Caminar después de comer ¿tan bueno como creemos?
- La nutricionista Jéssica Gutiérrez nos revela la verdad sobre este remedio popular
- Hay solución a la modorra que te entra después de comer y está literalmente a tus pies
- Hacer ejercicio suave tras comer tiene más beneficios de los que pensamos
Hay un mito que se repite y se repite y se repite: caminar después de comer es de lo mejor que uno puede hacer por su salud. ¿Será verdad? Consultamos con la dietista-nutricionista Jéssica Gutiérrez.
“Mis pacientes siempre me dicen: ‘después de comer, me da un bajón que no puedo con él’. Así, parece difícil levantarnos del sofá para salir a caminar, pero lo cierto es que todo depende de lo que acostumbres al cuerpo”.
Ese bajón, explica Jéssica, tiene que ver con cómo el cuerpo transforma la energía. “Tras la digestión, se produce un pico de glucemia en sangre, que será más alto cuantos más hidratos de carbono hayamos ingerido. Asimismo, también sube la insulina, que se encargará de transformar esa energía”. En general, si hemos comido copiosamente o con bien de hidratos, nos entrará una modorra impresionante. ¡Qué os vamos a contar!
¿Y cuál es la solución? Precisamente, echar a andar. “Aunque cuando hacemos la digestión el riego sanguíneo se concentra en el sistema digestivo, eso no significa que nos quedemos sin en las extremidades. El cuerpo reparte la sangre allí donde la necesita, de modo que podemos llevar a cabo actividad ligera sin problema, como caminar. Por esta misma razón, se desaconseja el ejercicio intenso, ya que podríamos tener una mala digestión”.
Volviendo a nuestra pregunta inicial: ¿es caminar después de comer tan bueno como se cree? La respuesta es que sí. Según Jéssica Gutiérrez, a los beneficios generales de caminar se le añaden, tras la comida, los de hacer que la digestión sea menos pesada y los de disminuir los niveles de glucosa en sangre. “Esa glucosa que se almacenará en forma de grasa de no emplearla, se utilizará rápidamente para el paseo que nos demos tras comer o cenar”.
Eso significa también que el amodorramiento postcomida desaparece: “ese cansancio lo causa la bajada de la glucosa rápida en sangre, que es más acentuada en las personas que tienen resistencia a la insulina. Cuando hacemos ejercicio ligero, ayudamos a que ese pico de glucemia no sea tan alto”. Así que ya lo sabes, si quieres vencer ese sueño mortal que te acecha sobre las 15 h de la tarde, lo mejor que puedes hacer es ir a darte un buen paseo.