¿Corre peligro la vida de Meghan Markle? ¿Está siguiendo los pasos de Diana de Gales? Estas son las claves que se manejan
- La duquesa de Sussex, como Lady Di, es un personaje incómodo para la Familia Real británica
- Teorias de la muerte de Diana de Gales: ¿Tuvo algo que ver el duque de Edimburgo?
Desde que puso un pie dentro de la casa real británica, se convirtió en el centro de atención. Dos años después de su polémica salida, continúa siéndolo. El amor hizo que Meghan Markle renunciara a su vida y su carrera para poder compartirla con el príncipe Harry. ¿Habría hecho lo mismo si hubiera sabido todo lo que se le venía encima? Probablemente no. El acoso de los paparazzi, los dimes y diretes de la prensa más sensacionalista, la frialdad de los protocolos, la soledad... Fueron muchos los motivos que llegaron a la duquesa de Sussex a plantearse el suicidio como única opción para salir de aquello, tal y como ella misma confesó en su controvertida entrevista con Oprah Winfrey. Igual de reveladora y polémica fue la que el periodista Martin Bashir mantuvo con Diana de Gales en la BBC, donde la princesa pronunció la famosa frase: "éramos tres en este matrimonio".
Hay quienes piensan que Meghan Markle está siguiendo los pasos de la inigualable Lady Di. Ese afán por parecerse a su suegra podría ponerla en grave peligro, tal y como ya explicó el que fuera guardaespaldas de Diana de Gales. "A la duquesa de Sussex parece gustarle mezclarse con el pueblo durante sus compromisos públicos, demostrando así que es una más, y le incomoda la presencia de un oficial de seguridad", aseguró Ken Wharfe en un artículo del diario The Daily Mail. La preocupación cobró fuerza cuando la jefa de seguridad de Meghan Markle renunció al cargo en 2019 por motivos personales, según la versión oficial.
Durante su estancia en palacio, la princesa Diana rompió el molde en el que se sentía atrapada. Se convirtió en referente para un pueblo que pedía a gritos la renovación de un protocolo obsoleto. Era tan diferente al resto de los mientros de la casa real que, al mismo tiempo que causaba sensación de puertas fuera, provocaba dolores de cabeza de puertas para dentro. Era la 'china' en el zapato de la monarquía británica entonces. No solo eclipsaba a su marido, el príncipe Carlos, sino que relegaba a un segundo plano a toda la familia. Ahora lo es Meghan Markle: un personaje incómodo para la Corona, que cuenta con un gran apoyo popular, otro de los rasgos que tiene en común con la 'princesa del pueblo'.
Las teorías conspiranoicas apuntan al duque de Edimburgo como el responsable indirecto de la muerte de Lady Di, aunque la versión oficial apunta al chofer, que conducía ebrio, y a la persecución de los paparazzi como principales causantes de su accidente. Nadie se esperaba aquel fatal desenlace que acabó con la vida de la princesa. El príncipe Harry, siempre culpó a los medios de la muerte de su madre. "Mi mayor preocupación era que la historia se repitiese", confesaba aludiendo a su mujer.
El acoso de los medios
El interés que suscitaba la vida de Diana de Gales fue una auténtica locura. Las cámaras seguían cada paso que daban, miraban con lupa sus movimientos y analizaban cada gesto, cada mirada. Cualquier información relacionada con Lady Di, por irrelevante que fuera, era susceptible de protagonizar un titular. Nueve paparazzi perseguían a la princesa y su pareja, el productor de cine egipcio Dodi Al-Fayed, en el momento del accidente de tráfico el 31 de agosto de 1997.
El acoso de la prensa siempre ha sido un problema también para Meghan Markle, que a pesar de ser una estrella en Hollywood, no estaba acostumbrada a estar tan expuesta. Su guerra con la prensa británica fue un quebradero de cabeza para ella y para su marido, el príncipe Harry. Era tal su fama que todos se prestaban a hablar, aunque la mayoría solo intentaba hundir su reputación y su imagen pública. Su propio padre, Thomas Markle, ha sido uno de los más críticos, pero no el único.
Entre tanta noticia, el año pasado la duquesa de Sussex consiguió ganar su litigio contra un importante grupo de prensa del Reino Unido para proteger su privacidad, tras la publicación por varios periódicos de una carta personal que escribió a su padre en 2018. "Esto es una victoria no solo para mí, sino para cualquiera que haya sentido miedo de defender lo correcto", confesaba entonces Markle.
El apoyo del príncipe Harry
El cariño del público que Lady Di consiguió ganarse, no lo tiene Meghan Markle ni lo tendrá nunca. Son muchos quienes ahora se posicionan en su contra, sobre todo después de haber lanzado graves acusaciones contra la familia real. La duquesa de Sussex aseguró que su hijo había sido víctima de racismo, según ella, porque el palacio de Buckingham le negó los títulos nobiliarios por su color de piel. Sin embargo, Meghan Markle sí cuenta con el apoyo de su marido, el príncipe Harry.
El matrimonio de Lady Di y el príncipe Carlos fue de todo menos feliz, aunque de cara a la galería siempre intentaban mantener la compostura. La tristeza en el rostro de la princesa en algunas de sus apariciones públicas era evidente. Atrapada en una relación que solo le traía disgustos, Diana tuvo que hacerse a la idea de que su marido estaba enamorado de otra mujer, Camilla Parker Bowles. La situación era insostenible y acabaron divorciándose en 1996.