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Procesiones, torrijas y feminismo, los ingredientes de la divertida comedia 'Mi querida cofradía'

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'Mi querida cofradía' (2018), ya disponible en RTVE Play
'Mi querida cofradía' (2018), ya disponible en RTVE Play

Pocas cosas tienen la fuerza dramática de un paso de Semana Santa. No importa si eres agnóstico, ateo o creyente, la puesta en escena resulta igualmente poderosa. Con el olor del incienso inundando las calles, las agitadas multitudes que se agolpan para ver desfilar santos, vírgenes, calvarios y crucifixiones. Una ferocidad religiosa de la que la directora Marta Díaz de Lope traslada a la gran pantalla en Mi querida cofradía (2018), su ópera prima que puede disfrutarse en RTVE Play.

Inspirada por la Semana Santa de su Ronda natal, ciudad en la que se ambienta la película, la cineasta quisó dar forma a una originalísima historia de enredos en la que mezcla procesiones religiosas, torrijas y feminismo. Su protagonista, a la que da vida una soberbia Gloria Muñoz (Entre rojas, Las furias), es Carmen. Una mujer católica, apostólica y malagueña que quiere ser Hermana mayor de su cofradía y que, para ello, deberá enfrentarse a una hermandad misógina y repleta de hombres.

Gloria Muñoz protagoniza 'Mi querida cofradía' (2018)

Gloria Muñoz protagoniza 'Mi querida cofradía' (2018)

Con un claro mensaje de empoderamiento, la cinta es toda una reivindicación sobre el lugar que debe ocupar la mujer, históricamente relegada a un segundo plano dentro de la Iglesia católica o a la sombra de “un gran hombre”. La crítica social, estamental e incluso católica es clara y ocupa el centro de la trama de la película. Un mensaje alto y claro que ya es el clamor de millones de mujeres: la revolución será feminista o no será.

El feminismo también ha llegado a la Iglesia

Más tarde y con más trabas, pero el feminismo también se ha colado entre sus grietas. Aupadas por el movimiento #Metoo, en los últimos años plataformas como Voices of Faith, Catholic Women’s Council o Revuelta de Mujeres en la Iglesia han ido tomando fuerza dentro de la Santa Sede para exigir la plena igualdad dentro de la Iglesia católica. Como en muchos otros espacios, durante demasiado tiempo la jerarquía católica ha impuesto su mandato a espaldas de las mujeres. Pero las cosas están cambiando y las mujeres que alzan la voz, como lo hace la protagonista de Mi querida cofradía cada vez son más.

No hace tanto que a las mujeres se las permitió entrar en puestos de máxima responsabilidad dentro de las corporaciones nazarenas. Hubo un tiempo en que a las mujeres ni si quiera se les permitía vestir de penitente y su función dentro de las cofradías se limitaba a vestir las imágenes y a las oraciones contemplativas.

Rosario Pardo y Manuel Morón en 'Mi querida cofradía' (2018)

Rosario Pardo y Manuel Morón en 'Mi querida cofradía' (2018)

Un mensaje que Marta plasma sobre un guion sólido, gags que funcionan e interpretaciones que dan a la película el sustento necesario para convertirla en una película más que notable con la que se vislumbra un camino prometedor para su directora. Perteneciente a la nueva ola de cineastas formados en la escuela de cine catalana ESCAC (Nely Reguera, Elena Trapé, Kike Maíllo), la de Marta es una mirada diferente que aborda la comedia con un estilo natural, cotidiano y costumbrista -con toques almodovarianos- y un peso autoral determinante.

Un estilo que mezcla familia, sororidad entre mujer y comedia con tintes dramáticos y que volverán a verse en su próxima película, Los buenos modales (2022). Segundo largometraje de la directora rondeña, que llegará a los cines en verano, y contará en su reparto con Inma Cuesta, Elena Irureta (Patria) y, de nuevo, con Gloria Muñoz.