El bolígrafo que escribió la verdadera historia del hombre en la Luna
- En el aniversario de la llegada del hombre a la Luna descubrimos secretos de aquel logro que estuvo a punto de acabar en tragedia y que se solventó con un bolígrafo
- Una carrera espacial que todavía está llena de secretos, porque se formó a base de muchas victorias pero también grandes decepciones
- Documaster nos invita a descubrir nuevas versiones en RTVE Play en los dos capítulos de 'Apollo. La cara oculta de la Luna'
Había que abandonar ya la Luna. Tras 20 horas de paseo sobre su superficie pegajosa y polvorienta y con 22 kilos de muestras alojados en el módulo Águila, era hora de regresar.
Nada era improvisado: Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin llevaban años preparándose para cada paso de la misión. Pero nada se había podido ensayar en condiciones reales. Si algo salía mal, los tres astronautas podían perder la vida. No había segunda oportunidad.
Desafíos tecnológicos en la era mecánica
Celebramos una vez más el Día de la Luna porque fue en julio de 1969 cuando el hombre llegó a nuestro satélite con una tecnología que hoy nos parece obsoleta e imposible: mecánica, electrónica, no digital, sin internet. Las comunicaciones por radio, los ordenadores con pantallas de tubo, un mundo que hoy en día puede parecer anticuado para una hazaña casi irrepetible.
Si fue posible fue gracias a la valentía del gobierno del presidente John F. Kennedy que se atrevió a prometer que su país iba a llevar al primer hombre a la Luna en plena Guerra Fría. Kennedy ya yacía en su tumba cuando lo lograron tras invertir 132 mil millones de euros. O lo que es casi lo mismo: todo lo necesario.
Es sabido que para mandar a la tripulación del programa Apollo se inventaron los pañales, ya que durante los días que pasaban en la misión no iban al baño. Ni se lo podían quitar ni tenían baño. El habitáculo de los astronautas era muy pequeño, todo estaba muy cerca, entre cientos de comandos y botones. También es muy viejo el chiste de '¿Qué usaron los astronautas para escribir en el espacio? Tras años de investigación y miles de dólares, los norteamericanos lograron un bolígrafo que escribía fuera de la gravedad. Los rusos usaron un lápiz".
Bromas aparte, no hay duda de que aquella hazaña obligó a miles de científicos e ingenieros, matemáticos y médicos a invertir mucho tiempo y esfuerzo para inventar lo que no existía. Lo lograron con tenacidad e inventiva. La NASA contaba con 36.000 empleados y 360.000 contratistas.
Los trajes de los astronautas se realizaron también gracias a miles de pruebas y una cantidad ingente de dinero: el fabricante tenía vía libre para lograr una envoltura que les protegiera en los diferentes momentos de la misión. El propio traje era una verdadera nave espacial, un desafío técnológico. Con 25 capas superpuestas, era incómodo pero debía mantenerles en buenas condiciones y sobre todo con vida.
Un momento decisivo y el ingenio de Collins
Nos da pena pensar que Michael Collins, que estuvo tan cerca de la luna, no llegó a pisarla, como sí lo hicieron Neil Armstrong y Buzz Aldrin. Pero alguien debía quedarse al mando del módulo que les devolvería a casa y Collins era el piloto del Apollo XI. Además, orbitaba sobre la luna y las cabezas de sus compañeros a miles de kilómetros de distancia.
Cuando llegó el momento de iniciar la maniobra de regreso, Collins rozó la palanca con la que debía accionar el dispositivo espacial y la rompió. ¿Qué le pasaría por la cabeza?
Hombres como Collins, Armstrong o Aldrin lo habían estudiado todo al milímetro durante años pero siempre podía salir algo mal, cualquier fallo representaba la muerte para los tres hombres. En aquel momento, el piloto tiró de ingenio y colocó en el lugar de la palaca rota un simple bolígrafo y así pudo accionar el mando.
Una historia para la Humanidad con muchos secretos
Disfrutemos de los secretos que guarda todavía nuestro pequeño satélite. Puede que no volvamos a pisarlo en mucho tiempo. Si duda, no haber encontrado allí minerales valiosos ni petróleo lo hace menos apetitoso para quienes sí pueden pagar otra misión espacial como la Apollo, que creó tantas victorias como decepciones. La Luna demostró ser un lugar inerte, desolador y vacío, estéril, pero dejó en la Humanidad el sello de que casi todo es posible.
De los tres astronautas de la misión Apollo solo sobrevive Buzz Aldrin. Con 92 años, sigue recordando su paseo lunar junto a Armstrong y esta semana le hemos visto firmando revistas para conmemorar, una vez más, aquel momento inolvidable, aquella aventura épica en la que miles de hombres y mujeres trabajaron, participaron o ayudaron.
Lo que no sabíamos del programa Apollo
Esta noche, hoy Día de la Luna, vamos a disfrutar de aquella conquista con las imágenes originales, restauradas cons la tecnología digital actual, 53 años después del primer paseo lunar, el 20 de julio de 1969, que cambió para siempre cómo vemos nuestro satélite, gracias al esfuerzo de la tripulación del Apollo XI. Por primera vez con un documental que combina escenas de ficción, 3D realista y archivos digitales en ultra HD sobre todo el programa espacial Apollo.
Una carrera contra los elementos que pone en juego la vida humana y que está repleta de secretos como el origen de la frase que pronunció Neil Armstrong al bajar la escalerilla, sobre la foto de la primera pisada en la Luna y tantas otras que conforman, junto a un bolígrafo, uno de los más simples objetos dela nave, la verdadera historia de lo que ocurrió.
En Documaster "Apollo. La cara oculta de la Luna", capítulos 1 y 2, dos documentadísimos trabajos del director francés François Pomes, a tu disposición para verlos cuando quieras y donde quieras, con tu dispositivo conectado, en RTVE Play.