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Las últimas puntadas de los panderos cuadrados tradicionales de Peñaparda

  • Juana Catalán aprendió de las mujeres de su pueblo y sigue la tradición
  • El pandero de Peñaparda de Salamanca ha revolucionado el folk ibérico
  • Escucha Periplos irradiantes sábados y domingos a las 17 h en Radio 3

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Juana Catalán, una de las últimas constructoras de panderos cuadrados de Peñaparda
Juana Catalán, una de las últimas constructoras de panderos cuadrados de Peñaparda

“El pandero cuadrado es un instrumento ya muy raro de ver, pero además, tocado con porra, solamente queda en el pueblo de Peñaparda”, se lee en el texto que acompaña al disco Tribus Hispanas de Eliseo Parra, que publicó en 1997. 25 años después de este lamento, este instrumento no solo se ha revitalizado sino que se ha extendido por toda España y en una gran variedad de géneros musicales.

Andrea Mateos, vecina de Peñaparda y constructora de panderos cuadrados

Andrea Mateos, vecina de Peñaparda y constructora de panderos cuadrados EFE/Carlos García

Lo que sí está desapareciendo es el saber popular de la construcción de estos panderos a la manera tradicional. En este pueblo salmantino ya solo quedan dos mujeres que los hacen como les enseñaron sus antepasadas, Andrea Mateos y Juana Catalán.

Juana Catalán, una de las últimas constructoras de panderos de Peñaparda - Escuchar ahora

Entre las particularidades de este instrumento destacan que las mujeres únicamente lo tocan quietas. Apoyan la pierna sobre “un sillo”, una banqueta baja, y sobre la rodilla descansa uno de los cantos del pandero. Con una mano tocan en uno de los lados y lo sujetan con el asa situada en la parte superior y con la otra cogen “la porra” con la que percuten el aro y el centro del pandero, el uso de esta baqueta es otra de las singularidades en la forma de interpretar.

Aprender de Juana “Palera”

Tanto los toques como la construcción del instrumento cuenta que “los mamé”, explica Juana Catalán en una conversación para Periplos irradiantes de Radio 3. “Casi todo el mundo tenía su propio pandero”, se lo hacían ellas o “se ayudaban entre vecinas”. Cuando decidió ponerse a hacerlos porque pensaba se iba a perder la construcción tradicional, le enseñó Juana “Palera”, le llamaban así porque tocaba la batería y el pandero. Falleció en 2020. Además fue recordando cómo lo hacía su abuela, la tía María de “Las patatas”, la tía Águeda, la tía Josefa, la tía Máxima. Así poco a poco ha ido perfeccionando la técnica.

Diferentes panderos cuadrados de Juana Catalán

Diferentes panderos cuadrados de Peñaparda construídos a la manera tradicional por Juana Catalán CARLOS RIPOLLÉS

“Cada pandero es único porque cada cabra es única”. Los hace “curtiendo las pieles” con “un mejunje, muchísima paciencia, muchísimo cariño, cada tres o cuatro días hay que estar cambiando la mezcla que le das”. Con este proceso tarda aproximadamente un mes o mes y medio, luego tiene que coser la piel.

La manera de divertirse

Esta manera de tocar el pandero en Peñaparda siempre fue exclusivo de las mujeres. “Aprovechando que los hombres se iban a la taberna y se llevaban la gaita y el tamboril”. Ellas idearon “una manera de divertirse, salir de la rutina y evadirse de sus problemas cotidianos”. Interpretan tres toques acompañado del cante y del baile: el ajechao, el corrido brincado y el salteao.

La Tía Gora, a la izquierda, y la Tía Nisia, a la derecha interpretan el pandero cuadrado

Las vecinas de Peñaparda Tía Gora, a la izquierda, y Tía Nisia, a la derecha, interpretan el pandero cuadrado EFE/Carlos García

“Las letras de esas canciones formaban parte de los hechos de la vida cotidiana de cada día. Además en aquel momento las cosas eran muy difíciles y como decía siempre la Tía Máxima: 'Cuando teníamos mucha jambri, tocábamos el pandero y con eso mos jártabamos' (sic). Era un entorno de necesidades básicas”.

Sorprendidos y agracedecidos

Los vecinos de Peñaparda han ido “cambiando” su perspectiva sobre la popularización del pandero cuadrado de Peñaparda: “A veces no queremos que nuestras costumbres ancestrales nos las alteren, cuando viene alguien y lo usa para otros fines. Hay gente mayor que piensa 'así no se toca el pandero' o 'así no se hace', cuando ven a otras personas tocarlos y meterlos en nuevos géneros de música”.

“La gente joven está agradecida e incluso sorprendida de que guste tanto y que enamore tanto este instrumento nuestro tan sencillo pero tan ancestral y que lo llevamos todos muy dentro con esos sonidos tan profundos”. El pandero se ha podido ver con todo tipo de propuestas folk ibérico más allá de castilla como Kepa Junkera del País Vasco, Marala desde Catalunya, Comunitat Valenciana y les Illes Balears, la orquesta de percusión tradicional de gran formato como Coetus, el líder de esta última formación, Aleix Tobías, lo ha tocado en el ámbito de las músicas improvisadas. Más allá del ámbito tradicional, destacan Vetusta Morla.

Tía Máxima en la radio

El programa Raíces de Radio Nacional de España visitó Peñaparda el 4 de mayo de 1986. Allí recogieron una muestra de las canciones populares de este pueblo salmantino situado en la zona del Rebollar. Participaron Tía Máxima, que canta y toca el pandero, y Tío Juan, su primo y esposo. Ahora recuperamos este programa del Archivo RNE.