Adela Úcar comienza la nueva temporada de Reduce tu huella con un grito de auxilio: "Salvar doñana es una tarea de todos"
- La 3ª temporada de “Reduce tu huella” comienza visitando el mayor humedal de Europa: el Parque Nacional de Doñana
- En este enclave, de suma relevancia medioambiental para España, África y Europa, está perdiendo su equilibrio ecológico
- La falta de agua ha provocado un descenso del número de aves en Doñana en más de un 80% con respecto a otros años
- El lince ibérico sigue amenazado por los atropellos, la caza furtiva, la endogamia y la desaparición de su hábitat
- Reduce tu huella, sábados en La2 a las 19:15h | Disponible en RTVE Play y en la web de Ciencia y futuro
Estrenamos la tercera temporada de “Reduce tu huella” a lo grande con una visita al mayor humedal de Europa, un enclave de suma relevancia medioambiental no sólo para España sino también para África y Europa: el Parque Nacional de Doñana.
Llegué allí con la ilusión de una niña. Nunca había visitado Doñana, ni tampoco El Rocío, esa aldea única, que se convirtió en nuestra base de operaciones durante la semana que duró la grabación. Con las primeras luces del amanecer nos adentramos en el Parque Nacional montados en uno de los autobuses todoterreno oficiales, acompañados de Nacho Camino, guía y ambientólogo, con el que pudimos observar uno de los grandes tesoros de este lugar: sus aves.
La ubicación de Doñana, a medio camino entre el centro de África y el norte de Europa, lo convierte en un lugar estratégico en la ruta migratoria de miles de aves, que paran a descansar, alimentarse o criar. Pudimos ver milanos negros, garzas imperiales, flamencos, garzas bueyeras… Mientras que para nuestros ojos aquello era un espectáculo, no lo era tanto para los de Nacho.
“Doñana fue declarado Parque Nacional en 1988 para proteger la diversidad de ecosistemas que alberga“
La falta de agua que ha sufrido Doñana debido a la reducción de las precipitaciones y a la sobreexplotación de los acuíferos, ha provocado el descenso del número de aves en Doñana en más de un 80% con respecto a otros años. Es la voz de alarma de una situación de amenaza que viene avisando ya desde hace años.
Aves en peligro de extinción
Esa palabra, AMENAZA, fue un lamento que nos acompañó el resto del viaje. La escasez de agua no es el único problema. La agricultura intensiva y el uso de agroquímicos que eliminan la vegetación del suelo tanto en los terrenos de cultivo como en los linderos, la sustitución de cultivos de secano como los viñedos por el cultivo de otros frutos en invernadero y la proliferación de gatos asociados al desarrollo de los núcleos urbanos en la zona, ha supuesto tal amenaza para el alzacola rojizo, ave autóctona de España y Portugal, que su población se ha reducido en un 90% llevándolo al peligro de extinción.
Agazapados durante un buen rato entre vides, acompañamos al equipo de Cárlos Dávila de SEO Birdlife, en las tareas de anillamiento que realizan, gracias a las que se ha podido constatar que la población de esta ave migratoria ha pasado de casi 8.000 a 792 en menos de 30 años.
La presencia del ser humano en el entorno de Doñana se remonta a 5.000 años. En 1980 fue declarado Reserva de Biosfera, con el fin de alentar un desarrollo económico y social en simbiosis con el medioambiente. Pero los retos son enormes y cincuenta años después también algunas formas de vida tradicional asociadas a este entorno están a punto de desaparecer.
Conocer de cerca la vaca marismeña
Manuel Chico nació en el parque, rodeado de aves, linces, caballos y vacas marismeñas. Ronda las 8 décadas, pero monta a caballo con la destreza de un chiquillo, tras toda una vida galopando por estas llanuras.
Me puse a su altura, a lomos de una preciosa yegua, para ir a visitar su ganado de vacas marismeñas, una raza autóctona asilvestrada que pasta en total libertad. Los compañeros del equipo y yo pudimos acercamos al ganado tirando de una valentía que mermó rápidamente al observar más de cerca los imponentes cuernos de estas vacas, conocidas por ser territoriales y poco tolerantes con los desconocidos. Pero el placer de montar por este paisaje espectacular y el discurso auténtico de Manuel bien merecía correr el riesgo de una embestida.
Sujetos a una estricta normativa, que impide pastorear al ganado, darles pienso o medicina, la ganadería de la vaca marismeña está sujeta a la selección natural y a unos cupos limitados que velan por la sostenibilidad del ecosistema. Con la escasez de agua desaparece el pasto que alimenta a estas vacas y con él no sólo el animal sino toda una forma de vida.
Antonio, uno de los últimos carboneros de Doñana
En su rostro, completamente negro, sólo se distinguían sus ojos brillando bajo el pañuelo con el que se protegía la cabeza de un sol abrasador. Antonio, uno de los últimos carboneros de Doñana, me mostró con todo detalle los secretos de su dura profesión, que a sus 72 años sigue desempeñando con la energía con la que se estrenó en ella cuando contaba apenas con 17 años.
Agradecimos acercarnos a la costa para disfrutar de la brisa marina a bordo del barco de Alfonso Galán, pescador de los codiciados langostinos de Sanlúcar de Barrameda. En la desembocadura del Guadalquivir, la mezcla de las aguas dulces del río con las saladas del océano Atlántico crea un ecosistema único, propicio para el desarrollo de esta especie característica por su lomo atigrado. Hasta aquí llegan también la amenaza de la falta de agua, ya que el descenso del caudal del río altera la salinidad del agua. Sumado a la contaminación y a especies invasoras como el cangrejo azul, ha provocado una reducción en las capturas de más del 50%.
¿Cómo será Doñana en 100 años?
Pero ninguna otra especie representa de forma más nítida la amenaza de la desaparición como el lince ibérico. A pesar de los enormes y exitosos esfuerzos que se han realizado por su recuperación el lince sigue amenazado por los atropellos, la caza furtiva, la endogamia y la desaparición de su hábitat.
Tuvimos un guía de lujo para conocerlo todo sobre este animal emblemático, Antonio Galán, experto y amante de Doñana, considerado uno de los mejores rastreadores del mundo. Con él pudimos hablar largo y tendido sobre el futuro de Doñana.
Es triste escuchar de boca de una eminencia como Galán, que es muy incierto. Al descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas asociados al cambio climático se suman la presión de los centro urbanos cercanos, la contaminación y sobre todo la sobreexplotación de los recursos hídricos. Estas amenazas podrían convertir Doñana en un desierto en menos de 100 años.
La mirada de ilusión con la que llegué a Doñana se transformó en la de quien es consciente que puede estar observando el paraíso por última vez. Podría decir cuidar, pero diré salvar Doñana es una tarea de todos. Su importancia trasciende nuestras fronteras. Sin Doñana se verían afectadas las poblaciones de aves de Europa y África con el consiguiente impacto medioambiental y desequilibrio en diversos ecosistemas que eso conlleva. Debemos pensar bien si queremos un Doñana para el hoy de unos pocos o un Doñana para el mañana de todos.