Marilyn Monroe preguntó a Truman Capote "¿Qué dirán de mí cuando ya no esté?" Y esta fue la respuesta
- Fue la pregunta que Marilyn le hizo a su amigo y confidente Truman Capote. ¿Cuál fue la respuesta?
- RTVE recuerda a Marilyn Monroe en el 60º aniversario de su muerte
Paloma Aznar, periodista, cineasta y escritora, comparte en su Facebook de uno de los momentos más delicados de la vida de Marilyn Monroe rescatado de 'Música para camaleones', el libro en el que Truman Capote habla de la actriz y recuerda el último día que pasó con ella. Era abril de 1955, y habían quedado para ir al funeral por la actriz Constance Collier, que había sido profesora de interpretación de Marilyn, entre otras grandes estrellas. "Truman la esperaba en la entrada de la capilla, llegaba con más de media hora de retraso. Y de pronto, apareció ella, con un pañuelo negro cubriendo su pelo, medias negras, zapatos negros de tacón alto, gafas oscuras y un vestido negro que parecía prestado porque le quedaba muy grande. Sin maquillaje y con los ojos llenos de lágrimas, a Truman le pareció una niña en un orfanato.
"La ceremonia terminó, y ella quiso esperar hasta que salieran todos. Había muchos fotógrafos fuera. Marilyn dijo que odiaba los funerales y se alegraba de no tener que ir al suyo, que no deseaba ceremonias religiosas ni homenajes. Hablaron de cómo les gustaba Nueva York y cuánto aborrecían Los Ángeles. Ella se lamentó por no considerarse lo bastante buena como actriz y preguntó a su amigo qué dirían de Marilyn cuando ya no estuviera. Él respondió que debía pensarlo.
"Decidieron salir a beber champagne. Ella no llevaba dinero; Capote le decía que se creía la Reina de Inglaterra. Truman tenía 50 dólares. Era un día de abril ideal para caminar por Manhattan y deambularon por las calles. Ella le contó a Capote que, durante una fiesta, Errol Flynn aporreó las teclas de un piano con su enorme verga y tocó una canción muy popular; Truman le contó a Marilyn que se acostó con él una noche. La gente no reconoció a la estrella (solamente algunos volvían la cabeza para mirarla, pero no se daban cuenta de quién era). Se quejó de lo mal que la trataban las cronistas de sociedad. Miraron los escaparates de las tiendas y Marilyn estuvo a punto de meterse dentro de un cuchitril sucio donde una gitana leía el futuro. Terminaron en un restaurante chino vacío y pidieron un par de botellas de Mumm. Hablaron de sus amantes, de sexo, de Arthur Miller... Mientras Truman pagaba, ella fue al aseo y, como siempre, tardó una eternidad en salir. Se había pintado los labios de rojo y se había quitado el pañuelo. Subieron a un taxi, ella quería ir al muelle; allí, con la vista de Brooklyn al otro lado y las gaviotas revoloteando, un hombre pidió un autógrafo a Marilyn. Anochecía. Él recordó la pregunta de su amiga: ¿qué dirán de Marilyn cuando ya no esté? "Dirán de ti que fuiste una adorable criatura". No volvió a verla".
Hacía justo un año del despegue de la actriz. Marilyn Monroe ya había hecho películas de éxito ,como Niágara, Los caballeros las prefieren rubias, Cómo casarse con un millonario, Río sin retorno.. . Era la mujer más deseada y admirada del momento, una estrella con un brillo tan especial que era capaz de eclipsar a todos los que estuvieran a su alrededor, por muy importante que fueran. En 1954, además, fue portada del primer número de Playboy. No posó para la revista, pero Hugh Hefner, su fundador, tenía guardadas las fotografías: Marilyn había posado desnuda en varias ocasiones años atrás para ser 'chica de calendario'. Hefner había comprado las fotos y las sacó del cajón para inaugurar Playboy. Lo que no sabía el empresario era la carambola que le deparaba el destino. Sus restos mortales descansan junto a la tumba de Marilym Monroe.