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El gran temor de Napoleón Bonaparte tenía nombre: el Cura Merino

  • Jerónimo Merino Cob, 'El Cura Merino' fue un sacerdote y guerrillero español durante la Guerra de la Independencia
  • El religioso fue el mayor azote y enemigo de Napoleón Bonaparte
  • Su tumba está ubicada en la Plaza Santa Clara del municipio de Lerma, en la provincia de Burgos

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El mausoleo del Cura Merino en la Villa de Lerma
El mausoleo del Cura Merino en la Villa de Lerma

La Plaza de Santa Clara, en el pueblo burgalés de Lerma, acoge el sepulcro de Jerónimo Merino Cob, más conocido como ‘El Cura Merino’. Fue un sacerdote y guerrillero nacido en Villoviado, una pedanía del municipio, que durante la Guerra de la Independencia se convirtió en el mayor azote y enemigo de Napoleón Bonaparte.

La Plaza de Santa Clara en el municipio de Lerma

La Plaza de Santa Clara en el municipio de Lerma RTVE

Del Cura Merino Napoleón dijo que “prefería la cabeza de ese cura a la conquista de cinco ciudades españolas”. Claudio García, técnico de la oficina de turismo de Lerma, explica en el programa ‘Un país mágico’ que puedes ver en RTVE Play, que el sacerdote plantó cara a Napoleón: “Se puso al mando de más de 20.000 hombres haciendo la guerra de guerrillas”. El religioso era muy vengativo. “Cada vez que él perdía un hombre, intentaba matar a varios franceses”, añade el técnico.

En 1808 los ejércitos franceses saqueaban los pueblos de la comarca para aprovisionarse de víveres; él, perfecto conocedor de toda la zona, les hizo frente con una partida de 2.000 hombres. Ganó 58 batallas, destacando la toma de Roa, el rescate de Burgos, Ezcaray, Hontoria del Pinar, Quintana del Puente y la brillantísima intervención en la batalla de Vitoria.

Llegó a ser Gobernador Civil de Burgos y fue nombrado Mariscal de Campo por Fernando VII, pero al acabar la contienda renunció y volvió a sus labores de cura de pueblo.

De luchar contra Francia, a morir en Francia

Años después de la Guerra de la Independencia, luchó al lado del bando carlista. “Primeramente, había luchado con el Empecinado para expulsar de aquí a los franceses y luego lucharon entre sí.”, apunta el Claudio García.

Grabado de la cara del Cura Merino en su tumba

Grabado de la cara del Cura Merino en su tumba RTVE

El sacerdote tuvo que huir y se exilió, curiosamente, en el municipio francés de Alençon, donde falleció en 1844. ¿Sabías que los franceses incluso le concedieron una pensión vitalicia para pasar los últimos cinco años de su vida en Francia?

En 1968 el Ayuntamiento de Lermay el sacerdote fue repatriado. Actualmente, descansa en un mausoleo situado junto al Mirador de los Arcos.