Esta semana Metrópolis recupera el programa dedicado a la última edición del festival sonsbeek
- El trabajo y sus sonicidades, ejes centrales de la última edición del festival sonsbeek
- Bajo el título Fuerza x Distancia, sonsbeek 20>14refleja la historia del trabajo desde la explotación colonial hasta el presente
- Peso especial recae sobre las manifestaciones sonoras generadas por trabajadores, a veces silenciadas y otras convertidas en géneros musicales mainstream
- sonsbeek 20_24 se reemite en Metrópolis el jueves 18 de agosto a la 1.15h en La 2
La ciudad de Arnhem es conocida por la batalla librada allí en 1944, que dejó tras de sí, una ciudad devastada y un pueblo traumatizado. Pero es asimismo conocida por sus extensos parques, como el Parque Sonsbeek, donde se celebró, en 1949, la primera edición de una bienal concebida como proyecto de reparación y reconciliación a través del arte.
Evento cuatriennal desde 2016, sonsbeek se expande ahora en el tiempo y contará para sus ediciones de 2020 y 2024 con un mismo equipo curatorial dirigido por Bonaventure Soh Bejeng Ndikung y compuesto por Antonia Alampi, Amal Alhaag, Zippora Elders, Krista Jantowski y Aude Christel Mgba.
Su proyecto Fuerza x Distancia – del trabajo y sus ecologías sónicas enfoca el trabajo y sus manifestaciones sonoras en la época colonial, y sus ecos en las condiciones laborales y la música popular actual, heredera, en el caso del Blues, la Rumba, la Bossa Nova o el Reggae, de las canciones de africanos esclavizados explotados en las grandes plantaciones.
La primera exposición de sonsbeek 20>24, organizada en cinco “frecuencias” temáticas, fue presentado en verano de 2021 en muy diversos espacios de la ciudad y sus alrededores.
De rituales y precariedades
Este primer grupo temático reunió reflexiones en torno a las rutinas del trabajo en distintas profesiones como la casi extinta fundición de metales en el vídeo The Forgotten (2021) de Nader Mohamed Saadallah, o el imprescindible, pero prácticamente invisible, trabajo doméstico de las mujeres que protagonizan las pinturas de las series Grey Women (2018/2019) y Shadow Women (2020) de Alida Ymele.
Buhlebezwe Siwani evoca, en las piezas Mnguni (2019) y Ibutho (2019), el ancestral ritual de enterrar la placenta de los recién nacidos como símbolo de su unión al lugar y el efecto de su ruptura por los desplazamientos forzosos. Ibrahim Mahama invitó a encuentros y debates en su Parliament of Ghosts (2019), ensamblado con residuos del ferrocarril construido por los británicos en Ghana, para proponer una construcción de futuro a partir del diálogo con los errores del pasado.
Del trabajo de otros seres
En el segundo apartado se presentaron proyectos que enfatizan el trabajo de los seres no humanos, poco percibido pero esencial para la vida en el planeta. Con Groundmurmurs (2021), Mae-ling Lokko y Gustavo Crembil erigieron un monumento a los micelios de los hongos; Jennifer Tee representó la red simbiótica entre plantas y árboles en Respire, the World Begins with Trees (2021), un “árbol de la vida” dibujado sobre el césped; y Time will tell: an unreadable script takes shape and then destroys itself (2021), de Julieta Aranda, recordó la importancia de la muerte para los ciclos vitales y la biosfera.
Rebuscando en el archivo profundo
Los artistas de la tercera frecuencia buscan cerrar la brecha existente entre las historias oficial y oculta. La esclava negra Anna, una tejedora de alfombras de Surinam traída a Arnhem por sus dueños en 1727, vio finalmente esbozada su historia en la exposición Sound Waves of Resistance: Exploring Hidden Black History Through Archives and Sound (2021), de la plataforma Black Archives, a la vez que Farkhondeh Shahroudi le rindió homenaje con la instalación Performative Poetics of Matter: Anna Mermaid (2021).
En Pierre Verger in Suriname (2020), Willem de Rooij evoca la vida en la colonia holandesa tal como la retrató el pionero de la antropología visual en 1948. En el Open Kino Pavilion de Erika Hock se proyectó la película Hier (2021), de Wendelien van Oldenborgh, con reflexiones en torno a hibridaciones culturales e identidades poscoloniales a partir del kroncong, la adaptación indonesia de una tradición musical portuguesa. Anne Duk Hee Jordan investiga, en The Living Plant Archive: All My Hands Are Labour (2021), la historia colonial a partir de cinco plantas cuya explotación en las colonias jugó un papel importante en el crecimiento de la economía holandesa a partir del siglo XVII.
Para Textiles of Resistance: Growing, Weaving, Printing, Archiving (2021), Werker Collective transfirieron a telas documentos de su archivo sobre la lucha obrera y Libita Sibungu mostró su archivo Quantum Ghost (2019), construido mediante exposición a papel fotográfico de objetos relacionados con la industria minera británica en Namibia. Human Resources (2021) de Oscar Murillo exploró sincretismos reales y potenciales insertando una fiesta colombiana entre shabakas azerbaiyanas en una iglesia europea. Y Ellen Gallagher expuso sus series de acuarelas Watery Ecstatic (desde 2021) y Morphia (2008-2012) inspiradas en la mitología afrofuturista Drexciya sobre un Atlantis Negro habitado por los bebés de mujeres africanas embarazadas que murieron en su viaje transatlántico forzado.
Tenacidad en y del trabajo
Las obras aquí reunidas giran en torno a la falta de aceptación social y base legal en el ejercicio de ciertas profesiones incluida la de artista. En UnMYthU: Unquantize (2018-2024), Mithu Sen subvierte estructuras y códigos jerárquicos con especial enfoque en los mitos sobre la sexualidad, el lenguaje, el mercado y la marginación.
Redressing Lady Justice (2021) de Ndidi Dike denuncia, mediante una representación alternativa de la Justicia, los crímenes perpetrados, en el ámbito laboral y económico, contra los africanos tanto en el pasado como en la actualidad. Kudzanai-Violet Hwami y Belinda Zhawi reclaman, con Baktu, Anna, Nehanda (2021) reconocimiento social y derechos laborales para las trabajadoras domésticas y Olu Oguibe pide lo mismo para trabajadores del sexo con los neones de Sex Work Is Honest Work (2021).
Navegando lo común y las memorias espaciales
La memoria inscrita en algunos espacios es el enfoque compartido por obras como HOC OPUS HIC (2021) de Sunette L. Viljoen, una intervención en un hangar construido por los nazis y camuflado como casa de labranza; Réclusion (2021), un laberinto de cajas de cerveza, con el que Justine Gaga denuncia la creación de adicciones y necesidades imaginadas por parte del sistema capitalista; o la instalación Electric Dub Station (desde 2018), de Antonio Jose Guzmán e Iva Jankovic, que, en una iglesia holandesa, evoca la historia colonial del índigo. Finalmente, raumlabor aportó Deep Encounter (2021), un pabellón flotante en el lago más grande del parque Sonsbeek, con la esperanza de impregnarlo, a lo largo del evento, de memorias de agradables y fructíferos encuentros.