Colm Toíbin imagina la vida de Thomas Mann en su nueva novela "El mago"
Noticia Página Dos
- El mago (Lumen) tiene más de biografía que de novela, y se mueve entre la realidad y ficción
- Toíbín hace una imaginativa revisión de una figura literaria épica que resume el siglo XX europeo
- El autor irlandés no oculta su fascinación por el Nobel alemán, pero no cae en la idealización
Es más que probable que el escritor irlandés Colm Toíbín comparta con el alemán Thomas Mann su ética del trabajo: «El valor de mi obra ha de dejarse al juicio de la historia; para mí no tiene otro sentido que una vida conducida conscientemente, es decir, concienzudamente».
Ese fue parte del discurso de Mann al recoger el Nobel de Literatura en 1929. Que Toíbín haya elegido El mago (Lumen) como título de su nueva obra da una pista de su visión sobre Thomas Mann, el protagonista del libro. La magia no pasa siempre por epatar al espectador con bengalas y explosiones, sino precisamente por hacer prestidigitación sin que el otro vea los trucos y quede igualmente embelesado.
Tóibín nació en Enniscorthy en 1955, el segundo más joven de cinco hermanos en una familia muy implicada políticamente. Se gradúa en la universidad de Dublín en 1975, y pasa tres años en Barcelona, hasta 1978 (llega a la ciudad el 24 de septiembre de 1975, cuatro días después de la muerte de Franco). El mundo académico le decepciona, y se decanta por el periodismo, que aún hoy ejerce ocasionalmente. Décadas más tarde, será profesor en Stanford, Princeton o la Universidad de Nueva York.
En la década de los noventa llega por fin a la literatura, con sus primera obras: The South, Homage to Barcelona, The Heather Blazing, The Story of the Night, The Blackwater Lightship o The Master, un relato ficticio que imagina la vida de Henry James. También firma libros de relatos (Mothers and sons), ensayos (Bad Blood, The Sign of the Cross), y teatro (Beauty in a Broken Place). En esas obras se dibuja la espina dorsal de la escritura de Tóibín: el desarraigo, la identidad, la pérdida.
El libro más conocido de Thomas Mann es sin duda La montaña mágica (Edhasa), pero ganó el Nobel por Los Buddenbrook. El mago (Lumen) narra la vida de un hombre contradictorio y reservado. Thomas Mann nació en Lübeck en 1875, y creció ocultando a su padre sus aspiraciones artísticas y su orientación homosexual. Se casó con la hija de una de las familias judías más ricas y cultas de Munich.
Anticipó los horrores del nazismo (que asesinó a parte de su familia) y se exilió en Francia, Suiza y Estados Unidos. Nunca quiso volver a su tierra. Dibujó —como Zweig— el alma europea y el fin de una era. Leía la Biblia, a Goethe, a Nietzsche, a Hesse. «Thomas se preguntó si la decisión de su padre de casarse con Julia da Silva-Bruhns en vez de con la imperturbable hija de uno de los magnates navieros locales no supuso el inicio de la decadencia de los Mann», cuenta el inicio del libro, «y de que en el espíritu de la familia, que hasta entonces solo había apetecido lo que era recto y estaba destinado a proporcionar un rendimiento constante, había penetrado la avidez por lo suntuosamente desconocido.»
Óscar López pregunta a Toíbín por su personaje preferido de la novela. «Katia, la esposa de Thomas, escribió sus propias memorias, y por ellas sabemos de su humor e inteligencia. No se escandalizaba por nada. Era de una familia culta y bohemia, y Thomas era de pueblo; su lealtad mutua era plena. Se casó con un hombre homosexual y lo asumió con una extraña aceptación.»