Cómo cuidar el aceite y cuándo usar freidora, sartén o cacito

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Cuando hayamos usado el aceite para freír, si no es un rebozado o un empanado, es recomendable retirar del fuego, colar y guardar.

El uso de la freidora despierta muchas dudas. Unas cuestiones todas ellas lógicas si deseamos no estropear el aceite y realizar una fritura perfecta.

¿Cada cuanto tiempo debo cambiar el aceite de la freidora? ¿Cuál es la temperatura ideal para freír? ¿Es mejor usar freidora, sartén o cacito?

Vamos a intentar dar respuesta a todas estas dudas de la manera más práctica posible. En primer lugar, para poder responder a la duración del aceite antes de ser cambiado, debemos saber qué tipo de aceite hemos utilizado y con cuánta periodicidad lo usamos, sin olvidar el tipo de producto a freír.

¿Qué es un 'aceite cansado'?

Hay grasas que resisten mucho mejor a las altas temperaturas, el oliva es más resistente que el de algunas semillas. En cualquier caso lo importante es no llegar nunca al punto de humeo, esto significa que bajo ningún concepto debemos ver humo en el calentamiento del aceite.

Un claro síntoma de que el aceite debe cambiarse, es cuando empieza a “estar cansado” término que se emplea para identificar esos aceites muy usados que empiezan a perder el poder de freír y dorar correctamente los alimentos.

De vital importancia es el tipo de alimentos a freír, ya que algunos como las patatas fritas liberan menos residuos que un rebozado. Estos posos se depositan en la base y cada vez que calentamos el aceite se pueden quemar, acelerando la degradación del mismo.

No más de 3 veces

Cuando hayamos usado el aceite para freír, si no es un rebozado o un empanado, os recomiendo retirar del fuego, colar y guardar en un tarro para volver a reutilizar otro día en una elaboración similar. Si hemos hecho un rebozado y no se nos ha quemado mucho el aceite también podemos colarlo y guardarlo. Pero no conviene reutilizar el aceite para freír más de 3 veces.

¿Freidora, sartén o cacito?

La gran duda de si merece la pena freidora, sartén o un cacito pequeño -de los que podemos usar para calentar leche o una sopa.- queda despejada en función del uso que vayamos a realizar.

El uso del cacito es muy práctico, con poca cantidad de aceite rellenamos en altura dicho cacito, pudiendo freír de poco en poco con un buen resultado, tras dicha fritura se deberá dejar reposar y colar el aceite, estropeándolo así mucho menos. La freidora o la sartén la usaremos cuando necesitemos más superfice para freír grandes cantidades de producto.

Decantar y reciclar

Hay un utensilio de cocina veterano donde los haya que tiende a desaparecer de las cocinas y es muy útil, se trata del decantador de aceite, ideal para separar la grasa de los restos liberados tras la fritura. Por útlimo, es importante cuando queramos ya deshacernos del aceite, no tirarlo nunca por el fregadero o directamente a la basura. Podemos ir acumulando el aceite usado en una botella y cuando la tengamos llena, llevarla al punto limpio más cercano a nuestra casa.