Madrid Fashion Week: ¿De dónde salen los tejidos que vemos en la pasarela?
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Vestidos, camisas, faldas y pantalones. Blusas, cazadoras y chaquetas. Las prendas cuelgan de los percheros de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid para que las modelos se las prueben antes del desfile, lo que se llama fitting, luego pasan a peluquería y maquillaje para estar listas para vestirse y salir a la pasarela. Los fotógrafos y reporteros las graban y las lanzan a la prensa digital, diarios y revistas, también a las televisiones e incluso las radios: hay que ver para contarlo bien. En esta era de modelos casi anónimas, la estrella del desfile es la prenda, es la que se lleva el like o el corazoncito. Se comparte, se hace desear y se vende. Las privilegiadas que las compran las lucen, y las vuelven a fotografiar para volver a compartirlas en redes. Algunas prendas se desechan, se tiran o se regalan, se donan o se venden en el mercado de segunda mano. Algunas tendrán otras vidas, otras morirán. Pero, ¿de dónde salen? Cada diseñador y firma tiene sus preferencias: unas fabrican sus propios tejidos, otros los compran, ya sea en ferias internacionales o en 'casa'. Hay un nombre que suena constantemente en el backstage de las pasarelas de Madrid y Barcelona, y son muchos los diseñadores que, con orgullo, dicen: "¡Este tejido es de Gratacós!". Redondo Brand, Malne, Duyos, Maison Mesa y Juan Carlos Pajares son algunos de sus clientes en esta edición de la pasarela madrileña. Y Álvaro Calafat, que ha debutado en esta edición, habla maravillas de sus tejidos, que ha encontrado en Ribes y Casals, en Madrid, y en Gratacós, en Barcelona. Allí van en busca de lo mejor, y lo encuentran allí. Un producto propio al 100%.
Aida Molano es la guardiana de los tejidos y la cómplice de los diseñadores. "Nosotros nos dedicamos al diseño de los tejidos, no a la confección. El equipo de diseño dibuja el tejido y este se encarga en Italia. Luego tenemos a una chica que se encarga de las fantasías, bordados, las cosas 'raras' o más especiales, las lentejuelas, y esto generalmente se hacen en Corea", revela, elegantemente vestida, algo que hace día a día.
Un día en Gratacós
Recibe a RTVE en la parte alta de la tienda, a la que se accede a través de una escalera. Arriba conviven rollos de tejido con fotografía de modelos en la pasarela, celebrities en un front row, artistas sobre el escenario. Y todas llevan prendas hechas con tejidos de Gratacós. Maika Merino desfilando para Brain&Beast está colgada en el tablón junto al retal del traje que lleva en la imagen. Lo mismo ocurre con Rosalía, vestida por Dominnico. Y Sarah Jessica Paker, vestida por Tracy Reese. "Nosotros sacamos una colección de estampados cada seis meses y luego tenemos la colección de lisos, que tiene continuidad. Funciona todo el año y realmente es de lo que más vendemos. Casi todos nuestros clientes son de Madrid y Barcelona, aunque también hay gente de fuera. Con muchos de ellos tenemos una relación muy buena, casi de amistad y se establece complicidad. A veces llegan cosas y me acuerdo de alguno de ellos, porque creo que les encaja y les va a gustar". Y ocurre. "Aciertan siempre", dice rápidamente Ángel Vilda, director creativo de Brain&Beast. "Además, Aida fue alumna mía, me conoce y sabe lo que me gusta. Gratacós conserva es punto de boutique, de conocer bien al cliente y cuidar de él".
