¿Hay alimentos que mejoran la memoria?
- Esta semana en Saber vivir hablamos del cerebro y de la memoria
- Fernando Fabiani nos enseña cuáles son los mejores alimentos para cuidarla
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Esta semana en Saber vivir descubrimos el poder de los alimentos para cuidar del cerebro, más concretamente de la memoria. Gracias al doctor Fernando Fabiani, hemos podido conocer mejor a uno de los reyes de nuestro cuerpo, el cerebro, y también aprender algunos consejos para cuidarlo y fortalecer la memoria.
¡Conoce mejor tu cerebro!
En esta clase magistral de Fabiani hemos visto que el cerebro está dividido en dos hemisferios: derecho e izquierdo. Y aunque no podemos localizar la memoria en uno de ellos exclusivamente, sí podemos encontrar zonas que participan en ella como el hipocampo, que se encarga de los recuerdos más recientes o también llamados recuerdos a corto plazo. Gracias al hipocampo recordamos qué hemos comido hoy o qué hicimos ayer por la noche.
Otra de las estructuras que forman parte de la memoria es la corteza prefrontal, cerca de los lóbulos frontales, que funciona para almacenar los recuerdos a largo plazo. Y, aunque muchos solo conozcamos las amígdalas situadas en la faringe, también existen otras que están en el cerebro y en el cerebelo. Precisamente la que se encuentra en el cerebro es la que se encarga de los recuerdos más emocionales.
Alimentos amigos y enemigos de la memoria
Ahora que ya conocemos un poco cómo funciona la memoria y de qué depende, podemos centrarnos en esos alimentos que nos ayudan a cuidarla o que entorpecen su correcto funcionamiento.
Los amigos cuanto más cerca mejor, y por eso es imprescindible tener bien cerca estos alimentos para cuidar el cerebro. Para empezar, la verduras de hoja verde al igual que las frutas, que son ricas en vitaminas esenciales. Otro amigo fundamental para esta dieta neuronoprotectora sería la glucosa, los alimentos que tienen esa glucosa entre sus nutrientes serán los más apropiados, como es el caso de la fruta. También es mejor evitar el azúcar refinado o el que encontramos en los productos de bollería industrial.
Podemos encontrar en este grupo de amigos la grasa insaturada, el aceite de oliva, las nueces o el pescado serían alimentos que nos ayudarían a tener un buena memoria.
Y si hablamos de los productos enemigos de la memoria no hay dudas: el alcohol y el tabaco. A corto plazo el alcohol es un depresor del sistema nerviosa, anula y entorpece nuestro cerebro; y a largo plazo es un tóxico que daña directamente de manera indefinida nuestras neuronas.
¡El truco final!
¡Y no podemos olvidarnos del ejercicio! El ejercicio físico siempre es fundamental para cuidar de nuestra salud y de cualquier parte del cuerpo, pero en este caso cobra aún mayor importancia el ejercicio intelectual. Hay que hacer cosas nuevas, probar con actividades diferentes o transitar recorridos innovadores. Leer o aprender siempre algo nuevo, forma parte también de esa gimnasia cerebral que hay que hacer a diario para fortalecer la memoria.