Madrid Fashion Week: ¿Qué tienen en común Custo Barcelona y Aurelia Gil?
- Aurelia Gil, afincada en Gran Canaria, presenta una colección en Madrid por primera vez
- Custo Barcelona celebra que ha hecho 50 desfiles en Nueva York con una colección potente
- Madrid Fashion Week: ¿De dónde salen los tejidos que vemos en esta pasarela?
Un total de 50 desfiles en Nueva York es todo un récord. Custo Barcelona es quizá la firma española con mayor proyección internacional, un referente en moda que acumula premios, entre ellos el que concede el Ministerio de Industria. Las fechas y números redondos, y el 50 lo es, invitan a echar la vista atrás a hacer balance. El suyo es positivo y puede sentirse orgulloso de todo lo que ha conseguido: posicionarse como marca en medio planeta y tener un producto y un estilo propios, reconocibles y eternamente jóvenes. Acaba de venir de Nueva York y está, literalmente, flipado. "La ciudad tiene un rollo magnífico, las tiendas estaban a tope, se nota que hay dinero y que se gasta, todo está a rebosar, en ebullición y los desfiles de la Fashion Week están al 100%, todo presencial y todo repleto", dice, y se lamenta de la situación de Barcelona, su ciudad, apagada y perdiendo presencia en el mundo. "Madrid se lo lleva todo. ¡Estoy pensando venir a vivir a Madrid, y a mis hijos también les apetece!". A este Madrid que tanto le gusta trae la misma colección que ha presentado en Manhattan, pero ha añadido ocho looks. Todo un detalle. Los 58 de Madrid, no significan lo mismo que los 50 de Nueva York.
Pionero en desfilar en Nueva York
El primero fue en 1997, que hicieron como firma invitada en un desfile de nuevos diseñadores. "No lo éramos, ya llevábamos años, pero nos vino muy bien. Fue en el gimnasio de un colegio en Elizabeth Street, y solo teníamos camisetas. Se las pusimos a gente de la calle, un bombero, un policía, una señora que pasaba por allí, y ellos las llevaban como querían. Y fue genial, tuvo mucha repercusión". Tanta, que les invitaron a volver. Aceptaron, y volvieron a aceptar todas las veces que les llamaron. Dos veces cada año han estado presentes en la Semana de la Moda de Nueva York. Solo hubo una vez que no pudo hacer. "Fue el 11-S. Teníamos el desfile ese día por la tarde, y bueno, ya sabes lo que pasó. Y ahora, estando allí, ha muerto Isabel II. Pensábamos que no tendríamos repercusión, pero, oye, ha estado muy bien".
Custo dibuja una colección de luz
La colección es "una cita con el sol" y está cargada de luz, con tejidos que van desde los blancos y amarillos en mate hasta los brillantes. El negro, claro, queda relegado a una sola pieza. "Son prendas muy emocionales, todas aportan un nuevo lenguaje de moda que está basado en las emociones. Lo que he hecho es experimentar con volúmenes y tejidos. Y todo es fácil de llevar, sin complicaciones. ¡Para presumir no hay que sufrir!". Los materiales se adaptan al cuerpo, son ligeros y no oprimen. El pantalón deportivo, con elásticos, arrasa y contrasta con otro más pegado a la sastrería tradicional. Siempre en patrón amplio, grande. El pitillo ha muerto.
Si al principio, cuando debutó en Nueva York, vendía camisetas como churros, ahora lo que más vende son vestidos. Los suyos son cortos, con poca tela y poderosos. Luego está el bañador de toda la vida que en 2023 se llama body urbano. "Es una pieza versátil, que te da muchos looks diferentes". Lo vemos con pantalones deportivos, con minifaldas, con una bomber, bajo una túnica... Todos aprecian su funcionalidad, su versatilidad y su poder de seducción. Los armarios están cambiado a un ritmo frenético y sus puertas, giratorias, se abren a prendas que cambian de uso.
El segundo debut de Aurelia Gil
Según la RAE, un bañador es una prenda, generalmente de una pieza, usada para bañarse en playas y piscinas. Pero visto lo visto, quizá esta definición tiene que cambiarse. Aurelia Gil, especializada en baño, también exprime las virtudes de esta pieza. "Es muy fácil usarlo como un top en diferentes looks, con un pantalón o falda, pero también bajo una bomber o un trench", dice antes de debutar en Madrid. También está de Celebración, como Custo: en 2023 celebra que lleva 20 años en la moda, algo que pocos logran. Ya estuvo en esta pasarela, como vestidora. Ahora tiene varias a su disposición, para que las modelos luzcan todas las prendas que han volado desde su taller en el barrio de Triana, en Las Palmas de Gran Canaria. Allí trabajan siete mujeres y esta colección va destinada a todas las mujeres. Es un canto a la diversidad, como se ve en el casting, con chicas de distintos rincones del mundo, de distintos colores de piel, distintas razas, distinta talla y distintas edades. "Y Adri, que está en pleno proceso de transición", recalca. "Mi historia es mi perspectiva de la diversidad. No tengo un tipo de mujer ideal. ¡Lo son todas!".
Dice Aurelia Gil que ve las colecciones que se presentan en Madrid muy 'estudiadas'. Y es cierto. En la pasarela llaman la atención looks excesivamente sofisticado, detalles sobredimensionados, volúmenes exagerados y tejidos explosivos. "Nada qué ver conmigo. Mi moda es muy orgánica, con prendas que fluyen y siluetas relajadas. Todo lo que veo está mucho más producido que lo mío. ¡Yo intento huir del disfraz!".
Tributo a la artesanía canaria
Su trabajo rinde tributo a la naturaleza y sobre todo a la artesanía canaria. Algunas prendas llevan detalles hechos a mano por las caladoras de Ingenio. "Este trabajo excelente que hacen se va a perder, es una pena". Y es que en esta colección colaboran artesanas de diferentes partes del archiépalago, como Eloísa Pascual, artesana del crochet, que ha desarrollado una hilatura en licra para hacer prendas de baño; Raquel Hammerhoj, zapatera que ha diseñado una potente mule con suela de madera y tacón esférico; Pilar Ureña, tejedora de la fibra de la platanera que ha hecho los bolsos y pendientes de la colección; y Claudia Acosta, la joyera que ha trabajado el engarzado de los pendientes en plata de ley y plata de ley bañada en oro. Distintas manos de mujeres trabajando por y para que las técnicas que aprendieron de las generaciones anteriores no se pierdan y tengan futuro.