Todos dicen lo mismo, trabajar con Gratacós es muy fácil. "Son muy flexibles con los pedidos y siempre te dan facilidades. Y el servicio es muy rápido. No son baratos, pero tienen muy buena relación entre calidad y precio", dice Juan Carlos Pajares. "Nos mandan el dossier con las novedades y luego tienes dos opciones, o viene el comercial al taller o vas tú al showroom que tienen en Madrid". La cantera de clientes es internacional, los pedidos llegan de todo el mundo y algunas firmas piden exclusividad y confidencialidad. "Están llegando clientes muy chulos, es un orgullo tenerlos con nosotros", dice Molano. Los de 'casa' vienen a por los tejidos cargados con las ilustraciones y bocetos, y me piden lo que necesitan. Cuando Rosalía hizo la gira 'El mal querer tour', Dominnico vino a buscar tejidos. El secreto de su éxito es que es muy currante y tiene pasión por su trabajo. A pesar de ser tan joven, te dice que el poco dinero que tiene lo prefiere gastar en tejidos que en otras cosas".
De Barcelona a más de 70 países
El día a día en la empresa es coger pedidos, pedidos y pedidos, centralizarlos en el almacén que tienen fuera de Barcelona y luego mandarlos a países de todo el mundo. Luego está el seguimiento, ver en qué se han convertido esos tejidos, esperar a ver como una pieza plana se transforma en una prenda tridimensional. "Es muy guay, porque tú no estás en la cabeza del diseñador y lo que ves no es lo que tú tenías en la cabeza. Casi a diario me meto en Instagram y veo cosas que digo: ¿Esto es nuestro? Después lo busco y veo que lo ha vendido nuestra comercial en Nueva York". Atrás queda la época de la pandemia, sin desfiles, que describe como "un silencio importante" y reconoce que todo se ha reactivado de golpe.
Gratacós se fundó en 1940 y en estos años han acompañado el devenir de la ciudad, de la historia, atravesando por momentos de gloria y épocas difíciles. Y también la evolución de la moda y de la forma de entender la moda. ¿Qué se lleva ahora? "De todo", dice sin pestañear. "Hace cuatro días teníamos artículos que eran como PVC, puro plástico. Y estamos en este momento en que no queremos el plástico para nada. La tendencia más fuerte, o mejor dicho, el camino que tenemos que seguir es el de la sostenibilidad. Hemos empezado a trabajar bastante con poliéster reciclado a partir de botellas de plástico, por ejemplo, y cada vez hay más artículos con fibras recicladas o regeneradas, más allá de que cada vez tenemos más fibras naturales", remarca. La moda sigue estando en el punto de mira por la contaminación y el impacto negativo que produce en el planeta. Se ha avanzado mucho, pero cuesta. "Es complicado en un sector como el nuestro, en el que se utilizan tejidos tan de fantasía, como lentejuelas, bordados metalizados. Todo esto cuesta más reciclarlo. Pero te diré que la tendencia más fuerte no son las fibras sostenibles, sino todo lo reciclado de lo regenerados".
Pero algo más está cambiando
A escasos metros de la pasarela principal de Ifema está el espacio EGO en el que los jóvenes talentos venden sus prendas mientras sueñan con ser poder hacer un desfile al otro lado de la pared. Entre ellos están Fran y Ana, de la firma coruñesa Anamingo Twins. Tienen 25 y 29 años, respectivamente, y están muy conectados. Su perchero llama poderosamente la atención por los colores y las texturas. "Todo lo que ves procede de excedentes del sector textil que no se usaban o no servían, y el punto de bovinas de hijo que nuestra costurera ha ido acumulando en estos años", dicen. Son muchos los jóvenes que encuentran ahí su punto de partida, y a veces sin salir de casa, como hizo Anel Yaos. "Esta prenda es una colcha de una tienda de segunda mano y también usamos prendas de herencias familiares, ofreciendo un servicio de personalización". Luego están los estampados que hacen sobre tejido orgánico e impresión con una base de agua, una técnica más sostenible. ¿Es su filosofía de trabajo o una necesidad ahora que están empezando? "Es la base de la que partimos, forma parte de nosotros, eso y hacer ropa que no tiene género", dice al compás.