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Sissi, la emperatriz: Las 5 desgracias que marcaron su vida

  • La nueva serie sobre la vida de Isabel de Baviera, la emperatriz austriaca que reinó a finales del siglo XIX, está arrasando
  • La fascinación entorno a su figura también se recoge en la película Corsage (2022), que llegará próximamente a los cines
  • Repasamos algunos de los acontecimientos más díficiles que marcaron la vida de la emperatriz

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Sissi, la emperatriz de moda en la ficción
Sissi, la emperatriz de moda en la ficción

Sissi, la emperatriz más famosa de la realeza austrica a es uno de esos personajes que nunca pasan de moda. Rebelde, soñadora, excéntrica y con una de las vidas más agitadas de la historia, a nadie le sorprende que el cine y ahora las plataformas de streaming la hayan convertido en la gran protagonista de las nuevas ficciones.

Inmortalizada en los años 50 por la bella actriz Romy Schneider y próximamente en la cinta Corsage, Isabel de Baviera, emperatriz austriaca que reinó a finales del siglo XIX, será la nueva protagonista en la serie ‘Sissi’, el nuevo estreno de Netflix. La serie es ya una de las más vistas de la semana, centrada en la historia de una mujer que fascinó a la realeza europea por su gran belleza, por su transgresión y su cultura, pero también por haber sufrido una existencia dolorosa.

Una larga sucesión de desgracias y muertes

Sus grandes tormentos venían por su fuerte lucha contra los rígidos cánones de la corte austriaca, pero además tuvo que hacer frente a varias desgracias. En especial, la perdida de varios seres queridos como la extraña muerte de su primo, el rey Ludwig II de Baviera, el fallecimiento de su hermana Sofía Carlota en el incendio del Bazar de la Charité (en 1885), la enajenación de su hermana Helena (originalmente elegida para casarse con Franz Josef), el trágico final de su cuñado Maximiliano (fusilado en México) y la locura de Carlota de Bélgica (esposa de Maximiliano), quien pasó el resto de sus días recluida.

Aunque las más dolorosas fueron las concernientes a su familia más directa. Una de sus hijas murió cuando apenas era un infante. Una tragedia a la que se sumó, más tarde la misteriosa muerte de su único hijo varón, Rodolfo, en el sonado caso de “los amantes de Mayerling”. Cada vez que se enteraba de una de estas muertes, Sisi solía clamar llorando: “La maldición crece”. Repasamos cinco de sus grandes tragedias.

El proyecto de Netflix en Alemania, titulado 'La Emperatriz'

El proyecto de Netflix en Alemania, titulado 'La Emperatriz'

Su hermana, calcinada entre las llamas

Sissi no es la única que contaba con una vida de película (dramática). Su hermana Sofía Carlota, de la que Netflix también sacó una serie títulada El bazar de la caridad, también tenía sus propias tragedias. Casada en un matrimonio pactado e infeliz, trató de huir con su amante cuando aún era muy joven, pero aquella pasión fue aplastada, enviandola a un centro psiquiatrico que acabó quemando su alma. Tras pasar algunos años allí, con la lección aprendida bajo violencia decidió dedicarse a la beneficencia, actividad que sellaría su trágico destino.

El 4 de mayo de 1897 Sofía Carlota presidía una gran feria de beneficencia, pero durante la proyección de una película de los hermanos Lumiére una chispa provocó de inmediato un incendió. Murieron casi ciento cincuenta personas, carbonizadas y pisoteadas, entre las cuales se encontraban la duquesa. Aquella muerte marcó profundamente a su hermana Sissi, con quien mantenía un vínculo especial.

Trágica muerte de su primogénita

Un año después de su matrimonio con Francisco José I, Elisabeth dio a luz a Sofía, su primera hija. Ella tenía entonces 18 años, pero su tía, la archiduquesa Sofía la invalidó como madre y se hizo cargo de la pequeña, considerando que la joven madre era totalmente incapaz de educarla. Aunque Sissi logró imponerse con su segunda hija, el triunfo fue efímero para ella.

En la primavera de 1857, Francisco José y Elisabeth viajaban a Hungría. La emperatriz no quería separarse de su hija bajo ningún concepto, así que se llevó a Sofía, de apenas unas semanas, al viaje. No contaba con la insalubridad de algunas regiones húngaras. Un peligro que tuvo una trágica consecuencia: la pequeña Sofía contrajo disentería y murió en Budapest en mayo de 1857.

La muerte nunca esclarecida de su hijo, ¿un asesinato?

También conocida como "la tragedia de los amantes de Maryeling". Rodolfo era el príncipe heredero de Sissi y Francisco José I, el único hijo varón de la familia. Siguiendo el sino de su madre, la vida de Rodolfo no fue fácil. Desde pequeño mostró problemas psiquiátricos, consecuencia de una educación militarizada y carente de afecto. A lo largo de su vida, tuvo varias tentativas de suicidio y mostraba signos de depresión, agravados, más tarde, por el tratamiento que recibía contra la sífilis.

La relación con su padre siempre fue difícil. Enfrentado a él, Rodolfo abrazó desde joven ideas liberales, burguesas y anticlericales que, dado lo poco simpáticas que le resultaban estas a la nobleza, procuraron llevarse con secreto dentro de la corte. En 1880 se casó con Estefanía de Lieja, pero el matrimonio hacía aguas. Rodolfo, amigo de las corredurías nocturnas y las infidelidades acabó enamorándose de otra joven a la que doblaba la edad e intento pedir al Papá la nulidad de su matrimonio. Los escándalos no paraban de crecer, cuando a principios de 1889, el cádaver del Rodolfo apareció muerto junto al cuerpo de su amante.

Ambos mostraban signos de haber sido golpeados, pero el veredicto final fue que fue un suicidio pactado entre ambos. Su madre se encerró en un riguroso luto y tomo este hecho como una excusa más para alejarse de la corte y de su marido .

Padecía depresión y anorexia

En un matrimonio que no deseaba, alejada de sus hijos y bajo la atenta mirada de su insidiosa tía, Sissi tratÓ de reponerse a su realidad cómo pudo. Entre viajes, libros y cultura. Pero no era suficiente. Rodeada de damas de la corte de la más rancia aristocracia y extremadamente conservadoras, Sissi se sentía tan asfixiada que llegó a desarrollar síntomas como cefaleas, náuseas y depresión nerviosa. Probablemente tenía una gran depresión provocada, primero, por un duelo no superado de la muerte de su hija; y segundo, porque se sentía en una jaula de oro.

Medía 1,72 y pesaba 50 kilos; su peso era extremadamente bajo. Expertos en salud mental han señalado varias veces que es bastante posible que sufriese anorexia. Caminaba hasta la extenuación cada día, hacía ejercicio en un gimnasio que se hizo hacer en palacio y su alimentación muchos días consistía en ingerir tan solo el jugo que le sacaba a la carne.