoy viviendo un sueño así que de lo otro me olvido”, confesaba el aspirante.
También ha llegado a confesar que sigue llevando una pulsera de seguimiento en el tobillo: “La mala suerte se paga toda la vida. Yo llevo dos años con una pulsera telemática”.
Una pelea de bar
En una de las pruebas por equipos en la que Adrián ejercía de capitán, dio algunos detalles de los motivos por los que entró a la cárcel, y de su vida en prisión: “Tuve una pelea de bar, algo que le puede pasar a cualquiera. Él estaba de permiso, estaba en la prisión. Salió de permiso, quería problemas y yo lo pasé muy mal. La vida en la cárcel es muy dura, te levantas, desayunas y si tienes suerte no viene nadie a pedirte el café. Y si te lo piden les dices que no y te pegan una paliza”.
Ahora es evidente que Adrián esta viviendo una nueva vida. Un sueño cumplido gracias a MasterChef y con un futuro prometedor. Le queda pendiente la gran final, y numerosos proyectos enfocados a la gastronomía.