Gloria Fuertes, la poeta que quiso parar la guerra
- La escritora habría cumplido 105 años
- Repasamos su vida y su obra gracias al archivo sonoro de RNE
- "La guerra me hizo pacifista y soltera", aseguraba
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!
"En el árbol de mi pecho", Gloria Fuertes
El madrileño barrio de Lavapiés la vio crecer, llorar con la temprana pérdida de su madre, se fue cuando más falta le hacía, y enamorarse por primera vez. Fue una niña delgada, buena, alta y "algo enferma", que escribía por las noches y que por el día "quería parar la guerra", pero se lo impideron a mitad de camino. Conocida por sus poemas para niños, su obra para adultos desprendía fuerza, sentimiento y verdad. Gloria Fuertes nacía un 28 de julio de 1917 y con ella, los poemas de toda una generación.
En Poesía exterior de Radio Exterior de España nos acercaban a sus poemas sociales, escritos sin miedo y en soledad:
"Cuando mi madre me veía leer o estudiar, me pegaba"
Nació en la calle de La Espada número 3, su padre era conserge del número 9, sin juguetes, sin estudios, en este ambiente nació la poetisa. "Cuando mi madre me veía leer o estudiar, me pegaba, me ponían una escoba o un estropajo", aseguraba la escritora en vida. Su madre era muy controladora y no quería que Gloria se dedicara a nada relacionado con el fomento de la imaginación. Pero su padre era mucho más permisivo. Tuvo cuatro hermanos y con la muerte de Angelín, el pequeño, llega su primer drama. Le atropelló un coche mientras llevaba una caja de gusanos de seda.
"En el colegio no me enseñaron nada. Yo leía en casa", le gustaba el cuento de Pinocho y empezó a escribir cuentos en papel que luego cosía para darles forma de libro. En Biblioteca básica de Radio 5 recordaban algunas de sus obras más emblemáticas:
La guerra la hizo pacifista y soltera
Peleada con las monjas y su madre, la apuntaron al Instituto de Educación Profesional de la Mujer, una institución en la que las chicas aprendían a coser y a bordar. Las asignaturas favoritas de Gloria Fuertes fueron mecanografía y taquigrafía: "Me encontré por primera vez con la poesía cuando empecé a tener uso de razón, mis primeros poemas eran de risa. La primera vez que quise a una persona empecé a escribir. La guerra me hizo pacifista y soltera", aseguraba en Documentos RNE:
Escribir, la gran pasión de Gloria
Una niña con una visión melancólica de la vida pero también de fiesta. Limpiaba la redacción de la revista Lecturas, que no es la que conocemos ahora, era otra publicación pero con ese nombre. Y dejó un poema por la noche, antes de terminar la jornada de trabajo, sobre la mesa del director. Este cuando lo vio le pareció tan bueno que tuvo que publicarlo. No sabía de quien era. En aquel entonces Gloria tenía 14 años.
A pesar de que en nuestro país se la conoce sobre todo por su poesía para niños, en otros países se estudia como una poetisa fundamental de posguerra. Como es el caso de EE.UU., hay decenas de tesis doctorales sobre ella y numerosos estudios sobre su poesía social. Gloria es una poeta de primer orden. La recordaban en Mujeres malditas de Radio 5:
"Mataron a todos mis novios, de un bando y del otro"
"Mi primer amor, cómo quise y cómo se puede sufrir y cómo se puede gozar con una mirada, pero no fue un amor doloroso, Lo que pasa es que luego surgió la guerra y en el 36 este muchacho se fue como voluntario y ya no volví a saber más de él. Los primeros meses lo pasé mal, incluso años. Fue así, la maldita guerra, creo que murió, bueno moriría. Y a mi siguiente novio también lo mataron. Creo que soy soltera por vocación porque a todos me los mataban o Franco o los republicanos", tenía una lista de conquistas de 17 hombres. Y tenía muchas fotografías. Su primer amor fue Manolo. Lo que está claro es que la guerra le afectó muchísimo. Y debido a esa situación empezó a escribir poesía. Como este telegrama que leía ella misma:
"Es un telegrama celestial para que envíe a la guerra. Me hice poeta porque Dios es un sabio":
No disparar donde haya niños, stop,
En la gloria no necesitamos más ángeles.
Gloria Fuertes
En Jardines en el bolsillo hablaban de La garra de la guerra, un libro en el que se reúnen todos los poemas que Gloria Fuertes escribió contra la guerra.
Gloria Fuertes, vestía falda pantalón, iba en bicicleta siempre que podía y compraba libros en la madrileña Cuesta de Moyano si le llegaba el salario. Cuando su carrera profesional estaba en lo más alto impartió clases de Literatura Española en la Universidad Bucknell de Pensilvania. Allí compartió sus días con Phyllis Turnbull, uno de sus grandes amores. Cuando falleció su compañera de vida, Gloria se sumió en una profunda tristeza, en el año 1971: "Me fui con una beca de profesora a las universidades. Pisé por primera vez una universidad para ser profesora". Los alumnos la eligieron durante dos años consecutivos la profesora del año.
Gloria Fuertes, la poeta de los niños, de "cada abeja con su pareja, cada pato con su pata", la niña que leía a escondidas. La recordaremos por su voz rota, por su lucha por los derechos de la mujer, por su espíritu alegre y triste a la vez. Por su persistencia para acabar con las guerras, por el amor y, sobre todo, por su escritura.