Así se conocieron Tip y Coll: el encuentro fortuito con el que nació el dúo
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Luis Sánchez Polack y José Luis Coll formaron durante años uno de los dúos cómicos más famosos de España. Tip y Coll reinaban en el territorio del absurdo, con sketches disparatados que hicieron reír a muchos. Sus figuras eran fácilmente reconocibles: Tip, alto con bigote y sombrero de copa, era el más alocado de los dos, mientras que Coll, de mucha menor estatura y con bombín, aportaba un toque de seriedad. Sus caminos se cruzaron en 1956 por casualidad. Una taberna fue el lugar donde comenzó su historia.
Cuando se conocieron, Tip ya era famoso. Junto a Joaquín Portillo formaba el dúo Tip y Top, con apariciones tanto en radio como en cine y televisión. Pese al éxito del que gozaban, Tip abandonó la radio en 1958, momento en el que Tip y Top comenzaron a distanciarse. Algunos años antes, en 1956, un fan se le acercó mientras estaba en un bar. "Yo como había sido desde muy jovencito un admirador de Tip y Top, cuando vine a Madrid y lo vi en la tasca me quedé asustado, mirando… como soy ahora, encogido", recordaba Coll en el programa Autorretrato. "Yo soy un gran admirador suyo… Yo le oigo por ahí", le dijo aquel fan después de confirmar que, en efecto, se trataba de Tip. "¿Te quieres tomar un chato?", le respondió él.
Así nació el dúo Tip y Coll
Colaborador de la revista La codorniz -donde también trabajó Gila-, José Luis Coll escribió para personas como Tony Leblanc. Alguna vez bromeó sobre ello. "Oiga, ¿ha sido usted negro de mucha gente?", le preguntaba Tip en un sketch. "No, nunca he sido negro de nadie y prueba de que yo no soy negro lo comprobará en cuanto me dé la vuelta", respondía él. Su propia boda fue una muestra más del surrealismo de su humor: Clotilde y Coll fueron de la iglesia donde se casaron hasta la Puerta del Sol en un microcoche Biscúter, y allí se montaron en el metro. "Íbamos todos los invitados de estación a estación y allí aquello fue una juerga enorme", recuerda un amigo en Regardez la gilipolluá.
Los principios de la dupla cómica de Tip y Coll -cuya primera aparición ocurrió en un hotel de Bilbao- no fueron fáciles. "La verdad es que al principio no nos entendían. Había una gran mayoría que no entendía que sacáramos una gallina y dijéramos que era nuestra cuñada. Pero luego poco a poco la gente comprendió que una gallina puede ser cuñada de cualquiera", llegó a decir Coll. Aunque muchos no les entendían, sí lo hizo la gran Sara Montiel, quien les ofreció ser sus teloneros. Amadrinados por la artista, Tip y Coll desembarcaron en la televisión. El resto es historia.